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CRÓNICA

Giro de timón en Peñarroya-Pueblonuevo tras días de gritos, pintadas y coches vandalizados

Moción de censura en Peñarroya-Pueblonuevo

Juan Velasco

Peñarroya-Pueblonuevo —

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“Yo me llevo bien con todo el mundo, yo creo que podría meterme en la política”, decía en broma una joven de Peñarroya-Pueblonuevo con una cerveza en la mano, ubicada en un bar a escasos metros del mercado municipal. Eran las 14:00 del viernes 24 de enero, y de la rampa del mercado bajaba a pie el ya exalcalde de la localidad, el socialista Víctor Manuel Pedregosa, que acababa de ceder el bastón de mando a una antigua compañera de partido.

Pedregosa no estaba en el mercado por azar. Ha sido en este edificio municipal acristalado donde este viernes, a las 12:00, se ha celebrado el Pleno Extraordinario en el que se ha aprobado una moción de censura contra el exregidor socialista. El Ayuntamiento, situado cerca de un polígono de la localidad, está en obras, así que el Pleno más tenso de la legislatura se ha celebrado en un salón de actos en el mismo edificio donde se compra la carne y el pescado.

Un edificio que este viernes estaba totalmente acordonado por la Guardia Civil, y frente a cuya puerta, en un bloque en estado de semiabandono, se podían leer tres pintadas hechas con spray rojo: “Medina cobarde y traidor”, “Tú no quieres a Pya (Peñarroya)” y “Eres un cerdo Medina”. 

El Medina que señalaban las pintadas es José Manuel Medina, portavoz del PP, uno de los impulsores de la moción de censura que ha convertido en alcaldesa a Mariví Paterna, representante de la coalición Sí Peñarroya, y exteniente de alcalde del PSOE durante las anteriores dos legislaturas. 

Desde este viernes, Paterna es la nueva alcaldesa. Y su primer discurso tras hacerse con el bastón de mando ha sido breve, como ella mismo ha dicho, para evitar caldear los ánimos de un pueblo que ha mostrado una fractura total en el salón de actos del Mercado de Abastos.

Dos tránsfugas y dos exsocialistas

Peñarroya-Pueblonuevo es la capital del Alto Valle del Guadiato y punto estratégico del corredor natural Córdoba-Badajoz. Tiene más de 10.000 habitantes y, como ocurre en todas las localidades de España, una buena parte de de ellos ha vivido este viernes ajena al cambio de gobierno en el Ayuntamiento.

De hecho, en la previa de la sesión plenaria, y a la salida de la misma, era habitual escuchar entre los vecinos presentes la coletilla de “soy apolítico” para justificar la adhesión a uno u otro bando. Pero es del todo improbable que entre los asistentes a la sesión hubiera vecinos sin sesgo político. Más bien al contrario, lo que se percibía es un interés genuino (y muy encarnizado) en la situación política de esta localidad con un pasado industrial y minero, ubicada en una de las comarcas más deprimidas de Andalucía y la que mayor despoblación sufre de la provincia.

No obstante, lo que se ha dado en Peñarroya-Pueblonuevo es, cuanto menos, curioso políticamente hablando. La moción de censura que ha prosperado parte de un pacto entre PP y Vox (cinco concejales el primero, uno el segundo), y dos ediles de Sí Peñarroya, una formación ciudadana que, en realidad, cuenta con dos ex militantes del PSOE y a quienes se les supone, igualmente, ideario más progresista que conservador.

Este triunvirato, en puridad la oposición municipal desde el inicio del mandato, contaba con ocho votos que no daban para desalojar al hasta ayer alcalde socialista, quien contaba con siete concejales del Grupo Municipal PSOE, y gobernaba apoyado por los dos que había logrado IU. Así se ha gobernado hasta el pasado mes de septiembre de 2024.

Fue entonces cuando Paloma Nogales, entonces concejala de IU, se fue al grupo de no adscritos y se abrió la posibilidad de voltear el resultado que otorgaron las urnas en mayo de 2023. Y lo que era una posibilidad se convirtió en una petición por registro oficial cuando, a principios de enero, una de las concejalas del equipo de Gobierno, María Teresa Molina, número dos del PSOE en los comicios de 2023, anunció que también pasaba al grupo no adscrito.

Todo estaba hecho. El presidente provincial del PP, Adolfo Molina, llegó a comunicar el voto favorable de la exconcejala socialista hace diez días. Y este viernes se ha ratificado: diez votos a favor y siete en contra de una moción que supone un giro de timón que se ha producido en un ambiente tenso, marcado por la vigilancia policial y por algunos incidentes previos censurables y que ya están bajo investigación.

Investigación de las pintadas y el ataque al coche del portavoz de IU

Porque la Guardia Civil investiga dos hechos relacionados con la votación de este viernes. Por un lado, las pintadas que hay por todo el pueblo y que cargan tanto contra el líder del PP como contra el resto de formaciones que han impulsado la moción de censura. Y, por otro lado, la denuncia que formuló el portavoz de IU, Pedro Ángel Cabrera, que informó de un ataque que ha sufrido su vehículo y que achaca un acto de intimidación por su papel de apoyo al exalcalde del PSOE.

Precisamente, ha sido Víctor Manuel Pedregosa quien más hincapié ha hecho en la presunta sensación de cisma que se vive en la localidad. En su última intervención como alcalde, se ha dirigido a la Guardia Civil, y les ha pedido que “a partir de ahora tengan más presencia, porque van a vivir muchos momentos de inseguridad”.

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