Un colegio público de Córdoba, obligado a recurrir a un catering ante la falta de contratación de personal

La dirección del centro educativo Francisco García Amo, en el municipio cordobés de Nueva Carteya, se vio obligada durante la pasada Navidad a contratar a contrarreloj a una empresa de catering para ofrecer el servicio de comedor a la vuelta de las vacaciones. Ello se produjo después de que los dos cocineros del centro causaran baja -en noviembre y en diciembre- y la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía no contratara personal para dar de comer a los menores que hacen uso del servicio.

Según ha informado a este medio la secretaria de la AMPA Monte Horquera, María José Amo, este comedor es de gestión directa. Es decir, tiene cocina propia con personal laboral contratado por la Junta de Andalucía. El comedor escolar funciona durante todo el curso escolar, de septiembre a junio, incrementándose el número de alumnos matriculados en los meses de diciembre a febrero, coincidiendo con el mayor número de progenitores empleados. 

Por el número de alumnos matriculados en invierno, al igual que sucede en otras localidades como Montilla o Castro del Río, a este centro le correspondería tener a tres personas trabajando en la cocina. Sin embargo, la letrada denuncia que el centro solo cuenta con dos cocineros desde hace años. El pasado mes de noviembre, una de las trabajadoras se dio de baja, por lo que el centro solicitó su cobertura. El 7 de enero, el segundo y último cocinero que quedaba en el centro también se dio de baja por paternidad. Dado que esta última baja estaba prevista para diciembre, Amo ha informado que el centro lo comunicó a Educación.

La sorpresa fue mayúscula cuando, el pasado 8 de enero, los menores regresaron a las aulas y comieron gracias a la contratación de un catering dado que las bajas no habían sido cubiertas. Con relación a la baja de noviembre, la AMPA ha conocido de fuentes externas a Educación que el puesto no se ha cubierto porque “nadie de la bolsa quería venir hasta Nueva Carteya”, decisión que llega a ser comprensible para Amo dado que ese trabajador “tendría que ocupar dos puestos hasta que se incorporara el segundo”. Debido a ello, Educación habría derivado la oferta de trabajo al Servicio Andaluz de Empleo (SAE), aunque en la web del SAE no aparece ningún anuncio para cubrir dicha baja.

Sobre la “pasividad” de la Junta ante la solución de la primera baja, Amo explica a este medio que se han formulado reclamaciones que, por el momento, no han sido satisfechas. “La falta de previsión y negligencia de la Consejería de Educación, que no cubrió las bajas cuando estas se produjeron, suponen de facto, sustituir una cocina con alimentos frescos, cocinados in situ y  comprados a pequeños comerciantes de la localidad, por un catering que prima el beneficio empresarial a costa de la materia prima, calidad y variedad de los alimentos, cocinados a decenas de kilómetros del centro escolar, y manteniéndose refrigerados varios días, hasta el momento de ser servidos”.

Además, la secretaria de la AMPA afirma que la contratación del catering “no soluciona el problema”, ya que la falta de personal en la cocina sigue produciéndose. En ese sentido, la empresa realiza la comida y la deposita en el centro, pero no hay nadie que la sirva, recoja y friegue los platos.

Ante esta situación, la directora del centro y docentes, junto con las monitoras -“cuya función es únicamente de vigilancia de los menores”, enfatiza Amo-, han sido quienes -desde el 8 de enero- han llevado a cabo estas funciones, “que son propias de los cocineros”. Sin embargo, estos profesionales de la Educación se han negado a seguir haciéndolo, por lo que las familias desconocen qué alternativa tendrán para el próximo lunes.