Agua de venero
Estamos deteriorando el sistema universal de educación
El señor Ruiz Serrano es un tipo educado. No porque sea experto en la materia, que lo es, sino porque maneja la lengua española con un sentido de la prudencia exquisito. Observen el verbo que ha utilizado en el entrecomillado que examinamos hoy. “Estamos deteriorando el sistema universal de educación”, advierte. Y eso es verdad. Pero no toda la verdad. Deteriorar es un verbo piadoso. Compasivo con la realidad imparable que nos arrolla cada día.
A nosotros, por ejemplo, nos encaja más el verbo descomponer. O desmontar. O incluso desmantelar. Pero también nos cuadra el verbo diluir. O pulverizar. O sencillamente triturar. Usted podrá decir con toda razón: “Oiga, en Córdoba la educación pública aún domina un 69,33% del sistema de enseñanza”. Y es cierto. El dato es inapelable. Pero ojo. Si analiza en perspectiva de donde venimos y hacia dónde vamos, verá que la educación privada va mordiendo año a año el pastel de la pública con la voracidad de un niño hambriento.
Ruiz Serrano es un señor educado. Desde luego. Pero habla con una voz cristalina. En la entrevista del domingo pasado nos confesó que le parece inexplicable que se cierren unidades en la pública al tiempo que se amplían en la educación concertada. A nosotros también nos parece incomprensible. Sobre todo cuando quien clausura colegios de la pública es la propia administración pública, cuyos responsables, sabe dios por qué, en lugar de defender la escuela pública promueven la privada. Lo que acabamos de escribir parece un trabalenguas, pero, en realidad, es una puta estafa.
Hablamos de educación concertada por no decir católica. Hay días en que parece que estamos regresando al siglo XIX. Entonces entregamos la educación española a la Iglesia en virtud del Concordato de 1851 para que nuestros púberes se instruyeran en la doctrina verdadera y las buenas costumbres. Dos siglos después, hay quien se esfuerza cada día en destejer, hilo a hilo, la enseñanza pública para devolvérsela a los prelados, por la gracia de dios.
“Es una vuelta atrás en la historia”, dijo al respecto el señor Ruiz Serrano, que, como ustedes saben, es un tipo educado pero transparente como agua de venero.
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