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Un empresario cordobés, cliente de la mafia china de blanqueo

FOTO: JAVIER BARBANCHO

Alfonso Alba

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La Udyco interceptó en varias llamadas diversas operaciones con la trama israelí de la operación Emperador para el blanqueo de capitales evadidos a paraísos fiscales

Formaba parte de la cartera de clientes de François Leiser, uno de los principales acusados por blanqueo de capital en la impresionante madeja de la Operación Emperador, que intenta desenmarañar la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional. Juan Carlos A. S, un cordobés nacido en 1965, era uno de los empresarios que contactó con la mafia china de Gao Ping para intentar blanquear capitales.

Según la Policía, los empresarios implicados en la operación Emperador contactaban con la mafia china de Gao Ping para intentar blanquear el dinero que poseían en algún paraíso fiscal y traerlo a España. Una de las tres redes de blanqueo de capital de Gao Ping estaba liderada por la que la Policía conoce como la trama israelí. En la cúspide está Françoise Leiser, un ciudadano belga de 73 años afincado en Suiza, que era el encargado de conseguir una “cartera de clientes ricos” a los que se les lavaba el dinero a cambio de jugosas comisiones. A sus órdenes estaba una intermediaria llamada Malka Maman Levy, alias La Sobrina, una ciudadana española de origen israelí que junto a su hijo veinteañero realizaban gran parte de las entregas físicas de los billetes a los adinerados clientes de la trama.

En el caso del empresario cordobés, que tiene ascendentes suizos y que fue miembro del Consejo de Asuntos Económicos del Obispado de Córdoba, la Policía interceptó varias llamadas que él hizo a Malka Maman Levy, alias La Sobrina. Una de ellas, cuya interpretación por los policías de la Udyco se reproduce a continuación, consta en uno de los tomos de la ingente instrucción del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Esta conversación fue interceptada el 27 de marzo de 2012:

“Malka recibe llamada de Juan Carlos, se saludan, Juan Carlos le comenta que necesita un favor, le dice que ya habló con Paco [según la Policía Paco es Françoise Leiser], Juan Carlos le dice que necesita ”10“ [se trata de una cantidad de dinero concreta, probablemente 10.000 euros], Malka le pregunta que ahora mismo sí se lo puede dar, Malka le pregunta donde está, Juan Carlos le contesta que en el ”Wellington“ [es el hotel Wellington de Madrid, uno de los lugares usados por la trama para el blanqueo de capital], que necesita los ”10“ para él, Malka le propone en una hora, sobre las 16 horas en el Wellington, Juan Carlos le dice que perfecto. Se despiden”.

Una vez que se produce la entrega de dinero, el cabecilla de esta trama habla con su subordinada para asegurarse que todo ha ido correctamente. Todo esto fue grabado por los agentes de la Udyco, que durante meses estuvieron persiguiendo a estos blanqueadores de dinero profesionales.

Pero no fue la única solicitud que se hace desde el teléfono móvil de este empresario cordobés, según la Udyco. El 30 de marzo la intermediaria Malka Maman recibe una segunda llamada del mismo teléfono en el que el día 27 identificó a Juan Carlos A. S. Sin embargo, esta vez los agentes no saben si se trata del mismo empresario “o algún miembro de su familia”. La descripción de la escucha policial es reproducida así:

“Malka recibe una llamada de un hombre quien dice que necesita 20.000 para cuanto antes. Malka le pregunta si está aquí. El hombre dice que está en Madrid, que lo necesita antes del lunes a las 12. Malka le pregunta si el fin de semana está aquí. El hombre dice que estará el lunes sobre las 12, que tiene que cogerlo y entregarlo, que es fundamental. Malka se compromete a hacerlo el lunes a las 12, en el mismo sitio como siempre. El hombre le dice que es obligatorio y fundamental porque tiene que firmar un contrato. Malka le pregunta si está aqui (Madrid) este fin de semana. El hombre dice que no, que le diría que Eli se lo diese a Juan Carlos pero que no puede ser porque su hijo se va con él a Córdoba y vuelve el lunes y no ha tenido posibilidad de anticiparlo. Malka dice que esté tranquilo que como sea el lunes lo arreglan. El hombre le pregunta que si es seguro y que si puede contar con ella. Malka dice que sí. Quedan en hablar el lunes por la mañana. Malka le dice una frase en hebreo, bromean. Malka termina diciendo que aunque ella no esté ella lo va a arreglar, que si es a las 12 es a las 12. El hombre dice que vale”.

El empresario cordobés, que no está imputado, vuelve a aparecer en otro tomo del extenso sumario de Fernando Abreu. En concreto, se trata de una conversación entre François Leiser y Malka Maman en la que echan cuentas sobre el dinero blanqueado con distintos empresarios con los que han contactado. En total, sobre el cordobés calculan que han logrado unos 50.000 euros en una operación y otros 20.000 euros en otra. En total, los cabecillas de la trama en la misma conversación se llegan a informar sobre que han cambiado los precios de las comisiones que cobran a estos empresarios, subiendo del 2,5% anterior al 3% actual.

Según adelantó el diario digital VozPópuli, el juez Fernando Andreu tiene previsto en las próximas semanas llamar a declarar a los más de cien empresarios implicados en esta red de blanqueo de dinero en calidad de imputados. Este medio también describió el método de blanqueo de dinero practicado por la mafia china de Gao Ping: “El sistema, conocido en el argot policial como blanqueo por compensación, no es sino una sofisticación del método de préstamo existente en la comunidad china que recibe el nombre de Feich'ien, muy parecido a la Hawala de los musulmanes que tan buenos resultados ha dado, por ejemplo, a los grupos ligados a Al Qaeda. En él, un ciudadano chino recibe un cantidad de dinero en España a cambio de que sus familiares residentes en el país asiático se comprometan a abonar la misma más un interés a la parte de la trama asentada allí. Con Gao Ping, el orden era el inverso. Los empresarios pagaban primero en China y luego recibían el dinero en España”.

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