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Alberto Aguilar: “Una espina que se me va a quedar siempre es no haber jugado en Inglaterra”

Alberto Aguilar en su etapa en el Córdoba

Miguel Huertas Córner Cordobés

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Su posición, sin temor a la duda, no saldrá en las recopilaciones de mejores jugadas de siempre, aunque sea protagonista indirecto de alguna de ellas. Fue testigo sobre el césped de uno de los mejores goles de la carrera de Messi, en un partido de Copa del Rey contra su Getafe. Sin embargo, pocos recuerdan -o quieren recordar- que el equipo azulón goleó severamente al Barcelona en el partido de vuelta para asegurar así la presencia en su primera final del torneo en toda su historia. Y un jugador cordobés estuvo allí para verlo.

De Málaga a Madrid, de ahí a Albacete pasando por Granada -más o menos- y luego al Córdoba. Alberto Aguilar Leiva (Benamejí, 1984) sólo acumula 33 partidos en Primera División entre Málaga y Getafe. Sin embargo, se trata del segundo jugador cordobés con más partidos en la historia de Segunda División, sólo por detrás del defensa de Peñarroya Silvi Fernández, que acumuló un bagaje de 289 entre el Sabadell y el Deportivo de la Coruña. Aguilar dejó la marca en 278 con el Málaga B, el Granada 74, el Albacete, el Córdoba y la Ponferradina. Por el momento, pocos jugadores pueden aspirar, a corto plazo, a superar su marca. Le dio tiempo, además, a compartir vestuario con recordadas estrellas como Darío Silva o Diego Costa. Hace pocas semanas, decidió colgar las botas en su último club, el Antequera, que ya figura como rival del Córdoba en la próxima Segunda RFEF tras su ascenso. Allí ejercerá como director deportivo para conseguir la permanencia de un club que le ha marcado para siempre y en una ciudad en la que está completamente acomodado con su pareja y sus hijos. De su pasado enriquecedor, de su presente tranquilo y de su futuro ilusionante ha hablado con CORDÓPOLIS tras casi 20 años de carrera profesional.

PREGUNTA. Llevas prácticamente más de 15 años jugando al máximo nivel, tanto en Segunda como en Primera División. ¿Cómo haces para mantenerte en ese nivel siempre?

RESPUESTA. Bueno, la verdad es que yo soy un apasionado del fútbol y como ya desde hace muchos años lo convertí en mi profesión, pues exclusivamente me he dedicado a eso, a cuidar mi cuerpo y a poder sacar el máximo rendimiento.

P. ¿Has tenido alguna vez alguna dieta específica o siempre mantenías una línea normal?

R. No, dieta específica nunca, pero sí que es verdad que me he privado de muchísimas cosas y eso a la larga es lo que lo que te da un plus. Yo siempre he intentado cuidarme; la alimentación y el descanso, sobre todo. Y eso con los años, pues lo he notado.

P. Ahora que quedas retirado, con algunas funciones con el Antequera. ¿Cómo se pasa de esa vida? ¿Cómo se pasa de jugar a no jugar?

R. Bueno, aún es pronto para decirte, pero sí que es verdad que voy a echar mucho de menos el día a día, de entrenar cada día, el de llegar al fin de semana y prepararte la comida pre partido, siempre tener esa rutina de levantarte, el desayuno, dar un paseo, luego comer pasta, cuidarte. En ese sentido, yo creo que eso lo voy a echar bastante menos cuando llegue el momento. Ahora mismo de verdad que es muy reciente y bueno, ya tenía ganas de descansar, pero creo que a la larga lo voy a echar de menos

P. ¿Y vas a mantener algo de esa rutina? Me refiero a paseo o comida y demás, ¿o te vas a relajar un poquito?

R. Lo veo difícil y siempre he pensado que el momento en dejar el fútbol, por lo menos ese verano que no iba a mirar ni comida ni nada (risas). Pero es difícil cuando llevas tantísimos años acostumbrado a una rutina y una rutina que te ha ido bien. No creo que cambie mucho.

