El 'subidón' de los embalses de Sierra Morena gracias a la borrasca Geroé

Los frentes atlánticos asociados a la borrasca Garoé han dejado en la última semana acumulados de más de 100 litros en puntos de la Sierra Morena cordobesa, especialmente en la zona de Hornachuelos y el Bembézar. Esas precipitaciones, abundantes para esta época del año, han alegrado la situación de sus embalses. Tanto que hay uno, el Bembézar, que está muy cerca de superar a Iznájar en cantidad de agua acumulada.

Hasta las 18:00 de este viernes, los embalses de la provincia de Córdoba habían ganado 62 hectómetros cúbicos durante una semana. Es una cantidad de agua similar a la que se bebe una ciudad como Córdoba durante más de tres años, por poner perspectiva. Eso sí, no todos esos hectómetros han entrado en embalses de abastecimiento a las ciudades, aunque también.

Ahora mismo, la media de la reserva en la provincia de Córdoba se aproxima al 34%, por una situación muy desigual entre los pantanos del norte y del sur, donde ha llovido menos y donde además está el gran embalse de Andalucía, Iznájar. En total, en los embalses de la provincia hay 1.122 hectómetros cúbicos de agua acumulada, por una capacidad total de 3.320 hectómetros cúbicos.

Pero estas lluvias han comenzado a aliviar la situación que se vivía en embalses de Sierra Morena, fundamentales para garantizar el regadío de verano en gran parte del Valle del Guadalquivir, pero también para abastecer a sus poblaciones.

Bembézar ha ganado casi la mitad de todos los hectómetros que han recuperado los embalses cordobeses. En menos de una semana ha pasado de tener 184 hectómetros cúbicos a 212. Actualmente, este embalse está al 65% de su capacidad, de casi 330 hectómetros cúbicos. Su agua se usa exclusivamente para el regadío. Mientras, Iznájar, que también ha ganado, retiene actualmente 217 hectómetros cúbicos de agua. Eso sí, su capacidad es tres veces mayor: 920 hectómetros. Iznájar está en la actualidad al 23,6%. Su cuenca ha sido mucho menos afortunada por las lluvias de Geroé, y depende en gran parte de la nieve que se acumula cada invierno en Sierra Nevada, este año bastante escasa.

En cuanto a embalses de abastecimiento, el Guadalmellato es uno de los grandes pantanos de la provincia que mejor está. De este embalse bebe directamente la ciudad de Córdoba. En total, el Guadalmellato retiene casi 129 hectómetros cúbicos y su situación actual es que está al 88% de su capacidad, casi técnicamente lleno. Los ingenieros suelen jugar con su agua y desembalsar en San Rafael de Navallana, que es el que se utiliza para el regadío. Este último embalse está al 39% de su capacidad, con algo más de 60 hectómetros cúbicos en su interior.

Si regresan las lluvias intensas, es probable que los ingenieros también decidan abrir las compuertas del Guadalmellato, para seguir haciendo sitio. Sus aguas no irán al Guadalquivir, sino que irán llenando progresivamente San Rafael de Navallana. Entre ambos embalses, la ciudad de Córdoba es uno de los municipios españoles que disfrutan de uno de los sistemas de abastecimiento más robusto.

En cuanto al norte de la provincia, la lluvia sigue alegrando la situación en Sierra Boyera. Hace algo más de un año, este pequeño embalse, que se usa casi exclusivamente para dar de beber a 80.000 personas, estaba técnicamente vacío. Ahora mismo está ya al 60%, gracias a los casi dos hectómetros que ha ganado con las últimas lluvias. El otro embalse de abastecimiento de la provincia es Martín Gonzalo, que da de beber a los pueblos de Montoro y su entorno. Ha superado el 50% de su capacidad y retiene ahora mismo más de diez hectómetros cúbicos de agua.

En Sierra Morena conviven otros dos grandes embalses en un mismo río, el Guadiato. El primero es Puente Nuevo, que alimentaba a la térmica del mismo nombre. Ahora está al 37% con más de 100 hectómetros cúbicos. Aguas abajo se construyó otro gigante, La Breña II. Es el más vacío de la provincia, ya que no está ni al 17% de su capacidad. Eso sí, en su interior hay ahora mismo 138 hectómetros cúbicos, más de la capacidad que tenía en su momento La Breña I.