Lo importante es durar

Pues sí, querido amigo, he vuelto. Lo primero, pedir disculpas a todos aquellos que os enganchasteis a este blog y luego os deje abandonados. Circunstancias “propias de la época” me hicieron perder la ilusión. Pero aquí estoy otra vez, y como se suele decir “he vuelto para quedarme.

Si echo la vista atrás, me parece que fue ayer cuando estábamos encerrados en casa, subiendo por turnos a la azotea, asustados, para poder respirar aire fresco. Aún recuerdo la falta de ruido en las calles, de ir a comprar pan con miedo, o simplemente de.....no saber qué hacer.

No sé si os pasa, pero a mí se me han quedado grabados esos recuerdos, asociados a olores, música, serie de Netflix y así un largo etcétera. Es un momento de la vida que está como encerrado en una caja especial, a la que puedo recurrir en el recuerdo siempre que quiera, como si fuera el momento actual.

Y ahora, a poco de acabar el año, me doy cuenta de que peleamos con uñas y dientes. Porque este año ha sido de pelea y muy dura. Y lo que nos queda.

En mi caso, he pasado el virus. Además no muy bien, lo que empezó como un resfriado común fue tornando a un malestar poderoso que terminó en 5 días tremendos de fiebre. En ese momento, un “ángel salvador”, el pediatra de mis hijas (el gran Dr. Rafael Sanchez Polaina) intercedió para que me recetaran una medicación y comencé a mejorar. Personas como él engrandecen a todos esos grandes profesionales que se han partido el pecho en este año. Pero es que no quedo aquí la cosa, y mi padre estuvo muy mal, llegando a estar 6 días en la UCI luchando por su vida contra la Covid-19. Pero no iba a ser menos, y peleando día a día, consiguió salir, dándome un ejemplo una vez más de la gran persona que es, mostrándome el espejo en el que quiero convertirme. Con solo ser la mitad que él, ya me sentiría orgulloso. Recuerdo esa semana como los peores días de mi vida. Y de nuevo, médicos y enfermeros von una empatía brutal ayudando a la familia a pasar la situación, transmitiendo ánimo y apoyo. Yo creo que no somos conscientes de su trabajado hasta que no nos vemos en esa situación.

Así que, todo este tiempo en el que he estado desconectado he vivido muchas situaciones. Muchas de ellas no me ha gustado pasarla, pero al menos puedo contarlas y de manera positiva.

Porque creo que al final lo mejor es intentar ser positivo. Y mira que es difícil serlo.

Revisando el año empresarialmente, los números no son buenos. En mi caso, voy a facturar un 30% menos que en 2019. Eso en otras condiciones sería desastrosos, de cierre vamos. Pero he estado haciendo análisis, valorando todo. Y me gustaría compartir unas reflexiones con vosotros y jarros unas preguntas que creo que sería bueno que os hicierais también:

1. ¿Cómo cierras el año?

2. ¿Cuántos clientes has perdido?

3. Porque se han ido? Importante saber el porqué.

4. ¿Cuántos clientes nuevos has hecho?

5. Importante saber porque han decidido trabajar contigo, y más este año.

6. Estudia la facturación por cliente, y analiza quien ha bajado en facturación y quien ha subido.

Una vez respondas a estas preguntas, prepara la planificación para 2021, con vistas al primer semestre. Ahora mismo es complicado hacer estimaciones a más tiempo, al menos ese es mi consejo, y más aún dependiendo del sector en el que estemos. Si estás afectado por el sector turístico u hosteleria, por ejemplo, seguro que vas más al día a día, así que no hagas esfuerzos estériles que pueden cambiar de la noche a la mañana.

Para este año he acuñado una especia de refrán/chiste derivado de ese chiste que cuenta el hombre que va al médico, y tras varios análisis el médico le dice:

“Señor, tiene usted que cuidarse. Debe dejar de fumar, beber, salir de fiesta, comer grasas, dormir poco, etc” y el paciente le responde

“Doctor yo lo que quiero es vivir no durar”

Pues amigos, ahora la situación es al revés, ahora hay que durar. Es momento de aguantar y aguantar, pelear por sobrevivir, esperando que llegue el momento en el que podamos disfrutar de la vida.

Yo, en lo que me toca, he vuelto.