Pinturas de guerra y un solo grito: “Sí se puede”
Aun no arrancó y sin embargo ya está en marcha. El duelo de mayor trascendencia de la temporada y de los últimos tiempos comenzó fuera del césped. Porque la afición no quiso dejar de mostrar su respaldo, incluso desde antes del partido, a un Córdoba que aspira a continuar en Segunda A tras una remontada épica. La culminación al difícil proceso la quiere alcanzar el conjunto blanquiverde ante el Sporting de Gijón en la jornada que echa el cierre al campeonato de Liga. Para ello cuenta con el fiel apoyo de sus seguidores, que en torno a las 18:30 se reunían por algún centenar delante de las taquillas de El Arcángel. Su intención no era otra que recibir al cuadro califal y dejarle claro que estaba, está y estará con todos los que lo componen. Pinturas de guerra y un solo grito: “Sí se puede”.
Superadas las 18:00 el ambiente era distinto al habitual en los aledaños del Nuevo El Arcángel. El optimismo predominaba y poco a poco eran más los que se acercaban al coliseo ribereño para ver de cerca a los futbolistas y el cuerpo técnico que a esa hora únicamente pensaban en certificar su permanencia en Segunda A. Tras una extraña calma, minutos después aparecía el autocar del Córdoba. Fue entonces cuando los decibelios subieron. La afición daba su primera patada al balón, que rueda en realidad a partir de las 20:30. Los jugadores mantenían el tipo mientras saludaban y Sandoval tiraba de sus gestos moralizantes. Ya en el interior del estadio era momento de luchar contra los nervios. Son 90 minutos y un futuro.
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