P. Si quieres, empezamos ya con lo deportivo. Eres un ejemplo de los que no destacan en la cantera del Córdoba, pero eras un cordobés que salió muy pronto de la provincia. ¿Cómo fue ese salto de tu pueblo a directamente una buena cantera como la del Málaga?

R. Bueno, la verdad es que para mí fue muy duro, muy difícil, porque yo jugaba prácticamente en el equipo del pueblo por diversión y me llevaron a encontrarte de un día a otro en un sitio diferente. Se entrena sin tu familia cerca, ni amigos ni nada. La verdad es que el primer año se me hizo muy duro, pero también, por otro lado, estaba haciendo lo que me gustaba y conforme iban pasando los años iba disfrutando más del fútbol, fue más cómodo y más a gusto me sentía y eso fue lo que, año a año, me ha ayudado a superarme.

P. ¿Con cuántos años te fuiste?

R. Me fui con 13.

P. ¿Lo primero era una residencia o irías algún piso controlado?

R. No, fui a una residencia donde había más jugadores y también había otros deportistas y demás.

P. ¿Te apegabas mucho a la familia, te costaba trabajo?

R. Me costó muchísimo. Yo lo pasé muy mal, tanto en Málaga como cuando cambié a Madrid. Lo pasé muy, muy mal, porque cuando estás tan pegado a la familia, allí al pueblo, siempre has hecho lo mismo y de un día para otro te lo cambian todo. La verdad es que yo lo pasé muy mal, pero bueno, al final son cosas que quedan ahí y hay que superarlas.

P. Entiendo que eso se compensa un poquito porque pocos años después debutas en Primera División. ¿Recuerda aún con mucho detalle ese día?

R. Eso se ha compensado con creces, no todo el rato es malo con uno solo. Lo recuerdo todo perfectamente. El momento para mí quedará para la historia, porque en mi debut en Primera fue un año magnífico en la cantera del Málaga y eso no se olvida.

P. Pero fue en Mallorca, haces el viaje en avión, sales de suplente y juegas 25 minutos, en un campo en esa época de un rival potente y creo que le da más importancia a eso.

R. Sí, era un campo como el del Mallorca, pasas de verte de un día para otro que te llaman para entrenar y cuando termina el entrenamiento ves tu nombre en la lista de convocados, y llamas a la familia. Le dices que te vas con en el primer equipo con 17 años, creo que tenía más o menos, no había cumplido 18 todavía. Imagínate la ilusión, del momento que haces la maleta, llegas a La Rosaleda, ves a jugadores de Primera División que para ti hasta ese momento eran tus ídolos y que te sientas al lado de ellos, te cambias al lado de ello, comes con ellos... todo eso fue increíble.

P. No sé si fue ese año, pero había nombres importantes como Dely Valdés o Darío Silva. ¿Recuerdas alguna anécdota especial con alguno de ellos en ese mismo día o en la temporada?

R. Sí, sí. Recuerdo como si fuera hoy que después del partido llegamos al hotel y claro, estábamos en Mallorca, era el mes de junio o por ahí. El Málaga ya se había salvado y todo el mundo se estaba vistiendo para ir a cenar fuera. Y cuando nosotros preguntamos, nos dijeron que de eso nos olvidáramos, que no podíamos porque nosotros teníamos que cenar en el hotel y no podíamos salir del hotel. Entonces los veíamos y nos quedamos allí como diciendo madre mía. Nosotros también podíamos, pero es verdad que éramos muy jóvenes. Y esa decisión del Málaga fue muy acertada,

P. Claro, no habías cumplido los 18.

R. No los había cumplido, por eso no nos dejaron movernos del hotel siquiera. Son cosas que se te quedan ahí, aparte de lo que es lo deportivo, el debutar, el ver la camiseta con tu nombre allí al lado de los jugadores de esa talla, pues esa es la anécdota y los recuerdos que te quedan.

