Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
La berrea
Una de las mejores campañas de lanzamiento de un medio de comunicación se hizo aquí, en Córdoba, hace justo 24 años. “No queremos ser los primeros, queremos ser los mejores”. Aún tengo aquel primer número de El Día de Córdoba guardado en casa. Fue un pedazo de edición, repleta de firmas y colaboradores, con decenas de secciones. Una apuesta por el periodismo local por todo lo alto, de la que formé parte años después.
Aquel lema era humilde y ambicioso a la vez. Y aquel periódico fue muy bueno. Muchísimo. En un mundo en el que la prensa local pugnaba por hacerse un sitio y por hacerse oír más allá de la M-30, donde se publicaban y se publican historias tan importantes como las de Madrid. Pero fue un mundo cambiante, en el que siempre se pensó que lo mejor era tener muchos lectores aunque fuese regalando las noticias a través de internet. Y lo que democratizó al lector de prensa acabó por hundir el negocio. Pero esa es otra historia.
La lucha por el liderazgo, ese ser los primeros o incluso pretender convertirse en los únicos, es algo que puede convertirse en atroz. Lo acabamos de ver, haciendo saltar todas las costuras, con Broncano. De la manera más inteligente que he visto ha decidido contar qué pasa detrás de los focos, en ese ambiente asfixiante que ya vimos también en primera fila los que asistimos al duelo a muerte entre José María García y José Ramón de la Morena.
La Revuelta no tiene problema alguno en llevar a invitados después de El Hormiguero, algo que parece un pecado mortal pero que solo nos interesa a los periodistas. No se trata de ser el primero sino de hacerlo mejor. Tan sencillo como eso. Y ahí, amigos, ya no valen las malas artes, sino que lo que acaba imponiéndose es el talento.
Aunque parezca una batalla (cultural) ya ganada por Broncano y por goleada, dudo que se acabe llevando el triunfo final. Por experiencia ya sabemos que en este país no suele ganar el mejor sino quizás el que más puñaladas acaba pegando (o evitando). El mejor ejemplo está en la política, de la que han salido miles de personas con verdadera vocación de servicio y escasa navajera muy cansadas de tener que defenderse más de los propios que de los ajenos. Mucho me temo que Broncano esté sentenciado ante un nada improbable cambio futuro de Gobierno en España y, por tanto, en Televisión Española. Se acaba de ganar el apoyo del pueblo pero de granjear a enemigos muy poderosos. Ojalá me equivoque.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
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