En la rampa de salida

Son estos unos días de relativa calma. Después del aluvión de novedades del pasado domingo el Córdoba parece instalado en la tranquilidad en la semana que continúa. Aunque en realidad ese hecho lo es sólo en el aspecto comunicativo, más relajado tras esa oleada de fichajes y renovaciones. Muy diferente es el asunto en los despachos de El Arcángel, donde además de seguir la renovación y venta de abonos la dirección de fútbol trabaja de manera incesante. La labor lo es en dos terrenos diferentes: uno es el diseño de la pretemporada, con stage ya cerrado pero con uno o dos partidos por definir, y otro es, lógicamente, la confección de la plantilla de la próxima campaña. En ese sentido, el departamento que dirige Álex Gómez Comes no sólo busca nuevas piezas para el equipo de Carrión -en bandas y quizá en media punta- sino que también trata de dar salida a algunos futbolistas con contrato con los que no cuenta. Son los casos, principalmente, de Bijimine y Abel Moreno, a los que sin embargo pueden añadirse otros como los de Antoñito y Luso.

En efecto, el Córdoba permanece metido de lleno en muy diversos frentes en relación  la configuración de su plantel. Eso conlleva también a la búsqueda de soluciones para los vínculos a los que no pretende dar continuidad. Dicho de otro modo, días después de que arrancara en las carreteras españolas la entidad mantiene abierta su operación salida. Una circunstancia en esta ocasión más importante dada la necesidad de fichas para firmar los al menos dos jugadores que baraja fichar la dirección de fútbol del club califal -las bandas están bajo el foco-. Lo cierto es que Álex Gómez y su equipo de trabajo trata de resolver la situación de dos futbolistas en concreto. El primero de ellos es Bijimine, que tiene dos temporadas más de contrato. El franco congoleño no entra en los planes de Luis Miguel Carrión desde que a comienzos de febrero sufriera un accidente de tráfico. Además, el propio zaguero demostró en la recta final del curso, en la que desapareció del once y de las convocatorias, su interés por salir.

La situación de Bijimine es compleja en tanto en cuanto a la duración de su contrato, de forma que quizá el acuerdo tarde algo más en llegar que en otros casos. Sin ir más lejos, Guille Donoso rescindió con rapidez. El asturiano firmó después con el Lugo, que este jueves fichó a otro ex cordobesista, por cierto: Edu Campabadal. También estaba claro el futuro de Borja Domínguez y tampoco se demoró su marcha. Aunque el gallego cruzó la puerta con brevedad debido a que el Alcorcón decidió apostar por él. Las tres partes se encontraron y el cuadro madrileño abonó unos 100.000 euros para hacerse con los servicios del centrocampista. En situación similar a la del defensa se halla Abel Moreno, quien regresa después de su cesión a la Ponferradina. El lateral izquierdo, que llegó a participar con el primer equipo de la mano de Oltra en la 2015-16, renovó antes de poner rumbo a tierras bercianas, pero no cuenta.

Tanto con Bijimine como con el sevillano debe resolverse la vinculación que cada uno tiene con la entidad califal, algo en lo que ayudaría el interés de un tercero. Es lo que ocurre con un Antoñito que de repente se vio en lugar extraño. Las incorporaciones de Fernández y Loureiro dejan sin espacio, o eso es lo que incluso llegó a entender el propio futbolista, al lateral derecho. El Valladolid anda tras sus pasos y él no vería con malos ojos su despedida amistosa previa rescisión. Pero no es la del jugador natural de Herrera la única novedad inesperada en el capítulo de posibles bajas para hombres con contrato que surgió en los últimos días. No en vano, el fichaje de Álex Vallejo hace que Luso también mire de cerca la puerta giratoria. El aragonés perdió poco a poco la confianza de Carrión y con la llegada del nuevo centrocampista, que también puede actuar como central, las opciones de entrar en los planes del catalán descienden más si cabe. El gran número de recursos existentes en la medular completa el momento difícil del maño.