P. Y después de eso, también una etapa muy buena en el Málaga B, con el filial en Segunda División, y habiendo debutado en Primera. Luego das un paso, diría que no sé si atrás al Granada 74. ¿Cómo era ese equipo? Porque eran un club que estaba en Murcia y se trasladó a Granada. ¿Tú tuviste una buena experiencia allí?

R. Bueno, eso fue quizás una de las decisiones más desafortunadas que he tomado mi carrera. Ahora puedo decirlo porque ya haces resumen de tu carrera y creo que me equivoqué al dar ese paso. Pero bueno, en ese momento yo estaba en Getafe, ese año no estaba participando mucho, lo que quería era simplemente jugar porque era muy joven. Tenía varias ofertas de Segunda División. Incluso me ofrecían tres, cuatro años de contrato y decidí arriesgarme de firmar sólo seis meses en un club nuevo como era el Granada 74. Es verdad que ahí se encontraba Antonio Tapia, que era el entrenador que había tenido en el Málaga B, que en ese momento el Granada 74 estaba bien posicionado, que era cuando ascendían dos de Segunda a Primera, y decidí arriesgarme porque mi idea era ir a jugar y confiaba en mí, en que podía dar buen rendimiento y volver a Primera. Pero desde que llego, las cosas fueron todo lo contrario. El club empezaba a no pagar, problemas de estadio, no teníamos dónde jugar. Bueno, que era un problema detrás de otro, que nos llevó al descenso y, a raíz de ahí, cuando desciendes con un equipo, a todo el mundo le perjudica. Ahí tuve que, entre comillas, volver a empezar mi carrera, ir a Albacete a demostrar que era un jugador válido. Y a raíz de ahí seguir creciendo.

P. Claro, porque tú venías del Getafe, de ser importante y con una final de Copa del Rey. También quería preguntarte por esa semifinal. De esos dos partidos, mucha gente recuerda aquel gol de Messi. Ya te habrán preguntado mucho por él. ¿Tú recuerda más el partido de vuelta en el que se le da la vuelta a todo?

R. Sí, eso fue tremendo. Se recuerda la ida por el gol. Bueno, yo sólo recuerdo uno de los partidos donde más he sufrido en mi carrera porque me enfrentaba a un Barcelona con jugadores como Xavi, Iniesta, Eto’o, Deco, Ronaldinho... No plantamos allí en el Camp Nou y eran una apisonadora. A los pocos minutos ya iban 3-0 con el gol de Messi. Recuerdo perfectamente que era el cumpleaños de Ronaldinho, la gente cantando y yo pensaba: ¿Dónde estamos? ¿Dónde nos hemos metido? Pero como en el fútbol hasta que no se termina todo puede pasar, conseguimos meter un gol, nos fuimos 3-1 al descanso y luego en la segunda parte 4-1, 4-2 creo que fue 5-2. El partido de vuelta sí es verdad que yo no sé quién fue el impulsor de que sí se podía, que podíamos lograrlo con un 3-0 en casa. La ciudad se volcó, Getafe se volcó, la gente mandando mensajes de ánimo. Me acuerdo que empapelaron el vestuario entero con mensajes de todos lados y empezamos a creerlo desde cuatro o cinco días antes del partido. Y cuando nos encontramos el día del partido, allí en el campo, prácticamente lleno que ese campo no solía llenarse, teníamos una ilusión tremenda. Empezaron a salir las cosas bien desde la primera parte y en el momento que metimos el primer gol la gente se volcó. Por eso el fútbol es tan grande, que al final un equipo humilde puede derrotar a un equipo tan grande como fue el Barça, y lo conseguimos.

