El Ayuntamiento prevé elevar antes de que acabe julio su informe sobre los restos de la Ronda Norte

El Ayuntamiento de Córdoba prevé remitir antes de que finalice julio el informe técnico sobre los restos arqueológicos aparecidos en los terrenos donde la Junta de Andalucía ha proyectado la construcción de la futura Ronda Norte. La elaboración del documento ha sido asumida por el área municipal de Urbanismo, al tratarse de suelos de titularidad pública, aunque en su redacción están colaborando también técnicos de la Delegación de Cultura y Patrimonio de la Junta, según ha podido saber este periódico.
Las fuentes consultadas han detallado que, una vez finalizado, el informe será elevado para su evaluación a la Comisión Provincial de Patrimonio, que será la encargada de determinar si acepta o modifica las recomendaciones propuestas. El contenido definitivo aún no está cerrado y, en estos momentos, no se descartan ninguna solución, incluido el traslado de los restos arqueológicos o su preservación in situ mediante el recubrimiento de las estructuras.
Mientras tanto, el mundo académico y arqueológico de la ciudad permanece muy atento a las decisiones que se adopten. En particular, el recuerdo del yacimiento de Cercadilla —cuya intervención sigue siendo objeto de polémica décadas después— continúa muy presente en el imaginario colectivo de Córdoba y, tanto en privado como en público, hay voces que miran con escepticismo los últimos movimientos administrativos, especialmente en la insistencia de mantener la fecha de inicio de las obras sin saber aún con rigor la importancia de los restos.

Un hallazgo de enorme relevancia
Lo cierto es que las catas arqueológicas preventivas realizadas en el trazado de la futura Ronda Norte han revelado un hallazgo de valor histórico. Justo en uno de los tramos afectados por el proyecto viario han aparecido restos que, según los primeros análisis, podrían corresponder a un complejo monástico cristiano datado en el siglo VIII, coincidiendo con los primeros años del Emirato independiente fundado por Abderramán I.
El profesor de Arqueología de la Universidad de Córdoba Alberto León, uno de los mayores especialistas en la época tardoantigua y el mundo mozárabe, ha calificado de “espectacular” este descubrimiento. Según León, el complejo habría mantenido el culto cristiano hasta mediados del siglo X, en un periodo caracterizado por la convivencia (bajo dominio islámico) de comunidades cristianas, musulmanas y judías. Hasta ahora existían evidencias epigráficas de esa coexistencia religiosa, pero no se habían documentado restos materiales de este tipo en Córdoba, lo que añade un plus especial a este yacimiento.
Los trabajos arqueológicos han sido realizados por la empresa especializada Salsum, con la participación de los profesores de la Universidad de Córdoba Ángel Ventura y Carlos Márquez. Las estructuras excavadas incluyen muros de tapial y otros elementos constructivos característicos del siglo VIII, lo que refuerza la singularidad del hallazgo. Ahora, que este descubrimiento sea tan importante como para paralizar un proyecto prometido desde el Ayuntamiento de Córdoba y desbloqueado por el Gobierno Andaluz tras años guardado en un cajón es otra historia.

Las obras, adjudicadas sin esperar el informe
La prueba es que, a pesar de la relevancia de los restos, la Junta de Andalucía ha seguido adelante con la tramitación del proyecto como si estos casi no hubieran aparecido. Este miércoles se comunicó la adjudicación oficial de las obras de esta nueva fase de la Ronda Norte por un importe total superior a los 30 millones de euros.
La UTE formada por las empresas AZVI y ACSA será la encargada de ejecutar los trabajos, mientras que la dirección facultativa ha recaído en el Centro de Estudios de Materiales y Control de Obra. El plazo de ejecución previsto es de 36 meses, y la fecha de inicio se mantiene para octubre. Es decir, dentro de dos meses y medio, que se quedan en uno y medio si se descuenta agosto, que es un mes inhábil a efectos administrativos.
Más suspicacias ha suscitado el hecho de que, en la comunicación oficial de la Junta, ni siquiera se haya hecho mención expresa al informe pendiente de Urbanismo ni a la posibilidad de que las recomendaciones arqueológicas alteren el trazado previsto. Lo que sí ha hecho la consejera de Fomento, Rocío Díaz, ha sido destacar el esfuerzo del Gobierno andaluz por “retomar una obra que ha sido víctima de promesas incumplidas desde 2007” y cuyo proyecto ha sido renovado incorporando propuestas del Ayuntamiento y del vecindario.
Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, sí reconoció que aún falta por resolver la cuestión de los restos. “Es cierto que nos queda todavía por resolver con los informes de Cultura qué hacer con los restos arqueológicos que han aparecido en las catas. Pero bueno, yo estoy seguro de que va a haber soluciones, como ha habido en otras ocasiones, que nos van a permitir desbloquear el inicio de la obra”, señaló.
El regidor también matizó que, ocurra lo que ocurra con el yacimiento, el proyecto de la Ronda no podrá modificarse sustancialmente, ya que responde a un “equilibrio muy delicado” alcanzado tras un largo proceso de diálogo con los vecinos afectados.
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