Jona, el otro ausente en el Ángel Carro

Cuatro son como mínimo. El estreno de Curro Torres como entrenador del Córdoba va a resultar más que complejo. El técnico no sólo debe poner punto final a la dinámica negativa del equipo, sino hacerlo pese a una plaga de bajas. Luis Muñoz, Jovanovic, Jaime Romero y Javi Lara se van a perder, sí o sí, el duelo del sábado con el Lugo. Y en duda están Alfaro y Marcos Lavín. Pero éstas no son las únicas ausencias en el choque con la escuadra gallega, por parte de la que no va a estar un viejo conocido en El Arcángel. Se trata de Jona, quien milita en el equipo del Ángel Carro en calidad de cedido por la entidad califal. El delantero no puede ser de la partida con motivo de la habitual cláusula del miedo, si bien es cierto que su presencia sobre el verde es poco probable siempre. La temporada no marcha como él quisiera, y como su club también deseara. Imposible es el reencuentro en este caso.

Al igual que sucediera con Edu Ramos la anterior jornada, el hispano hondureño tiene imposibilitada su participación ante el Córdoba. Con todo, lo cierto es que en el cuadro gallego goza de escasa confianza. El ariete, que firmó por el conjunto blanquiverde en verano de 2017 como fichaje estelar y principal reclamo para la afición, no encuentra la fortuna en el Ángel Carro. Como tampoco lo consiguió en el que aún es su entidad de pertenencia o en el Cádiz. En el conjunto amarillo recaló en el último mercado de invierno, con un primer préstamo por parte de los califales, y sus números fueron muy discretos: disputó 14 partidos y no vio puerta en ninguno. Antes, con el equipo de El Arcángel intervino en 18 encuentros de Liga y apenas anotó tres goles. De esta forma, Jona atraviesa, sin duda, la peor etapa de su trayectoria profesional.

Una época ésta que soñó mejorar el pasado período estival cuando salió con destino Lugo. Allí le aguardaba un equipo donde teóricamente había de convertirse en máximo referente ofensivo. Sin embargo, la realidad es muy diferente superado el primer tercio de campeonato liguero. Fue titular en las primeras cuatro jornadas de Segunda A y en ninguna de ellas logró anotar. A la quinta se vio relegado a la suplencia. Desde aquel choque sólo recuperó un lugar en el once en la tercera ronda de Copa y apenas jugó otros dos duelos más entre el torneo del KO y la categoría de plata. El último en la competición de la regularidad fue en la fecha número 12, en la visita del cuadro gallego al Reus. Eso sí, contó con sólo cinco minutos de juego. El sábado va a ser otro fin de semana en blanco para él debido, en efecto, a la cláusula del miedo.

Si Jona no está, otros sí. El hispano hondureño comparte con otros jugadores del Lugo el papel de viejo conocido para el Córdoba. Hasta cuatro futbolistas más tienen cartel de exblanquiverdes. Uno de ellos nacido precisamente de la base de la entidad califal. Es Bernardo Cruz, quien cumple su segunda campaña en el conjunto gallego. En esta ocasión con menos fortuna, puesto que después de arrancar el curso como titular hoy por hoy aguarda la oportunidad de entrar en el once. El canterano cordobesista perdió la confianza de Javi López y ahora trata de ganarse la de su nuevo entrenador, un tal Alberto Monteagudo. Porque al frente de la escuadra lucense está desde hace varias jornadas quien hace una década vistió la camiseta del extinto Lucena. Al club celeste lo dirigió también en sus primeros pasos como preparador.

Bernardo espera la ocasión de volver al césped en materia competitiva, una situación muy diferente a la que viven dos hombres que celebraron el ascenso a Primera con el Córdoba. Al igual que él, por cierto. Se trata de Juan Carlos y Campabadal. El portero es el elegido para defender el arco gallego, el lateral entra en juego desde la séptima jornada. Aunque en la última le tocó partir desde el banquillo. La lista de ex del cuadro califal la completa Seoane, que es otro de los fijos en los onces lucenses. Todos ellos desean, en mayor o menor medida, dificultar desde el terreno de juego la reacción del que el sábado va a ser su rival. No así Jona, que es el otro ausente en el Ángel Carro.