Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
Camelias en la piel
De Galicia lo quieres todo. ¿Cómo elegir?, ¿por qué hacerlo? No obstante, hoy sus camelias me enamoran. Bendito clima que las favorece, sabia elección de cultivarlas en pazos, monasterios, jardines y huertas. Sus pétalos suaves y fuertes, sus perennes hojas verdes acharoladas, su delicado perfume, la abundancia de flor en sus ramas y el tapiz de color nieve, rosa claro o rubí que regalan a la tierra húmeda, las convierten en la dama de la vegetación atlántica.
Y hay más, porque de sus semillas se extrae el preciado aceite de camelia con el que cuidar la piel del rostro y el cuerpo, el cabello o la barba. Extraído en frío, con garantía de calidad gallega o sellos de producción ecológica, reúne los beneficios que lo hacen merecedor de un lugar en nuestra rutina de suavidad e hidratación.
La utilización del aceite de la camelia en rituales de belleza, también como grasa saludable en la cocina, proviene del lejano oriente y el saber hacer asiático. Asociado a las geishas, constituye un básico del tocador japonés además de un producto revalorizado como tratamiento o ingrediente cosmético universal.
De los primeros en cultivar camelias fueron los ingleses, que encajaron como tesoro de la jardinería la treta de enviarles semillas de camellia japonica en lugar de las del té (camellia sinensis), dado que los pueblos productores de tan británica infusión no estaban por la labor de entregarles su negocio; y Galicia, por supuesto, es pionera: navegantes gallegos y portugueses las trajeron de las rutas de oriente y se aclimataron a las tierras celtas, nobiliarias, monásticas o campesinas.
Francia, de la mano de Josefina Bonaparte las puso de moda desde el esplendor de los jardines de Malmaison, donde las especies exóticas rivalizaban con su legendaria rosaleda; más tarde, La dama de las Camelias de Alejandro Dumas, la Garbo encarnando a Margarita Gautier y la emblemática camelia de CHANEL las convierten en icono.
Las camelias gallegas constituyen un mundo. Poseen su propia ruta turística, con lugares especialmente queridos como A Casa de Rosalía de Castro, en cuya huerta florece la camelia, la casa-museo de Valle-Inclán, el Pazo de Rubianes, donde una amplísima variedad de esta flor se alía con la cultura del vino Albariño, y el Pazo da Saleta, de prestigiosos jardines con firma de paisajistas; y recorre así mismo espacios monumentales e históricos, entre ellos el Pazo de Lourizán, ligado a figuras tan distantes como Góngora y Eugenio Montero Ríos, el ministro de la difícil rúbrica que supuso la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam.
Un lugar importante para el cultivo de la camelia y la obtención del benéfico aceite de sus semillas es la Estación Fitopatolóxica de Areeio (Pontevedra). En ella se extrae el aceite de camelia del Monasterio de Armenteira, a la venta en su tienda online junto a jabones y un novedoso sérum de camelia. La estación reúne además información sobre las camelias con nombre de mujer, entre ellas la ‘Emilia Pardo Bazán’, la ‘Rosalía de Castro’ o las camellia ‘Jimena Fernández de la Vega’ (pionera de la investigación genética), ‘Sofía Novoa’ (musicóloga vinculada a la Generación del 27), ‘María Casares’ (actriz y pareja de Albert Camus) y ‘Bella Otero’ (la bailarina que sedujo a reyes y fue retratada por Romero de Torres).
Entre las marcas made in Galicia de aceite de camelia destaca Acemelia, cuya web y tienda online explica el proceso de fabricación artesanal realizado en Vigo y cómo utilizar sus productos.
Las camelias influyen en el espíritu y te llevan al manantial de la poesía. Y dice Rosalía: (…) -¿Por qué qués ser rosa, nena?/ -lle preguntéi cariñosa. /I ela contesta sorrindo: /-Porque non tén fame as rosas-.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
Sobre este blog
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
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