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Yo te sigo porque creo que en el fondo hay algo

Los futbolistas blanquiverdes celebran el gol | MADERO CUBERO

Paco Merino

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El Córdoba logra una angustiosa victoria ante el filial del Athletic con un gol de penalti firmado por De Tomás | Los de Oltra encadenan cuatro jornadas seguidas sin perder

Con dolor. Con problemas. Con obstáculos. Con unas maneras futbolísticas poco vistosas. Pero crece. El Córdoba lo pasó mal para terminar con abrazos y suspiros de alivio. Un gol de penalti propició el tercer triunfo blanquiverde en las cuatro últimas jornadas. El cuarteto se completa con un empate en el campo del líder. Un balance excelente, cuyo valor se multiplica por las difíciles circunstancias. El fútbol del Córdoba no es deslumbrante, pero las cuentas le cuadran. La pregunta es si el equipo está dando todo lo que tiene –incluso más– o aún guarda dentro cualidades ocultas que le homologarán como candidato al ascenso. De momento, ahí está. Gana, no encaja goles y tiene capacidad para resistir en partidos al límite. Los canteranos de Lezama opusieron resistencia y pudieron llevarse algo de El Arcángel, pero el Córdoba salió vivo de una tarde rara en todo. Desde que en los prolegómenos se aplaudió la victoria del Sevilla sobre el Barça cuando fue anunciada en el marcador hasta el silbatazo final, que dio paso a un catálogo de gestos –jugadores arrodillados, otros abrazados o mirando al cielo– que hacía pensar que aquello era una final. Y, en cierto modo, así era. Los balonazos al aire eran festejados en una grada que, como su equipo, se está habituando a encontrar la felicidad en el dolor.

A Oltra le pareció buena idea repetir el once de El Sadar y dar continuidad a Rafa Gálvez, que fue titular ante Osasuna porque Luso no estaba disponible por sanción. Esta vez el aragonés sí podía entrar en el once, pero el técnico valenciano señaló al canterano para la foto inicial. Un buen detalle de confianza para el único cordobés de la plantilla, que regresó después de un año en el Elche y que ahora trata de hacerse un sitio. Los demás, los de siempre. Y en el Athletic, una novedad: Cuco Ziganda se dejó en el banquillo a Santamaría, su nueve de referencia. Lo suyo iba a ser atosigar al rival, robar la pelota y golpear. Lo hicieron en un arranque extraño, en el que los rojiblancos se mostraron muy dinámicos ante un Córdoba contemplativo, que se sacó de encima de mala manera algunos balones con pases arriesgados.

La primera ocasión clara fue para el Córdoba. A la contra, además. A los dos minutos, Nando recorrió su banda y lanzó un centro medido al área. Florin Andone, que llegaba en carrera, tocó lo justo... para mandarla al limbo. El bufido de la grada fue monumental. El Athletic, con cinco hombres atrás y la zaga muy adelantada, no se lo ponía nada sencillo a un Córdoba que optó por abrir a las bandas, donde Nando y Pedro Ríos intercambiaron posición a lo largo del primer tiempo. Razak respondió con acierto atajando un intento de vaselina de Urtzi, en una de las pocas aproximaciones serias de un Athletic que, pese a no dominar ni mucho menos, dejaba la sensación de que podía picar en cualquier instante. Sobre todo porque los locales seguían sin sacar el balón claro desde atrás, con el riesgo de robos.

Todo cambió en el minuto 21 cuando Raúl De Tomás envió un buen pase filtrado a Florin Andone, que cruzó los límites del área y fue trabajo por Yeray Álvarez cuando armaba la pierna para disparar. Cuadra Fernández no lo dudó un instante y se fue hacia el punto de penalti. Lo ejecutó Raúl De Tomás, que le pegó fuerte y raso a la pelota para batir a Remiro. Ha sido el primer gol del exmadridista, que lo celebró con exceso ante la Tribuna. La fiesta personal pudo ser mayor si el delantero de ascendencia dominicana hubiera aprovechado un regalo del meta del Athletic, que después de un saque defectuoso se encontró con De Tomás enfrente suya y con toda la ventaja. El disparo del cordobesista salió fuera y su gesto, echándose las manos a la cabeza, fue repetido en una frustrante coreografía por la mayor parte de los asistentes. Por entonces, el Córdoba ya gobernaba la situación, aunque pasó por una situación de verdadero apuro antes del intermedio. A Markovic le robaron la pelota en las inmediaciones del área y Guarrotxena salió disparado hacia Razak, que vio con alivio cómo la pelota salía lamiendo el poste. Al descanso, el Córdoba llegó con ventaja en el marcador y aplausos en la grada. Los planes, de momento, iban bien.

Al Córdoba se le empezó a complicar el asunto en el minuto 57, cuando Héctor Rodas se lanzó al césped para abortar una internada de Guarrotxena. El levantino se quedó tendido en el césped y entraron los médicos. Dos minutos después, el central pidió el cambio. Y Oltra inició el carrusel de cambios y el primer homenaje a la polivalencia. Salió Luso, habitual pivote, para colocarse como lateral derecho y Stankevicius, titular en esa banda, se colocó por primera vez en este curso de defensa central. El Athletic, efervescente durante toda la segunda parte, apretó a un Córdoba algo desconcertado y con poca presencia en ataque. Con media hora larga por delante, el runrún en el graderío era ya notorio. La inquietud se palpaba. Y un ramalazo de pánico recorrió El Arcángel cuando el poste repelió un trallazo de Urtzi Iriondo.

Oltra sacó del campo a un irregular Nando para dar entrada a Fidel, ese futbolista del que todos esperan algo bueno. El aplauso de la grada al extremo de Riotinto era, a la vez, un voto de confianza y una plegaria. El Córdoba lo pasaba francamente mal en el tramo final del partido. Incómodo y sin nada claro para armar acciones de ataque, defendía su renta ante el conmovedor apoyo de un público que daba por bueno el suplicio si al final resultaba rentable. Y al final lo fue.

FICHA TÉCNICA

CÓRDOBA CF, 1: Razak, Stankevicius, Héctor Rodas (Luso, 59'), Deivid, Domingo Cisma, Rafa Gálvez, Markovic, Pedro Ríos, Nando (Fidel, 65'), Raúl De Tomás (Jean Paul Pineda, 74') y Florin Andone.

BILBAO ATHLETIC, 0: Remiro, Saborit, Gil, Guarrotxena (Jurgi Oteo, 69'), Undabarrena, Unai López, Unai Bilbao (Villalibre, 61'), Urtzi Iriondo, Mikel Vesga, Íñigo Córdoba y Yeray Álvarez (Gorka Iturraspe, 76').

ÁRBITRO: Cuadra Fernández (Comité Balear). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Stankevicius, Markovic, Luso, Pedro Ríos y Fidel y a los visitantes Unai Bilbao, Yeray Álvarez y Gil.

GOL: 1-0 (22') Raúl De Tomás, de penalti.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la séptima jornada del campeonato de Liga Adelante, disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante unos 13.500 espectadores.

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