El coronavirus (II): ni en mis peores pesadillas habría imaginado esto
¿Qué os digo? Tengo tanto que contaros que no sé por donde empezar.
Parece que fue hace un mes cuando escribí la primera entrada del coronavirus. Y ha pasado solo una semana, en la que he escrito tantas veces coronavirus que el corrector del teléfono ya me lo reconoce. Han pasado tantas cosas en los últimos 7 días, que la sensación del tiempo es increíble.
Cuando hace una semana escribía el post, lo hacía preocupado. Muy preocupado por donde nos podía llevar esta situación, qué haríamos los “microminiempresarios”, las ayudas que nos tendrían que dar, etc.
La realidad a día de hoy es tan distinta. Es una realidad sacada de un guion de cine. Ya no estamos tan lejos de la película que comentábamos (Guerra Mundial Z), somos una precuela (solo faltan los zombis).
¿Alguien pensaba en un “Estado de Alerta”? Sinceramente, yo no. Ya no es preocupación, es auténtico miedo. No se como vamos a salir de esta situación.
Veréis, yo sé que todos nos hemos reído en estos días con los vídeos y “memes” que llegan por WhatsApp. Yo mismo he mandado alguno gracioso. Que todos nos hablamos en los miles de grupos que tenemos sobre aspectos, bromas, etc. Pero la realidad, la auténtica realidad, es que estamos en una situación única. Lo que estamos viviendo se estudiará a futuro como las Guerras Mundiales y otros acontecimientos históricos de la humanidad.
Me he propuesto no entrar en clave política hoy. Esa parte la dejaré de lado.
Me voy a dedicar a hacer una lectura cruda para la sociedad empresarial. ¿Qué vamos a hacer dentro de 15 días?
Actualmente tengo una empresa, con ocho trabajadores. Veníamos de un 2019 fantástico, estábamos hasta para mudarnos a una nueva oficina apostando por seguir creciendo e intentar hacerlo lo mejor posible. A día de hoy, tengo a ocho personas y sus correspondientes familias preocupadas, que no saben que va a pasar.
Hablando con mi padre el otro día (jubilado, gracias a Dios con buena salud ahora, disfrutando con mi madre) le transmitía que el problema al que nos enfrentamos ahora es de un extremo excepcional. Él me decía que sería como la crisis de años atrás, en la que ya me arruiné, perdí todo y trabajé y trabajé para poder crear mi agencia actual y generar trabajo, que era una de mis mayores ilusiones (sí, lo sé, puede parecer raro, pero a mí me encanta tener equipos de trabajo. Así que ese había sido mi sueño siempre). Y yo le decía que no, que ahora hay una situación con una componente única y diferente.
Padre: “a ver hijo, explícame. Seguro que saldrán cosas y podrás hacer algo, no seas tan negativo.
Yo: “papá, en 2013 cuando no tenía nada, vendí mi moto y me puse a buscar de todo. Hasta saque dinero buscando camiones que transportarán granito desde Pozoblanco a Algeciras. Y si tenía que pintar, pintaba. Si tenía que hacer un recado, lo hacía. La gran diferencia que temo de ahora es.....QUE NO PODEMOS HACER NADA!!! Si estamos recluidos, si nuestros clientes están cerrados, si el de enfrente no puede hacer su servicio, como vamos a trabajar???”
Reconozco que fui duro en transmitir la realidad que veo a mi alrededor, pero sinceramente, es la que siento. Y es por eso que llevo varios días durmiendo mal, muy irascible, me rio poco (algo que es seña de identidad mía) y sobretodo, no estoy feliz y yo cabreado o preocupado no suelo ser creativo, y eso es básico para BUMM.
Así que no se que deciros amigos. El viernes mandaba un audio al grupo de empresarios al que pertenezco y se lo decía: “suerte para todos, y seamos solidarios. Nos vamos a necesitar, al que está delante, en frente y al lado. Nos vamos a necesitar todos. Porque está situación es única y muy muy difícil de salvar”
Hablaba durante el fin de semana con muchas personas, casi todos empresarios, altamente preocupados. Todos haciendo cálculos y predicciones sobre que va a pasar y que van a hacer, asumiendo pérdidas de sus empresas, de su capital e incluso de ahorros. Y todo dependerá de un futuro cercano que desconocemos.
Hay diferentes escenarios, sin duda ahora mismo (y eso que ya es desastroso) lo mejor que nos puede pasar es que dentro de 15 días, se empiece (al menos empiece) a recuperar algo la normalidad. Y poco a poco con el paso de los días, vayamos haciendo cosas. Si nos vamos más allá de los 15 días (que ya están contando que es más que probable), sinceramente no se que tiene pensado el Gobierno, pero todas aquellas familias que dependan de un sueldo de empresa privada, lo van a tener muy complicado de la noche a la mañana.
Yo estoy en fase creativa, llevo así más de una semana, pensando y repensando. Ojalá sea capaz.
Mucha fuerza y ánimo a todos.
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