El Gobierno elude responder sobre si pondrá el valor el yacimiento ibero por el que hubo que desviar una autovía
El Gobierno ha eludido responder a la pregunta planteada por el PP en el Senado sobre si va a poner en valor o no el yacimiento arqueológico ibero hallado en el año 2004 en Montemayor y por el que hubo que desviar el trazado de la Autovía de Málaga (A-45). Los restos fueron localizados en una actividad preventiva desarrollada durante las obras. El valor de lo hallado fue tal que el Ejecutivo optó por su protección integral. Pero desde entonces, el Ayuntamiento de Montemayor ha reclamado en reiteradas ocasiones la puesta en valor del espacio, que nunca ha podido abrirse al público.
El Ejecutivo ha respondido a preguntas de la senadora del PP Cristina Casanueva señalando lo obvio, que en 2004, el yacimiento conocido como El Convento fue hallado “durante la construcción de la autovía de Córdoba a Málaga, A-45, y, por su importancia, se decidió modificar el trazado de ésta para no afectarlo. Además, para preservar los restos arqueológicos, se instaló una cubierta y se cerró con malla el recinto. El acceso, no obstante, quedó garantizado a través de caminos de servicio”. Con esta respuesta no se contesta a la pregunta inicial, que es saber si hay un plan para su puesta en valor.
La obra de construcción de la autovía se alargó al menos un año más del previsto y el presupuesto se elevó en unos seis millones de euros más, según las crónicas de la época. Pero a día de hoy, el yacimiento está totalmente abandonado. A pesar de estar protegido, es prácticamente inaccesible. En la puerta, una valla tumbada impide hasta saber qué es lo que hay allí exactamente. El hallazgo se produjo un tórrido verano, en el que los arqueólogos trabajaban a contrarreloj para sacar a la luz algo que fue dando sorpresas. Una enorme escalinata concluía en un pozo en el conocido como Cerro del Sastre, en un edificio bastante bien conservado.
Desde primera hora, la Junta de Andalucía se interesó en conservar este yacimiento ibero. El recinto se valló para evitar el vandalismo y se instaló un tejado para evitar el deterioro del adobe descubierto a causa de la lluvia y el sol. También se construyó un pequeño y empinado acceso. El objetivo era integrar el yacimiento en una especie de ruta arqueológica por el pasado ibero, que en Montemayor no para de dar sorpresas. En otro punto del término municipal apareció el enterramiento de un carro en excelente estado de conservación que ha sido portada de varios periódicos nacionales.
Pero a día de hoy, el yacimiento es pasto de los jaramagos, sin planes de ninguna administración para integrarlo en ruta alguna. De hecho, el hallazgo que llegó a cambiar el curso de la autovía apenas si puede verse desde la propia carretera, coronando un gigantesco talud que a punto estuvo de llevarse para siempre un espacio mágico y de enorme interés cultural.
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