Igor Stefanovic, el complemento para Pawel

Hay un elegido para apuntalar la portería del Córdoba. Igor Stefanovic, serbio de 30 años que en la última campaña militó en el Moreirense portugués, está a punto de cerrar un acuerdo con el Córdoba CF para su incorporación inmediata, según ha avanzado el digital Cordobadeporte. Este guardameta, de 1'93 de altura, recaló en la liga portuguesa en 2011, para fichar por el Santa Clara de la Segunda División. Tras solo una campaña fichó por el Porto, club en el que estuvo dos años defendiendo la portería de su filial, con cesión incluida al Arouca. En la 14/15 estuvo en el Chaves y después se incorporó al Moreirense, en el que militaba hasta 2015 y en el cual permaneció inédito durante la pasada campaña. Antes de emprender la aventura en Portugal jugó en el Rabotnicki macedonio y también en el  Radnicki Nis, Zemun, Vozdovac, Borac Cacak o Banat, todas ellas entidades de Serbia.

La prolongación del periodo de recuperación de Pawel Kieszek -quien también llegó desde Portugal, pues militó en el Estoril-, que tendrá al menos tres semanas más de trabajo específico para rehabilitarse tras su operación en la mano derecha, ha hecho que la dirección deportiva del Córdoba tome determinaciones para cubrir una demarcación clave. Ante la posibilidad de que Pawel -el mejor cordobesista la pasada campaña- no llegara en plenitud de condiciones al exigente comienzo de Liga, además del recelo que provocaba la bisoñez de Marc Vito, el Córdoba reforzará la portería con un elemento experto que podría competir con Pawel por el puesto y ofrecer, a juicio de los arquitectos del equipo, mayores garantías en la competición profesional.

Vito, de 21 años y procedente del Córdoba B, donde tuvo una notable actuación en el grupo IV de Segunda B, fue promocionado este verano después de renovarle el contrato hasta 2020. Ahora, con las fichas del filial cubiertas y ante la posibilidad de un año con poco protagonismo, el Córdoba llevará a cabo una cesión del meta ex del Badalona. El Extremadura, de Segunda B, parece su destino.