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Deivid, un capitán vestido de blanquivioleta

Deivid, en un partido con el Córdoba en El Arcángel | TONI BLANCO

Rafael Ávalos

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Ni siquiera el cambio de cuartel le supone la más mínima pérdida de rango. Capitán es aquí o allá. En este caso, lejos del lugar en el que quisiera estar. En el que esperaba continuar antes de recibir la notificación de su obligada salida rumbo a otro destino. El que fuera, resultaba indiferente a los altos mandos. En cuestión de días, encontró otro destacamento. Y en él mantiene los galones que tuviera hasta unos meses antes. El próximo sábado (16:00) los va a mostrar ante el escuadrón que fuera el suyo durante los últimos tres años. Porque en Valladolid aguarda la visita del Córdoba un tal Deivid, quien también es uno de los elegidos para, cuando sea oportuno, portar el brazalete sobre el césped. El canario encara el duelo del reencuentro, el primero con su anterior equipo, en un constante encontronazo de emociones. Un cóctel de sentimientos que en el terreno de juego, como es lógico va a caer en el olvido.

David Omar Rodríguez espera en Pucela, donde halló acomodo de rápida manera tras recibir por parte del Córdoba el aviso de que había de abandonar su disciplina. Una circunstancia que le resultó difícil de digerir. “Es un tema fácil. Me casaba un sábado y el jueves me entero de que no cuentan conmigo. Me llama Cándido y me dice eso, que no cuentan conmigo, que están buscando otras opciones y que lo mejor es que busque una salida. Es sencillo de comprender, tampoco hay que buscarle las vueltas. Cuando no cuentan con uno y no están a gusto con tu presencia, lo mejor es lo que hice, marcharme”, expuso de entrada sobre las circunstancias de su baja. Lo hizo a los micrófonos de 'La Jugada' de Canal Sur Radio Córdoba en la tarde del martes. “Yo no quería estar donde no se me quería y ellos no me querían, llegamos a un acuerdo rápido y sencillo y a partir de ahí busqué una salida. No me ofrecí a equipos como dijeron. La primera oferta que tuve en verano fue de Granada y les dije que no porque iba a seguir en el Córdoba”, continuó el canario con su relato.

Y entonces, ¿cómo pudo producirse tan velozmente su incorporación por el Pucela? “El Valladolid ya había contactado conmigo, no yo con ellos. Cuando todo se reactiva y como me enteré el jueves y me casaba el sábado, quería llegar con todo cerrado y aceleré el proceso”, explicó Deivid. Lo cierto es que la situación no fue sencilla para él. “Hice las llamadas correspondientes para ver el por qué. Me contestaron del club, pero no quien yo quería. Me defraudó mucho, porque creo que las personas se visten por los pies. Yo siempre he dado la cara y me gustaría que lo hubieran hecho conmigo. Claro que me dolió, estaba muy feliz en Córdoba y me quería quedar, pero tampoco hay que volverse loco. Cuando no quieren trabajar contigo, tienes que asumirlo, y es lo que hice”, admitió el central, que aseguró que el duelo del sábado va a tener un carácter distinto. Aunque no tanto como el que suponga su retorno a la Ciudad de los califas. “Es un partido especial, pero lo será más cuando tenga que ir a El Arcángel. Allí será raro. Pero cuando juego a las cartas con mi familia o con mis amigos quiero ganar, pues cuando estoy en el campo más. Al Córdoba le deseo lo mejor, pero a partir del sábado”, comentó el canario.

El zaguero no quiso hablar demasiado de su exequipo, puesto que le parecía “injusto y ventajista”. Sí apuntó que, en torno a la situación de Carrión y en términos globales, “a nivel futbolístico cada vez hay menos paciencia”. “Se ha hecho este año un proyecto supuestamente para el entrenador, cogiéndolo desde el principio, con un equipo montado prácticamente desde el inicio de verano y lo lógico y normal sería tener paciencia. Pero ya sabemos cómo funciona esto”, indicó sobre la coyuntura actual del banquillo blanquiverde. “Yo le deseo lo mejor a Carri porque es un tío diez, que va siempre de cara y que siempre se ha portado muy bien conmigo. No me gustaría que le echaran”, concluyó en ese sentido. Por cierto, que ahora en Valladolid se encuentra “encantado”. “Estoy muy tranquilo, muy cómodo. He tenido la suerte de encontrar casa cuando llegué y tanto mi mujer como yo estamos encantados, con muchos amigos. Es una ciudad cómoda, muy parecida a Córdoba en ese sentido”, apuntó Deivid, que el sábado va a ser un capitán vestido de blanquivioleta.

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