Un proyecto para recuperar la esencia del patio cordobés
La Fiesta de los Patios de Córdoba es una de las fiestas más internacionales y conocidas de nuestra ciudad, sobre todo a raíz de la declaración de la misma, en 2012, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Un hecho que con el paso de los años se ha traducido en un aumento considerable del número de turistas pero que encierra un aspecto negativo para la propia ciudadanía. Desde hace varios, el casco histórico de Córdoba se ha convertido en una especie de enorme parque de atracciones donde los vecinos y ciudadanos no tienen cabida, perdiendo así en muchos casos el origen social y comunitario de lugares tan característicos como los patios y las antiguas casas de vecinos.
Precisamente, con el objetivo de recuperar la esencia del patio cordobés, pero adaptándolo a las necesidades y comodidades del siglo XXI, nació el Proyecto PAX, una asociación sin ánimo de lucro que pretende incentivar procesos de innovación social para la regeneración urbana en ámbitos de alto valor patrimonial, como son los patios y antiguas casas de vecinos diseminadas por todo el casco histórico de Córdoba. Para Gaia Redaelli, presidenta de PAX, Córdoba se encuentra en un buen momento para cambiar su modelo de ciudad. “La pandemia ha bloqueado un proceso que hacía de la Fiesta de los Patios un evento que cambiaba la ciudad, que la hacía salir de su escala. Un millón de visitantes en una semana para una ciudad de 300.000 habitantes es una sobrecarga”, detalla.
Así, desde PAX -en colaboración con distintas asociaciones e instituciones públicas- pretenden poner en marcha una estrategia que promueva y fomente el reúso, en su prevalencia de forma habitativa y residencial, de las casas patio y de las casas de vecinos, que son aquellas que tienen una mayor relevancia en el carácter social y ecológico de los patios de Córdoba. “Los patios de Córdoba tienen una doble dimensión muy importante. Por un lado, tenemos su dimensión social, dada la relación que se genera dentro de los patios y por otro su dimensión ecológica, ya que el patio es un elemento al aire libre que puede ser una respuesta al cambio climático a través de su revegetación”, destaca a CORDÓPOLIS Redaelli.
De esta forma, aprovechando los grandes cambios que se van a producir en la sociedad a raíz de la pandemia, desde PAX creen que estamos en el momento idóneo para cambiar el modelo productivo de Córdoba hacia una cultura de la regeneración urbana, tanto por una cuestión de sostenibilidad ambiental (no se pueden construir más casas si tenemos casas vacías) como por una cuestión ecológica, ya que cuanto más se amplíe la ciudad la circulación de vehículos por las vías urbanas será mayor. Así, para Gaia Redaelli lo ideal sería focalizar los esfuerzos en tres puntos principales. “En primer lugar hay que apostar por un urbanismo de proximidad, es decir, hacer del casco histórico de Córdoba un lugar que goce de accesibilidad a todos los servicios (sanitarios, culturales, etcétera). Por otro lado, hay que revegetar la ciudad aprovechando los patios, de manera que éstos se conviertan en un mecanismo de resiliencia frente al cambio climático. Por último, Córdoba tiene un casco histórico que es privado y por lo tanto hay aunar esfuerzos y compartir retos para su reactivación entre las administraciones públicas y la sociedad civil”.
Actualmente, se están dando los primeros pasos para recuperar patios y antiguas casas de vecinos siguiendo las líneas de actuación que promueve la asociación PAX. “Ahora estamos llevando a cabo la primera rehabilitación, gracias a la cooperativa PAX Astronautas, un grupo de seis familias que están rehabilitando una casa patio situada en plena Axerquía. Son personas que viven aquí y que gracias al haber aunado sus esfuerzos pueden compartir un patio y una casa de vecinos, haciendo frente a una inversión económica importante para la rehabilitación, sin ayuda pública. Esto demuestra que la estrategia PAX es factible, compartiendo un modelo sostenible de ciudad y el valor social del patrimonio, como dice la Convención de Faro del Consejo de Europa, y si se quiere, se puede hacer”, concluye Redaelli. Sin duda, el futuro de los patios de Córdoba pasa por iniciativa como éstas.
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