Un arqueólogo del Cabildo dice que no ha hallado San Vicente bajo la Mezquita, pero sí restos cristianos
El arqueólogo Raimundo Ortiz es uno de los privilegiados que ha estado trabajando en los últimos años en la Mezquita-Catedral. Y lo ha hecho a nivel integral. “Por arriba y por abajo”, bromea este experto, que este martes ha pronunciado una conferencia sobre su trabajo en Bodegas Campos.
Unas horas antes de subirse al atril para desgranar los misterios arqueológicos del monumento patrimonio de la humanidad, Ortiz atiende durante unos minutos a CORDÓPOLIS para avanzar un pequeña parte de su ponencia y para pronunciarse sobre la enésima polémica en torno a los restos que hay bajo él, a raíz de la publicación de un extenso artículo por parte de su colega, el también arqueólogo Fernando Arce, desmontando el mito de la existencia de la basílica de San Vicente en el solar en el que se levantó la Mezquita.
En cualquier caso, como preámbulo, Ortiz aclara que lo más sobresaliente que se ha hecho en la Mezquita-Catedral en los años en los que él ha estado trabajando en su interior no ha sido la certificación de que los restos bajo el subsuelo son, según indica, de un complejo episcopal, sino todo lo que se ha llevado a cabo en la Macsura, donde se han recuperado las decoraciones originales de la bóveda y de los arcos y se ha certificado el sistema constructivo.
“Todos los días vemos algo nuevo que quizá no sea espectacular ni para sacar noticias, pero cada una de esas novedades sí que rellenan huecos en el desconocimiento que se tiene del edificio”, explica Ortiz, que participó, junto a sus colegas, Daniel Fernández y Rafael Ortiz, en los trabajos de excavación que se llevaron a cabo en el templo tras la eliminación de la celosía para permitir el paso de las cofradías de Semana Santa.
Fue entonces cuando se empezó a hablar de complejo episcopal para referirse a los restos bajo el templo -es el mismo nombre con el que se refirieron a ello en el documental de National Geographic-, desechando la nominación de Basílica de San Vicente, imperante hasta ese momento. En este sentido, Ortiz manifiesta su preferencia por “hablar de complejo, porque no hemos localizado la basílica”. En cualquier caso, este experto es muy claro sobre la procedencia cristiana de los restos.
También aclara que no es que se haya hallado ningún complejo episcopal, si no que lo que se ha hecho en los últimos años es “una reinterpretación de unos datos que ya se conocían” en toda su magnitud. “La cantidad de datos que nosotros hemos visto aportan información nueva y orientan a apoyar la interpretación de Pedro Marfil, que ha trabajado muchos años en el edificio”, explica Ortiz.
Tras haber excavado durante años en el templo, la de Marfil es una de las voces que más ha defendido durante años la existencia de la Basílica de San Vicente. Estos días también se ha pronunciado sobre los restos bajo la Mezquita. Lo ha hecho en redes sociales, con un mensaje en el que defendía de manera inequívoca la datación cristiana de las ruinas bajo el templo, así como el rigor científico con el que ha ejecutado todas sus intervenciones arqueológicas.
Intervenciones que, junto a la documentación y textos islámicos “totalmente fiables”, han sido la base de la interpretación efectuada por el equipo de arqueólogos en el que estaba Ortiz y que considera que lo que hay bajo la Mezquita “no es un edificio aislado”, sino restos que forman parte “de un sistema multifuncional y que estaba vinculado a la gestión de todo lo que era la vida de un obispado”. “Creemos que la basílica estaría dentro de ese complejo, pero no sabemos exactamente en qué lugar se situaría. Hasta ahora no hemos dado con ella”, añade el arqueólogo sobre San Vicente.
Raimundo Ortiz se muestra encantado con el hecho de que se generen debates como éste, pues lo considera “beneficioso”. “Cuando hay alguien que plantea dudas sobre algo, a los que nos dedicamos a la investigación nos pone sobre aviso de que quizá no lo hayamos valorado en condiciones”, indica. El investigador, además, recuerda que Fernando Arce ha sido invitado a los congresos que se han realizado en el Cabildo para que explique su teoría.
En este sentido, confía en que, cuando por fin se publique su investigación sobre estos restos, el arqueólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas podría incluso replantearse su postura, puesto que ellos han tenido acceso a datos “con los que él no cuenta para su valoración”.
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