Su móvil puede ser una máquina del tiempo
El IESA y la UCO lanzan una aplicación con todos los datos geográficos, económicos y sociales de la provincia a mediados del siglo XVIII basados en el Catastro de Ensenada
Joan Font, director del IESA, lo resumió de la siguiente manera: “Historiadores y sociólogos somos grandes cotillas. Nos gusta saber qué hacía la gente antes y qué hace ahora”. La institución que dirige, el Instituto de Estudios Avanzados de Andalucía (IESA), pertenciente al CSIC, se ha aliado con la Universidad de Córdoba para desarrollar una herramienta, Córdoba en 1754, que es un pequeño sueño para esos cotillas de Córdoba y provincia. Se trata de una aplicación para móviles inteligentes -lo que en el argot se conoce como app- que alberga todos los datos que recopiló sobre la capital y los pueblos el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1754. La app ha sido desarrollada por el especialista Fernando Alonso.
El siglo XVIII es conocido en España como el Siglo de las Luces. Se buscaba ordenar, sistematizar, conocer de manera científica. En ese contexto ilustrado, se ordenó realizar un catastro para saber exactamente qué país era España. Se preguntó en todas las capitales y pueblos cuestiones como los cultivos que se realizaban (“qué especies de Tierra se hallan en el Término; si de Regadío, y de Secano, distinguiendo si son de Hortaliza, Sembradura, Viñas, Pastos, Bosques, Matorrales, Montes, y demás que pudiere haber, explicando si hay algunas que produzcan más cosecha al año, las que fructificaren sólo una, y las que necesitan de un año intermedio de descanso”); cuestiones sobre la población (“de qué número de Vecinos se compone la Población, y cuántos en las Casas de Campo, o Alquerías) o las profesiones de sus vecinos (”Si hay Hospitales... Cambista, Mercader de por mayor... Tendero de Paños, Ropas de Oro, Plata, y Seda, Lienzos, Especería, u otras Mercadurías, Médicos, Cirujanos, Boticarios, Escrivanos, Arrieros... ocupaciones de Artes mecánicos... como Albañiles, Canteros, Albéytares, Herreros, Sogueros, Zapateros, Sastres, Perayres, Tejedores, Sombrereros, Manguiteros, y Guanteros, etc., explicando en cada Oficio de los que hubiere el número que haya de Maestros, Oficiales, y Aprendices; y qué utilidad le puede resultar, trabajando meramente de su oficio, al día a cada uno“).
El resultado de aquella obra monumental es un tesoro que nos documenta una instantánea de mediados del siglo XVIII. El Catastro de Ensenada ha sido, desde entonces, herramienta básica para geógrafos e historiadores. Pero como toda ciencia humanística, su vocación es dar a conocer los descubirmientos o simplemente divulgar lo que se sabe al conjunto de la gente. Y para eso sirve precisamente la app que ha lanzado la UCO y el IESA. “No solo va a ser útil para los especialistas o los docentes de los institutos, sino para todas aquellas personas que, sin tener conocimientos previos, estén interesadas en conocer su entorno”, comenta Joaquín Torres, de la UCO.
Así, por ejemplo, un habitante de Pedroche puede conocer que en el siglo XVIII esta población se dedicaba a la producción de “hoja de morera y moral para criar seda”, una elisana puede saber que entonces existían dos hospitales en Lucena, uno exclusivo para mujeres, que se financiaban con limosnas o quien se halle en Iznájar puede descubrir que esta villa pagaba anualmente al rey Fernando VI 6863 reales en impuestos que sufragaban sus habitantes equitativamente.
Córdoba en 1754 se enmarca en el proyecto UCOMuseovirtual y tiene como objetivo de acercar al público la realidad de la provincia cordobesa en el siglo XVIII. De este modo, partiendo del Catastro de Ensenada, un documento de alto valor histórico y estadístico, hemos sistematizado y adaptado la información socioeconómica disponible para conjugar el pasado y el presente de Córdoba.
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