P. ¿Cuándo empezasteis a creéroslo? Porque en el primer gol empezó a ir muy bien, pero ¿cuándo creísteis en realidad?

R. Nada más meter el primer gol. La idea era clara: era salir a por ellos desde el principio y conseguir un gol. A raíz de ahí, que pasara lo que tuviera que pasar. En el momento en que metimos el primer gol, la gente se lo creyó de una manera tremenda, tanto los jugadores como la grada, y nos llevaron en volandas.

P. En ese tiempo tienes cierta relevancia. Pero es verdad que no juegas la final, hay cambio de entrenador, juegas dos partidos y te marchas, como hemos mencionado, al Granada 74. ¿Qué pasa en ese verano para que no continúes?

R. No, pues no pasa nada. Simplemente que, a última hora de mercado de verano, el Getafe incorpora jugadores bastante buenos como eran De la Red o Granero. Yo jugaba de mediocentro y es verdad que era una posición donde estábamos siete para dos o tres posiciones. Y había una competencia tremenda. Eran jugadores que quizá en ese momento estaban mejor que yo y lo tenía complicado para jugar. Por eso estuve esa media vuelta. Y cuando llegó diciembre, pues decidí que por muy bien que lo hiciera, iba a tener demasiada competencia y decidí buscarme la vida por otro lado.

P. ¿Tuviste conversación con el entrenador, te buscó él la salida y demás? ¿Era Laudrup, no?

R. Sí, era Laudrup. Fui yo el que hablé con él porque me dijo que estaba encantado conmigo, que era un profesional, que siempre entrenaba bien, que en el momento que pudiese darme partidos me los iba a dar, pero que tenía que entender que los que estaban jugando lo estaban haciendo bien. Yo eso lo entendí perfectamente porque no puedes exigir al entrenador que te ponga cuando hay otros jugadores que lo están haciendo francamente bien. Entonces no lo van a quitar para ponerte a ti. Y yo vi que era muy complicado jugar y era joven. Yo con esa edad lo que quería era jugar.

P. Te fuiste al Granada 74, que ya hemos mencionado, y después, en esa etapa, llegas a Albacete. Te encuentras con un casi adolescente Diego Costa. ¿Te acuerdas de esa temporada?

R. Sí, nosotros cuando fichan a Diego Costa, que venía del Celta, ya sabíamos que venía un jugador con mucho carácter y un corazón tremendo. La verdad es que era y será, ya llevo tiempo sin hablar con él, un chaval que tiene un corazón enorme pero en el campo se transforma. Se le achacaba un poco la falta de gol porque luego tenía una potencia y una velocidad que dejaba atrás a todos los rivales. Hicimos un buen año, hicimos buenas migas y la verdad es que ese año disfruté mucho.

P. ¿Y ya se le veían maneras de a lo que iba a llegar?

R. A llegar a lo que llegó después, no. Lo imaginaba un futbolista con una progresión tremenda, pero no pensábamos que iba a llegar donde ha llegado.

P. Ahora llega la etapa del Córdoba, de la que supongo que te habrán hecho mil preguntas. Yo me voy a decantar por si ese Córdoba de la 2011-12 es el mejor equipo donde has jugado en cuanto al estilo, por belleza o por gusto.

R. No creo que haya sido el mejor equipo, pero sí es verdad que en toda mi carrera puede ser el equipo con las ideas más claras. Había un entrenador que lo que quería había que realizarlo en el campo sí o sí y no de cualquier manera, sino como él te explicaba, como él te enseñaba, como él trabajaba, como se hacía diariamente en el entrenamiento, y eso al final te hace creer en un modelo de juego y darte las herramientas para hacerlo.

P. ¿Crees que faltó algo en ese play off o simplemente que el Valladolid era muy superior?

R. Nos faltó que quizá pecamos un poco de ir de demasiado humildes. Yo pienso que deberíamos haber creído más en nosotros y que podíamos porque en El Arcángel creo que quedamos 0-0. Luego allí es verdad que el Valladolid tenía un equipazo ese año, de hecho quedó empatado a puntos prácticamente con el primero y lo teníamos muy complicado, pero le pudimos haber plantado más cara de lo que hicimos. La verdad es que también el Valladolid era un equipo potentísimo.

