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Las hermandades de Penas, Amor y Vera Cruz, sin daños tras la lluvia del Domingo de Ramos

Pasos del Amor en la Mezquita Catedral

Rafael Ávalos

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No tienen nada que reseñar. Es lo verdaderamente importante. Tres hermandades de Córdoba sufrieron las inclemencias meteorológicas en la tarde noche del Domingo de Ramos. Fueron las corporaciones de las Penas de Santiago, el Amor y la Vera Cruz, que durante minutos caminaron bajo una lluvia constante. Debido a este hecho resulta normal que existiera preocupación por el patrimonio de las cofradías, sobre todo en lo referido a sus titulares.

Quizá la hermandad que más sufrió el período de precipitaciones fue la de las Penas, a la que afectó en el regreso a su templo. El cortejo concluyó su estación antes de las nueve de la noche, más de una hora y media antes de lo establecido. Ya lo previó su junta de gobierno en el momento de abrir las puertas de Santiago Apóstol. El caso es que la corporación no tuvo daños en su rico patrimonio, en el que sobresale la imagen del Santísimo Cristo de las Penas, la más antigua de la Semana Santa de la capital.

El hermano mayor de la cofradía, Rafael Francisco Moreno, confirmó a El Cirineo -esto es, a Cordópolis- que “ni siquiera los faldones (de los pasos) sufrieron”. La prioridad al terminar la accidentada estación fue la retirada de los pétalos lanzados al paso de la hermandad, que podían ganar en humedad. Sobre lo vivido, el dirigente de las Penas lamentó que “lo que se habla en la calle y desde fuera es más de lo que sucedió”. Por tanto, la corporación de Santiago cerró el Domingo de Ramos sin desperfectos.

Agradecimiento a los hermanos

Lo mismo ocurre con las dos hermandades del Distrito Sur, del otro lado del río. Son el Amor y la Vera Cruz, que partieron de sus templos un mismo día por primera vez. Las dos notificaron a este periódico, a cuestión planteada al respecto, que no cuentan con daños tras la lluvia que, en sus casos, les cayó en el entorno de la Mezquita Catedral. Y en el primer templo de la diócesis permanecen ambas, por cierto, con una estampa única: las Vírgenes de la Encarnación y del Dulce Nombre una frente a la otra.

En el caso de la corporación de Jesús Divino Obrero hubo incluso un comunicado. “Se ha evaluado el estado de nuestros Sagrados Titulares y el de los pasos procesionales, así como de las insignias, evidenciándose que no hay desperfecto alguno”, explicó la hermandad del Amor. Tanto ésta como las Penas y la Vera Cruz se congratularon del comportamiento de los miembros de sus cortejos, que, como afirman, mantuvieron la compostura ante la adversidad. Y esto lo agradecen.

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