Marcado por la Covid-19 sin sufrirla: líder en aplazamientos
Es líder y quisiera no serlo. Porque ostenta la primera plaza de una tabla hipotética sin pretenderlo, e incluso sin merecerlo. Lo cierto es que el dudoso honor es realmente un importante problema. Más que nada porque le condiciona el devenir de la temporada, aun cuando sale airoso de dicha situación. Sea como fuere, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad es el conjunto que encabeza una teórica clasificación de aplazamientos en Primera de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). Ningún rival iguala siquiera su registro, que en un 90% es por contagios de Covid-19 pero en las plantillas contrarias. Acumula en total nueve partidos suspendidos por este motivo y a ellos añade uno más por otra razón: la participación en Champions del Barça. Tal circunstancia es la que en un momento determinado de la campaña le fuera prácticamente imposible mantener una regularidad competitiva en la considerada mejor liga del mundo.
La compleja realidad del conjunto blanquiverde a lo largo de este curso sale de nuevo a relucir después de que el viernes se diera el enésimo atraso de uno de sus duelos. En esta ocasión no pudo recibir el sábado en Vista Alegre al Viña Albali Valdepeñas, y fue, como es hábito indirecto durante la temporada, por la detección de un positivo de coronavirus en el vestuario manchego. Curiosamente, por cierto, el encuentro entre las dos escuadras de la primera vuelta, en el Pabellón Virgen de la Cabeza, tampoco tuvo lugar en su fecha original. La razón fue, igual que ahora, el efecto de la pandemia en la plantilla rival. El caso es que con esta suspensión el equipo de Josan González llegó a la decena de choques pospuestos, una cifra que es la más alta en Primera de la LNFS y que, como quedó dicho, se debe a contratiempos ajenos y nunca propios. Sólo un caso de Covid-19 sufrió el cuadro califal y no supuso quebradero de cabeza en este sentido al aislarse a tiempo: le tocó vivirlo a Cristian Ramos.
Como indicador del gran condicionante que ha sido esta problemática casi constante se encuentra un dato. No es sólo que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad cuente con el mayor número de aplazamientos del campeonato sino que esta cifra, la de diez encuentros postergados de su fecha inicial, supone más de un cuarto del total en toda la campaña. En concreto, significa un 27% de la globalidad de 37 partidos atrasados por uno u otro motivo. Aunque en realidad, los que no se tuvieron que trasladar en el calendario por la Covid-19 fueron tan pocos que son excepciones. Y todo ello, en cualquier caso, en 27 jornadas: es decir, los califales vio postergado casi un tercio de sus enfrentamientos. Precisamente el que debía ser rival de los blanquiverdes el sábado es el segundo equipo más afectado en este apartado, si bien en su caso, a diferencia de lo sucedido con el cuadro califal, con varios contagios a lo largo de esta atípica y complicada 2020-21. El Viña Albali Valdepeñas suma, con el de esta semana, nueve atrasos.
Así, ni siquiera equipos que contaron con más de una situación adversa por casos de coronavirus han padecido tantísimo las consecuencias de la pandemia como el dirigido por Josan González. Por ejemplo, el Jaén y ElPozo Murcia Costa Cálida, cuyo duelo de este fin de semana también fue aplazado por síntomas en uno de sus jugadores, se sitúan con ocho atrasos cada uno. Y eso que fueron clubes con más de uno y de dos brotes -no como tales, ya que para considerarse así deben ser varios los positivos- a lo largo de la temporada. A estas alturas, sólo dos adversarios consiguieron escapar de los efectos y condicionantes de la Covid-19. Son el Industrias Santa Coloma y el Peñíscola, que no sufrieron una sola suspensión. Mientras, Inter y O Parrulo Ferrol son otros dos de los grandes perjudicados en este sentido con siete choques pospuestos cada uno.
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