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Se busca al 'niño robado' pese a las dudas del juez

Andrés Cepas, el gemelo que busca a su hermano, supuestamente robado en diciembre de 1985. |MADERO CUBERO

Manuel J. Albert

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El magistrado que instruye la investigación cuestiona los análisis de ADN que descartaban que un niño enterrado fuese un hermano gemelo fallecido

“Seguimos buscando con la misma intensidad

del primer día a nuestro

hermano Juan Ignacio Cepas García-Galiano. Sospechamos que fue robado al nacer el día 19 de Diciembre de 1985 en el Hospital General de Córdoba. Los cuatro años que llevamos buscando a nuestro hermano, se están convirtiendo en algo muy duro y escabroso, pero no decaeremos en el intento de encontrarlo“. Así comienza el comunicado con el que la familia Cepas ha respondido al duro auto del juez José Luis Rodríguez Lainz que instruye la investigación sobre el supuesto robo de Juan Ignacio Cepas García-Galiano el 19 de diciembre de 1985.

En su escrito, el magistrado se basa en un informe del Instituto Nacional de Toxicología que pone en duda el informe de exhumación y ADN que realizó la familia Cepas sobre la tumba donde se supone que estaba enterrado su hermano y que sirvió para reabrir el caso. Aquellos análisis realizados por la empresa privada Neodiagnostica determinaron que los restos allí hallados no solo no correspondían al hermano supuestamente desaparecido, sino que eran de una niña.

En un comunicado, la familia Cepas señala que “al haber contratado un laboratorio con todas las acreditaciones y certificados estipulados, no tenemos por qué

dudar, bajo ningún concepto de su profesionalidad. Y a día de hoy la realidad es que en el sitio donde nos dijeron que estaban los restos de Juan Ignacio, se hallan los restos de una niña, que nada tiene que ver ni con mi madre ni con mi hermano Andrés“. En su auto, Lainz destaca que Toxicología, pese a constatar que los huesos pueden llevar enterrados

desde que más o menos nació Juan Ignacio, no ha podido extraer de sus análisis ADN, a diferencia de la empresa privada, llegando incluso a cuestionar el procedimiento profesional de ésta. “Si no extrae ADN, ahí ya no podemos hacer nada”, responde la familia. “Consideramos que es cierto que los huesos estaban en muy malas condiciones (se puede comprobar en vídeos y fotografías), pero si la Justicia hubiera sido más directa y rápida, podían haber exhumado Toxicología primero, y los huesos los hubieran encontrado en mejor estado, antes de haber sido expurgados por Neodiagnostica”.

El juez también lamenta que esos análisis de ADN se basan en que los gemelos eran idénticos pero ese extremo no se puede demostrar ya que no existe historial clínico de ninguno de los dos, algo que la familia lleva años denunciando.

“El ginecólogo nos dijo desde primera hora que eran gemelos univitelinos. Es cierto que no tenemos cómo demostrarlo, salvo nuestros testimonios. Claro, normal que no podamos demostrarlo, no hay historia clínica, se ha buscado y no se ha encontrado nada”. Además de no haber historia clínica, en el legajo de aborto no aparece tampoco la causa de muerte. “Pero es que además, tampoco existe el certificado de muerte que debía haber redactado el ginecólogo, por lo que además nos preguntamos, como el Registro

admitió este legajo“, critica el comunicado. ”Si lo que se pretende es certificar que mi hermanos eran gemelos, ¿por qué no se lo preguntan al ginecólogo?, otro medio no hay. A día de hoy todavía no se ha llamado a nadie a declarar, que se lo pregunten a él“, reclaman.

Por otro lado se duda de la procedencia de los restos óseos y el juez afirma que se pudieron contaminar pues el espacio que ocupaban fue usado para depositar otros restos. Este hecho le parece a la familia “una incongruencia tremenda”. “En fecha 5 de julio de 2013 el propio CECOSAM tanatorio municipal de Córdoba nos insta y comunica la obligación de renovar la sepultura en la que se encontraba mi hermano, esto es, ”Sepultura párvulos 2º Santa Victoria, N.º 0128, del Cementerio de San Rafael“.

Esa constancia y certeza de la situación exacta de los restos hizo que la familia se animase a exhumar sí o sí, asumiendo este gasto. “Si es cierto lo que plantea el juez, respecto de la falta de rigurosidad e incluso la posibilidad de

confusión de los restos, sería lo mismo que indicar que este organismo

nos ha

requerido una

renovación mediante pago (y no barato) de unos restos que no son nuestros y aparte denotaría

una falta de profesionalidad tremenda, y no creemos que eso sea el caso

Entendemos que dicho requerimiento responde a la certeza absoluta de que los restos allí ubicados son los que responden a nuestro hermano“.

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