Una grieta reabierta y por sellar
Vive un comienzo de temporada complicado. No conoce la victoria y es antepenúltimo. Un hecho que es consecuencia de diversos factores. Aunque uno resulta esclarecedor y determinante. Éste no es otro que la elevada cifra de goles encajados. Suficiente es acudir a la columna de tantos en contra de la clasificación para confirmar el problema. El Córdoba acumula trece dianas recibidas en apenas cinco jornadas de Liga. La cifra habla por sí misma, más si cabe si se tiene en cuenta que es la peor en este sentido en la historia del club. Es el dato más abultado a estas alturas de curso y no sólo con la Segunda División como referencia. Ni siquiera en Primera cuenta con un registro tal como éste a lo largo de su trayectoria. Se trata, sin duda alguna, de una grieta a sellar lo antes posible.
Reabierta en Málaga, la apertura en el muro blanquiverde es la principal preocupación del equipo. Todavía más con la escasez de aciertos en ataque de las últimas fechas. Pero también porque con una media de casi tres goles encajados por encuentro ya es difícil sumar. El guarismo obliga a incrementar las estadísticas anotadoras. Lo cierto es que el Córdoba es hoy por hoy el conjunto con más dianas recibidas en Segunda A, y con una ventaja -negativa- ligeramente amplia. El Extremadura es quien le sigue en la lista con nueve tantos en contra, cuatro menos. Son datos resultantes de un récord que nunca quiere lograr entidad alguna. El cuadro califal atraviesa su peor comienzo de Liga a nivel defensivo, con dos golpes más de la cifra más abultada hasta ahora.
En efecto, los trece goles que acumula en su contra el equipo de Sandoval superan el guarismo más negativo de todos los tiempos para el club transcurridas cinco fechas de campeonato liguero. Y no importa la categoría. La cifra es de once tantos y la tiene en su historial por dos veces, si bien es necesario viajar atrás nada más y nada menos que cuatro décadas. Según apunta Álvaro Vega, compañero de @laligaennumeros, ese registro corresponde primero a la temporada 1956-57, con el Córdoba en Segunda Grupo Sur, y después a la 1967-68, en el tramo final de la época dorada del cuadro califal en Primera. Este segundo caso es el último en el que el conjunto blanquiverde encajara más de diez dianas a estas alturas de campaña. Por cierto, esta estadística se repite hasta en cinco experiencias desde el primero de los días de la entidad y el más reciente de los precedentes es del ejercicio 2014-15, el del desastroso regreso a la élite de los cordobesistas.
Por la grieta entra además un dato no menos importante a nivel numérico. El Córdoba encaja trece goles en cinco jornadas cuando la pasada campaña recibiera dieciséis en otros tantos partidos con Sandoval. Son once encuentros menos pero la diferencia es de sólo tres dianas. Precisamente esta circunstancia es la que sobresale dentro del imaginario colectivo en torno a El Arcángel. Principalmente porque la defensa es la misma que en el mencionado tramo final de la temporada anterior, con Luis Muñoz y Luismi Quezada como únicas novedades. Sin embargo, lo que funcionara unos meses atrás, y facilitara la consecución de una histórica permanencia en Segunda A, ahora no lo hace tanto. Si bien cabe recordar aquello de que defiende todo el equipo y no los jugadores que componen la zaga.
Sea como fuere, este hecho provoca que, casi desde el principio, Sandoval no cejé en su empeño de encontrar solución. El dato en este caso es el cambio de formación defensiva hasta en cuatro ocasiones. Por ahora, la única retaguardia repetida en lo que va de Liga es la que tan buenos resultados diera en la épica remontada de los blanquiverdes la 2017-18. Es decir, la compuesta por Fernández y Javi Galán como carrileros y por Álex Quintanilla, Aythami y Jesús Valentín como centrales. Después de la derrota ante el Oviedo, en la segunda jornada, los cinco hombres son historia -quizá hasta el próximo sábado, quizá de manera definitiva-. Desde entonces la línea está configurada por cuatro futbolistas y muestra tres modelos diferentes en relación a los nombres. Sólo el mencionado Luis Muñoz, que sí debutara en Copa, no aparece en la libreta del técnico madrileño para el campeonato de Segunda A.
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