Los Baños de Popea, paraíso de la Sierra de Córdoba, se secan
Las aguas del arroyo del Molino llenaban los Baños de Popea antes de desembocar en el río Guadiato, junto a la barriada de Santa María de Trassierra, en la Sierra en Córdoba capital. El cauce era limpio y muchos cordobeses disfrutaban en verano de un baño en la zona, a pesar de que no está permitido. Ahora, es difícil que nadie intente refrescarse porque está completamente seco.
A poco de haberse iniciado el verano, los Baños de Popea aparecen sin que corra una gota de agua por este entorno, antes paraíso de la Sierra y ahora seco. Este paraje, en un entorno declarado Reserva Natural Fluvial, se ubica en el tramo final de los arroyos Bejarano y del Molino, en las proximidades de Trassierra. La fuerza del agua por esta zona fue aprovechada siglos atrás, como muestran los vestigios de molinos, aunque en estos momentos no se escucha ni el rumor de la misma.
La Plataforma a Desalambrar -que entre otras cuestiones trabaja por la conservación de las fuentes y cauces fluviales de Córdoba-, ha realizado una visita a los Baños de Popea y su entorno esta misma semana y ha constatado que la sequía y la captación de agua en la zona han acabado por secar este paraje, algo que no solía ocurrir hace años y que, últimamente sí pasa, aunque no en fechas tan tempranas.
De un tiempo a esta parte, a la vez que se ha ido denunciado la extracción ilegal de agua de los acuíferos de la zona, los Baños de Popea han presentado estampas de sequía en verano y también entrado el otoño, además de llegar a estar afectados por aguas residuales vertidas en el arroyo Molino -como en el verano de 2021-, por lo que el Ayuntamiento de Córdoba ha sido multado en distintas ocasiones por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
Tal es la sequía que viene padeciendo el paraje de los Baños de Popea, que aunque las lluvias acumuladas en diciembre pasado devolvieron la vida a este entorno de la Sierra, pocos días después, antes de finalizar el año incluso, el agua dejó de correr de nuevo por la zona.
Troncos y ramas de árboles enfermos en el cauce
En su visita en estos días, A Desalambrar ha constatado además que el cauce del arroyo del Molino se encuentra “invadido” de árboles y ramas caídos, de distintas especies como pino o también olmos enfermos por grafiosis.
Esto está creando unas barreras, una suerte de presas que, cuando pueda llover abundantemente, pueden romper ante el caudal de agua y arrastrar por delante todo a su paso, advierten.
De hecho, los troncos y ramas de árboles también están afectando al complejo de molinos que hay en la zona y que da nombre al arroyo, y la plataforma advierte que pueden dañar los muros de estos vestigios.
Petición a la Confederación para que actúe
Por todo ello, A Desalambrar se ha dirigido mediante un escrito este viernes 1 de julio a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para solicitar que actúe en el arroyo Molino y los Baños de Popea.
En el escrito, al que ha tenido acceso este periódico, se da cuenta de que la plataforma ha hecho un seguimiento periódico del arroyo del Molino anexo a la barriada de Santa María de Trassierra. En la visita de campo que realizaron este jueves 30 de junio, han observado que “existe una gran cantidad de árboles, principalmente olmos que están afectados por grafiosis. Debido a esta fitopatología se están cayendo sobre el cauce del ahora seco arroyo. Pensamos que pueden ser un problema ante una vuelta de las lluvias a la zona. El punto donde apreciamos que existen mayores caídas está a la altura de los llamados Baños de Popea, frente al complejo molinero del Molinillo”, precisan a la CHG.
Por todo ello, desde el grupo de trabajo de Fuente y Cauces Fluviales de la plataforma A Desalambrar han solicitado que la Confederación actúe en “la retirada de los árboles, troncos y ramas del cauce del arroyo, así como una limpieza de este”.
2