P. En la ida quizá se os escapó eso, que quizá algún gol podría haber decantado.

R. Claro, en la ida y sobre todo en la vuelta. Al final el rival no te deja, que tú lo que quieres es hacer gol y ganar, pero enfrente tienes un rival que tampoco te deja.

P. Después te marchas a la Ponferradina, donde te voy a mencionar otro nombre, que es el de Kepa Arrizabalaga, que estaba cedido allí ¿También mostraba ese talento?

R. Sí, nosotros lo hablábamos allí en el vestuario, que veíamos que iba a ser el portero del Athletic de Bilbao durante los próximos 15 años, porque se le veían condiciones, se le veían maneras. Decíamos: vasco y viniendo de la cantera del Bilbao, pues será el portero del Athletic hasta que él quiera.

P. Y luego ya también con, no sé si llamarlo decepción, lo del Cartagena. ¿Cómo llamarías tú a esa temporada en que al final no ascendéis a Segunda?

R. Fue uno de los mayores palos que me he llevado en mi carrera. Porque que te den seis minutos, que estés ascendido en el minuto 96 y que en el minuto 96:50 te metas un gol en propia puerta cuando has podido ganar el partido 0-3 ó 0-4... pues imagínate. Ya estábamos todo el mundo para celebrarlo y en la última jugada hay un saque de banda y te la metes en propia puerta. Se nos quedó grabado para los restos.

P. Ya haciendo balance también de tus experiencias en Australia y en Chipre, ¿te hubiera gustado jugar en Inglaterra?

R. Yo siempre digo que una de las espinas que se me van a quedar siempre es no haber estado en Inglaterra. Tuve la oportunidad cuando salí de Albacete, que tenía una oferta de un club que estaba en segunda división en ese momento, que era el Brighton. Pero claro, también tenía la oferta del Córdoba y decidí irme a Córdoba. Pero es una de las espinas que siempre tendré, no haber jugado en Inglaterra.

P. Te queda esa espinita de quizá haber jugado en Inglaterra. Estuviste en Australia, pero no es lo mismo.

R. Estuve en Australia, que eso ha sido quizás la mejor experiencia que he tenido en el fútbol, porque es parte de lo que aprendí de todo lo que viví allí. Aunque ya te digo que la pasión con la que se vive el juego en Inglaterra y lo que podía haberme aportado a mi carrera, hubiera sido genial. Pero tampoco vamos a mirar atrás.

P. Y ahora que terminas, que acabas en el Antequera, entiendo que te habrán pedido muchas veces el balance de tu carrera y que además yo te voy a pedir dos cosillas nada más. Has tenido muchos y muy buenos entrenadores. En ese quizá futuro Alberto Aguilar entrenador, que no se si lo vas a ser o quieres serlo. ¿Qué entrenador te podría influir más o cuál te gustó más?

R. La verdad es que no podría quedarme con uno, pero sí que he tenido entrenadores que me han marcado. Puede ser Antonio Tapia en el Málaga, puede ser Paco Jémez en el Córdoba, Lucas Alcaraz también. Schuster también fue un entrenador tremendo, que me aportó mucho; Juan Ignacio Martínez, Pepe Murcia, que igual se me queda alguno atrás, que no quiero que se me quede. Luego uno de los que más aprendí fue en Australia, Tony Popovic. La verdad es que he tenido en esto una gran suerte de aprender, de encontrarme muy buenos entrenadores y de aprender con ellos.

