Sin mirar atrás
Que no va a ser fácil es algo que no merece la pena repetir. Los hechos se encargan de recordarlo. El Córdoba sumó un punto ante el Oviedo y eso es algo que, dadas las circunstancias, se debe celebrar. Los de Sandoval pudieron ganar... y también perder. Se lanzaron a pecho descubierto en un tramo final electrizante, enardecidos por el aliento de un estadio repleto y por la necesidad de mantener abierto el grifo de entrada de puntos. Lo lograron con mucho esfuerzo y bastante mérito gracias a un gol de Aythami Artiles cuando el cronómetro lanzaba mensajes inquietantes. El Córdoba engarzó su quinta jornada sin perder y se mantiene de pie, magullado pero sin perder en la mirada el brillo de la esperanza.
Reyes, titular. “Queremos que nuestros jugadores con más talento entren en acción”, dijo en las vísperas del partido Sandoval, que fue consecuente con su afirmación ante los medios. El utrerano, un generador de peligro de primera magnitud y un elemento diferencial en la categoría, salió con el nueve en la espalda y el personal se excitó aún más de lo que estaba. Fernández regresó para cubrir la banda izquierda, la opuesta a su lugar habitual de trabajo: allí se ha atornillado Loureiro, que contra pronóstico se ha transformado en protagonista de una historia de superación. El gallego ha pasado de apestado a indispensable. Su mutación encaja perfectamente dentro de la metamorfosis de un Córdoba desatado, al que los resultados han dado empaque y un poder de intimidación brutal. Los que hace meses parecían almas en pena son ahora casi superhéroes. Ya nadie les mira igual. Y ellos se miran al espejo y se gustan. Un poco de narcisismo nunca viene mal si se trata de compensar unos tiempos oscuros de burlas y complejos. Ahora, el Córdoba es un equipo que compite hasta el final. Pero sin postureo. Va de frente y es un equipo honesto y cabal.
Los anfitriones tuvieron una fogosa puesta en escena, aunque el primero que cobró fue Reyes. A los 14 segundos, el sevillano recibió una fea tarascada de Ramón Folch. Con ambos equipos muy pendientes de mantener las posiciones, el pleito se mantuvo equilibrado aunque con mayor posesión para los de Sandoval. Ocasiones de gol, poquitas. El Oviedo lo intentó al cuarto de hora con un trallazo furioso de Diego Rocha que acabó con el balón en las manos de algún espectador del Fondo. Los blanquiverdes buscaron a Sergi Guardiola, que trató de crear juego con arrancadas que terminaron frenadas de mala manera por los oviedistas. Forlín y Mossa vieron tarjetas antes de los veinte minutos por detener de modo ilegal al delantero jumillano. La igualdad se quebró en el 26' después de una acción desgraciada del Córdoba, cuyos zagueros estuvieron demasiado contemplativos en un balón rechazado que agarró el italiano Fabbrini para batir a Kieszek.
El 0-1 espoleó a la grada, que animó con fuerza, y el equipo quiso reponerse de inmediato. Estuvo a punto de hacerlo en una falta que recibió Reyes y que lanzó el internacional sevillano de modo magistral, aunque la respuesta del portero del Oviedo estuvo a la misma altura. Herrero voló hacia la escuadra para enviar con la mano derecha a córner. Tras el saque de esquina, Aythami pidió penalti por un agarrón de Christian. Gorostegui le dijo que allí no había pasado nada. En los estertores de la primera parte, el Córdoba montó una acción combinada muy vistosa, con intervención de Aguza, Reyes y Loureiro, que terminó con un envío al área del gallego al que llegó en carrera Alfaro. El disparo del onubense se estrelló en el cuerpo de Cotugno, que tenía los brazos pegados al cuerpo. Hubo protestas y el sofocón se apagó cuando el árbitro señaló el final de la primera parte. El Córdoba sufría ante un Oviedo muy competente.
A la vuelta, el Oviedo se pertrechó bien ante el previsible acoso inicial de un Córdoba arengado desde el vestuario. Los blanquiverdes siguieron combinando, pero con acciones previsibles para la defensa carbayona. Sandoval buscó un giro argumental a los diez minutos retirando a Juanjo Narváez para dar entrada a Sasa Jovanovic. En el primer balón que tocó, el serbio pegó un zapatazo con la derecha que se estrelló en el lateral de la red. Poco después, el técnico metió al joven Álvaro Aguado en lugar de Aguza. El Oviedo se protegía bien y asustaba en las salidas a la contra. Con el jiennense corrió el aire. Su habilidad para hacer daño al rival sin balón ayudó a que hombres como Jovanovic o Reyes, que se vació en el campo, encontraran vías para la portería azulona.
A quince del final, Eneko Jauregi suplió a Alfaro. El Córdoba iba ya a por todo. Aythami, el talismán en las últimas semanas, la tuvo en su cabeza al rematar libre de vigilancia tras un saque de córner. El balón se le fue desviado. La grada hervía por entonces. El Oviedo pudo abrochar el partido en una acción en la que Miguel Linares se encontró con la pelota en el área pequeña, libre de marca, pero fue incapaz de armar un disparo. El que sí celebró fue Aythami, que a falta de tres para el final se tiró a ras de césped para remachar el empate. El canario corrió como un poseso en la celebración y El Arcángel ardió con un desgarrador “¡Sí, se puede!”.
El árbitro dio cinco minutos de prolongación. Sergi Guardiola, en el 93, forzó al meta ovetense a firmar una difícil parada tras un lanzamiento raso. El Córdoba, enfebrecido, se ponía en riesgo. El Oviedo pudo asestar un golpe mortal en varias acciones en las que cogió a la retaguardia cordobesista descolocada. Esa sensación de miedo final hizo que la afición se tomara como un marcador aceptable este empate. Loureiro tuvo la última en un disparo lejano que desvió Herrero. Los locales, exhaustos, se derrumbaron sobre el césped con el pitido final. Sonaban aplausos. Aquí no se rinde nadie.
FICHA TÉCNICA
CÓRDOBA, 1: Pawel Kieszek, Loureiro, Aythami, Álex Quintanilla, Fernández, Edu Ramos, Sergio Aguza (Álvaro Aguado, 62'), Alfaro (Eneko Jauregi, 74'), Reyes, Narváez (Jovanovic, 57') y Sergi Guardiola.
OVIEDO, 1: Alfonso Herrero, Cotugno (Johannesson, 65'), Carlos Hernández, Forlín, Christian Fernández, Mossa, Folch, David Rocha (Patrick Hidi, 87'), Saúl, Toché (Linares, 77') y Fabbrini.
ÁRBITRO: Gorostegi Fernández-Ortega (Comité Vasco). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Edu Ramos y Reyes y a los visitantes Forlín, Mossa, Toché, Rocha y Johannesson.
GOLES: 0-1 (26') Fabbrini. 1-1 (87') Aythami.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga 1|2|3, disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante 18.015 espectadores, con un centenar de seguidores del Oviedo en la zona de Tribuna. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Carlos Gonzalo, hijo de periodista de Canal Sur del mismo nombre; por Diego Díaz, guardia civil fallecido esta semana, y por el padre del jugador oviedista Toché.
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