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Dos palabras y un saco

Flores depositadas por la ministra de Defensa en el estanque de Cerro Muriano donde fallecieron los dos militares

Aristóteles Moreno

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Prometo la máxima transparencia sobre las muertes de Cerro Muriano

Margarita Robles Ministra de Defensa

Si usted coge la palabra “transparencia” y la mete en el mismo saco que el vocablo “militar” es probable que alguna de las dos no salga con vida. Hemos dicho alguna de las dos por ser políticamente correctos. Porque los dos conceptos no son equivalentes, ni disponen de la misma dentadura, ni tienen las mismas armas para defenderse si se encuentran frente a frente.

Lo más normal es que en un escenario como el que le hemos planteado la palabra transparencia pierda una oreja, o un brazo, o un hígado en un combate lingüístico con el Ejército. Eso en el mejor de los casos. Otros dirían que el sintagma “transparencia militar” es un oxímoron. Dos significados que se niegan. Que también. Pero nosotros vamos más allá. Y pensamos que es como meter a un recién nacido en una bañera llena de pirañas. Metafóricamente hablando, como es natural.

La ministra de Defensa ha tenido la deferencia de venir a Cerro Muriano a guardar un minuto de silencio por el fallecimiento de los dos soldados en unas controvertidas maniobras militares. Y eso es de agradecer. No es fácil dar la cara en unas dramáticas circunstancias como estas y la señora Robles lo ha hecho. Mucho más cuando el ejercicio castrense se saldó con dos muertes y seis soldados resultaron heridos con hipotermia.

Las maniobras militares de Cerro Muriano están rodeadas de serios interrogantes a ojos del común de los mortales. El primero de ellos es qué diablos hacía un grupo de soldados cruzando un pantano a las nueve de la mañana de un día gélido que cortaba el aire. Esa mañana del 21 de diciembre el termómetro bajaba de cero grados a una hora en que media Córdoba se embutía en gorros de lana y trencas de paño. Pero, oiga, doctores tiene la Iglesia.

La señora Robles dejó un ramo de flores sobre la orilla del funesto estanque y prometió la máxima transparencia para el esclarecimiento de las muertes de Cerro Muriano. Permítanos, señora ministra, que seamos escépticos. La historia de la semántica española nos indica que cuando los dos vocablos se encuentran en un mismo espacio uno de ellos termina con heridas incompatibles con la vida. Y usted, como nosotros, sabe perfectamente de qué desdichada palabra estamos hablando.  

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