P. ¿Eres de los que iba con libreta apuntando cosas, obsesionado con la táctica y demás o te centrabas en otras cosas?

R. Suelo apuntar, suelo tener cosas ahí. Me acuerdo que en mi primer año en Getafe, que hacíamos las pretemporadas fuera, en Alemania, Austria o Dinamarca, teníamos muchas horas de descanso en el hotel y cuando veía algún ejercicio que me gustaba mucho, lo iba apuntando en una libreta. Y ahí las tengo, que estarán llenas de telarañas. Pero sí, las cosas buenas me gusta que no se me olviden.

P. Hemos hablado antes de la Copa del Rey famosa con el Getafe. Al año siguiente juegas la Copa de la UEFA. ¿Te hubiera gustado a ti jugarla o crees que por nivel de otros compañeros no podrías haberlo hecho?

R. Sí, eso fue otra de las decisiones de mi carrera, que estaba en una plantilla con 25 jugadores de muy buen nivel para UEFA y en ese año último mío no me hicieron ficha para la UEFA. Entonces fue un aliciente más para buscarme otro destino. Pero bueno, que lo entiendo porque había muchísimo nivel. Era muy joven.

P. ¿Algún otro reto que se te haya quedado por el camino, aparte de eso, o crees que estás satisfecho con tu carrera?

R. No, hombre, siempre te hubiera gustado hacer más cosas. Pero bueno, estoy más que satisfecho. Creo que he conseguido mucho más de lo que me podía imaginar cuando empecé en el fútbol y creo que he llegado más arriba de lo que mi virtud futbolística en sí me ha dado o no. Yo creo que he sabido siempre esperar mi momento, prepararme para cuando llegase mi momento y cuando me han dado las oportunidades había que aprovecharlo. Y por eso creo que he podido de jugar tantos años en la élite.

P. ¿Y qué nota le pones a tu etapa como jugador?

Pues no sabría decirte, mejor que eso lo ponga alguien de fuera, porque qué te voy a decir yo. Es verdad que estoy contento conmigo mismo porque lo que he conseguido ha sido siempre por mí. Porque me ha costado mucho, siempre he llegado a los equipos y nunca he sido un titular indiscutible, sino que los partidos que he jugado creo que siempre me los he ganado. Nadie me ha regalado nada, así que estoy muy orgulloso de mi carrera

P. No quería que esto fuera una entrevista monotemática del Córdoba, pero evidentemente el año que viene tu Antequera se va a enfrentar al Córdoba. ¿Quizá el bajar a esta Segunda RFEF es una cura de humildad para el club?

R. Sí, puede ser. Desde que se consiguió el ascenso (a Primera) yo creo que se han hecho las cosas muy mal. Se consiguió de la manera que se consiguió y al final, en vez de aprovechar para darle estabilidad, pues a raíz de ahí se hicieron muchas cosas que no se deberían de haber hecho y ya ha terminado con el Córdoba donde está a día de hoy. Yo creo que puede venir bien, ojalá, y deseo que desde aquí empiece a subir y mínimo esté en Segunda División.

P. Ha dicho que la caída comenzó ya desde Primera, desde todo lo alto pero ¿crees que hay algunos puntos de inflexión, por ejemplo, en esta temporada con partidos que a lo mejor por experiencia debía hacerlo y no los ha sacado? ¿Qué ha sido lo que le ha faltado?

R. Esta temporada he visto bastantes partidos del Córdoba y te soy sincero, yo creo que le ha castigado demasiado los errores que ha tenido. No creo que haya jugado tan mal como para terminar donde ha terminado. Ha merecido mucho más. Pero bueno, son dinámicas, que cuando al final estás ahí abajo todo se te vuelve en contra. Tampoco hay que volverse loco, porque el Córdoba tiene buenos jugadores y lo que tiene que hacer es encontrar es una estabilidad, conseguir un cuerpo técnico bueno que dé estabilidad y que cree una base sólida.

