Rodri, el goleador ofuscado

Desde que llegó Carrión al banquillo, Rodri no ha dejado de marcar. Lo hizo ante el Málaga en la Copa y en Reus en la Liga. El Córdoba ganó los dos partidos y se metió en una espiral exitosa que no ha tenido continuidad. Ante el Cádiz, el delantero soriano volvió a poner su sello. Pero su equipo no sólo no ganó, sino que terminó dejando unas sensaciones muy desagradables: la afición tomó la salida en silencio, rumiando un resultado que no podían imaginar. “El fútbol es así de injusto y de raro. Nosotros teníamos el partido controlado hasta el empate, pero ahí nos ha sobrepasado un tanto. Luego ellos han tenido máxima efectividad y se han llevado los puntos”, explicó en la zona mixta con gesto de pesar.

¿Cómo sucedió todo? “Así es la Segunda División. Cometimos un fallito y ellos se han aprovechado para meter el empate y venirse arriba. A nosotros nos ha pasado factura”, indicó Rodri, poniendo sin quererlo el dedo en la llaga del frágil estado anímico del grupo. Cuando marcó el primero el Cádiz, el Córdoba se quedó sin saber para dónde tirar. Dudó entre irse arriba con todo o defender lo que tenía. “Ya sólo queda reponerse porque este partido ya pasó y preparar la semana para Oviedo”, insiste Rodri, que no cree que los malos resultados de la temporada no son “cuestión de casa o fuera”, sino que son “situaciones que se dan así”.

El goleador blanquiverde -ya lleva siete en la Liga y uno en Copa- se sumó al discurso de sus compañeros al hablar del equilibrio en Segunda, aunque no escondió que “no deja de preocupar” la clasificación. “Ahora mismo está todo muy junto, porque estamos cerca del descenso pero también del ascenso. Ganando un partido o dos te vuelves a meter arriba y creo que estamos en el camino”, sentenció un jugador que declaró que se siente “feliz en lo personal”, pero apostilló que “si no sirve para ganar, pues nada”.

Alguien le recordó las comparaciones con Florin Andone, delantero del Depor y antiguo referente ofensivo del Córdoba. Rodri se mostró diplomático y sincero. “Ni las escucho ni me molestan. Es normal que las hagan porque él estuvo aquí y yo he llegado luego. Creo que es bueno que se hagan porque eso quiere decir que se puede comparar”, arguyó.