Acude al Defensor tras denunciar el ruido de un obrador de confitería bajo su vivienda
El Defensor del Pueblo Andaluz ha admitido la queja de un vecino de Palma del Río que denunció los ruidos provenientes del obrador de confitería existente bajo su vivienda y ha llevado a cabo la tramitación de un expediente en los últimos meses por tal asunto.
Se recibía en esta Institución escrito de este vecino en el que relataba el elevado nivel de ruido que sufría en su vivienda, a consecuencia del funcionamiento de un obrador de confitería situado bajo la misma. “Los focos ruidosos empezaban a las 8 de la mañana y permanecían hasta las 21:00 de la noche, y procedían desde la descarga de cajas de pan congelado y dulces, la utilización de traspaletas con ruedas de metal, la utilización de carros de chapa en el interior del obrador, conversaciones de los trabajadores, un extractor de aire y ruidos y vibraciones de una cámara frigorífica”m describe.
Estos ruidos se habían denunciado en el Ayuntamiento de Palma del Río desde el año 2016, llegándose a mantener incluso una reunión en el Consistorio y personal municipal, en la que se informó que se iban a valorar las licencias concedidas al obrador para determinar si la actividad desarrollada realmente se ajustaba o no a ellas.
Por ello, el Ayuntamiento de Palma del Río ha llevado a cabo una medición acústica para determinar si el ruido de la actividad de obrador de confitería situado bajo la vivienda del reclamante, cumplía o no los objetivos de calidad acústica. “Ante los resultados obtenidos y la imposibilidad de llegar a alguna conclusión, programa una segunda medición cuya fecha de ejecución queda a la espera de confirmación por el afectado”.
Sin embargo, tras varios años de quejas y reclamaciones, los ruidos persistían y no se adoptara por el Ayuntamiento ninguna medida eficaz, por lo que ante la inactividad municipal, se presentó queja en esta Institución, sostiene el Defensor.
“Admitimos a trámite la queja y solicitamos la colaboración del Ayuntamiento de Palma del Río que, en respuesta, nos remitió un informe exhaustivo y detallado del que cabía destacar que se estaba tramitando por el Ayuntamiento la contratación externa de un ensayo acústico para determinar si los niveles de ruido generados por este establecimiento estaban o no por encima de los límites permitidos”.
Pero la “presencia de ruidos ajenos” hizo que no se pudiera realizar la valoración real de los ruidos del establecimiento. Mientras, el promotor de la queja envió otro escrito, trasladando que seguía percibiendo fuertes ruidos en su casa procedentes de la actividad de confitería obrador.
Por ello, el Ayuntamiento aceptó realizar una nueva medición cuando las circunstancias permitiesen tener resultados objetivos, “de tal forma que exigiría medidas correctoras si se obtenían resultados desfavorables”.
0