P. Mucha gente habla de que el Córdoba necesita cordobeses, pero claro, tú has comentado en alguna entrevista que eso es presión añadida, aunque sea en Segunda RFEF. ¿Cuál sería la mezcla? Quizá tener dos o tres jugadores de la provincia o de la capital.

R. El otro día, no sé si fue Raíllo, alguien lo dijo, creo que con toda la razón del mundo, que no por tener la plantilla llena de cordobeses va a ir mejor. Es verdad que yo he vivido allí momentos de la temporada que, cuando las cosas no han ido bien, a los que más palos se les ha dado, tanto de la prensa como por parte de la afición, han sido a los cordobeses. Hubo una época que de la prensa, los cordobeses éramos los culpables prácticamente de todo y no creo que sea bueno tampoco llenar el equipo de cordobeses. Ojalá fuese así. Pero lo que la gente tiene que tener claro es que cualquier jugador cordobés estará encantado de jugar en el equipo de su tierra y que las cosas le salgan bien. Pero también he vivido el caso de Javi Lara. También hay muchísima presión, muchísimos palos y no lo veo justo. No lo veo justo porque en otros equipos, por ejemplo, a los que más se apoya son a los suyos, siempre y cuando den lo mismo que lo demás. Jugador cordobés, de Madrid o de África, si no rinde, pues vale que se lleve críticas, pero si rinde lo mismo que otro, que se le valore también.

P. Claro, porque en los últimos años ningún jugador cordobés se ha quedado mucho tiempo en el club. Precisamente entiendo que es por la presión.

R. Sí, bueno, yo no te puedo decir cada uno por lo que ha salido, pero sí es verdad que en mis años había días que no quería ni después del partido leer el periódico porque eran todo palos hacia los jugadores cordobeses.

P. De los de este año, creo que coincides con Javi Flores. ¿Tú crees que él querría o podría quedarse? ¿O crees que es mucha presión en cuarta? (La entrevista es anterior a la renovación, aún no oficial).

R. Hombre, yo creo que él querrá quedarse allí y conociéndolo un poco, imagino que se sentirá un poco en deuda con el Córdoba, porque lo que le gustaría, ya el año pasado, es haber ascendido con el equipo. No lo ha conseguido y estoy segurísimo de que el chaval lo ha pasado fatal. Él y la familia. Sé que él, siendo de allí y saliendo de la cantera, lo tengo clarísimo, lo ha pasado peor que muchos de los integrantes de la plantilla.

P. Para finalizar, hablemos un poco de tu club, el Antequera. ¿Cómo lo ves para esta Segunda RFEF? Porque es un híbrido entre Segunda B y Tercera División, una Segunda B mejorada. ¿Cómo crees que va a rendir el equipo este año? Sin hacer muchas quinielas, claro.

R. A día de hoy no te puedo decir porque no tenemos prácticamente la plantilla y porque todos los jugadores quedaban libres. Pero bueno, yo creo que va a ser un equipo competitivo, un equipo al que la humildad no le va a faltar. Por supuesto que el objetivo claramente va a estar en conseguir la salvación y con humildad, buen trabajo y confianza creo que se puede conseguir. Sería muy bueno para la ciudad y para la comarca de aquí de Antequera.

P. Ahora sí, para terminar, en una frase… ¿Cómo me definirías lo que has hecho ahora como jugador y cómo definirías lo que viene por delante?

R. Pues es difícil. No sabría decirte. Lo que a mí me ha llevado a jugar tantos años y lo que creo que me pueda ayudar de aquí en el futuro es la pasión que siento por el deporte en sí y por el fútbol sobre todo. Sólo pasión y humildad, y trabajo. Por supuesto, estoy ilusionado por lo que viene por delante. No se dice mucho, ya no sólo dirección deportiva, sino entrenador. Creo que he aprendido muchas cosas durante todo estos años de muchísima gente y creo que puedo transmitir alguna de esas enseñanzas que he conseguido retener en mi. Creo y pienso que puedo serle útil a mucha gente.

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