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El juez pide todos los exámenes de bomberos bajo sospecha

Un bombero actuando en un siniestro en una imagen de archivo. | MADERO CUBERO

Manuel J. Albert

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Los opositores que se quedaron sin plaza hace cinco años sospechan que una pregunta de esa prueba indica que hubo enchufismo

Entre 2008 y 2009, el Consistorio de Córdoba sacó a oposición 25 plazas para el Cuerpo de Bomberos municipal. Se presentaron más de 1.600 aspirantes, que se enfrentaron a una dura y prolongada oposición. Solo 130 llegaron al último examen, la parte práctica. Ahí siguieron las presuntas irregularidades. El caso terminó en los tribunales. El titular del Juzgado de Instrucción 4, José Luis Rodríguez Lainz, investiga el caso desde hace dos años. Fuentes cercanas al caso han señalado que, a instancias de la Audiencia, Lainz ha pedido al Ayuntamiento que le entregue todos los exámenes prácticos que se hicieron. El juez ya había revisado los sospechoso, pero ahora pide el grueso de los que se hicieron para ver si puede encontrar nuevos indicios de delito.

Entre todas las preguntas, la número 23 —aparentemente sencilla— quedó en blanco en las pruebas de los siete aspirantes que más nota obtuvieron. Todos ellos, hoy integrados en la plantilla del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), declararon como imputados en la investigación que realiza el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Lainz, centrada en el posible fraude de la prueba para enchufar a los seleccionados. Dos miembros de la Junta de Personal Municipal también han sido declarados imputados.

En mayo, cuatro bomberos que hicieron la oposición declararon ante el juez como testigos. Uno de ellos señaló a Rodríguez Lainz que la pregunta 23 era, ciertamente, sencilla de responder y que formaba parte de los conocimientos básicos de cualquier bombero. Pero a él no le dieron por válida la respuesta a pesar de haber contestado basándose en la experiencia adquirida en el parque de bomberos de Cádiz y ateniéndose a su manual de actuación. Cuando fue a reclamar le atendió un administrativo que le dijo que la respuesta había sido considerada incorrecta según el corrector porque no se atenía exactamente a la plantilla confeccionada al efecto.

Un segundo opositor señaló que tampoco sabe por qué se le declaró incorrecta la pregunta 23 cuando la había respondido siguiendo los manuales establecidos y su propia experiencia como bombero. Otros dos aspirantes -uno de los cuales está actualmente en la plantilla de los bomberos de Córdoba- también afirman que la respuesta a esa pregunta no dejaba lugar a dudas.

Según reza la querella presentada por los denunciantes que no obtuvieron plaza, “se articuló un sistema para identificar los exámenes de esos candidatos de la casa, como es que dejaran en blanco una pregunta en concreto, la 23, que era de desarrollo, elemental y muy fácil, y quedaba, además, integrada en la parte de la prueba en la que los errores no penalizaban. Por eso es lógico pensar que, incluso sin conocer a fondo el temario, merecía la pena cualquier tipo de respuesta”. Así, siete de los opositores con notas más altas dejaron esa cuestión sin contestar, y todo ellos están entre los aspirantes llamados de la casa

Además de un posible acuerdo para manipular la parte práctica del examen, la acusación particular sospecha que las maniobras para situar a determinados aspirantes en un puesto de privilegio comenzaron antes. En un extracto de expediente fechado el 15 de octubre de 2008, se declara apto a un aspirante al que se había rechazado por no cumplir la prueba de Agudeza Visual necesaria para hacer el examen. Este candidato fue finalmente aceptado tras presentar un informe oftalmológico encargado a una clínica privada. Con esta decisión, el propio tribunal incumplía su norma de tener solo en cuenta los informes médicos municipales y no los encargados por los aspirantes en clínicas privadas.

Solo dos días después, el 17 de octubre de 2008, se declaró apta a la familiar de un bombero de plantilla, cuyo Índice de Masa Corporal (IMC) mínimo tampoco cumplía los requisitos. La aspirante logró la rectificación del tribunal tras varios escritos de protesta, la presentación de distintos informes médicos que contradecían el veredicto del examen . Pero lo más importante es que su insistencia logró que se variase el IMC mínimo para seguir adelante en las pruebas. Así ella pudo seguir adelante con los exámenes.

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