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El Córdoba sigue sumando ceros para crecer

Cisma gana una disputa del balón ante el Osasuna | LOF

Paco Merino

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El equipo de Oltra, en otra actuación solvente y sin encajar gol, arranca un punto el Sadar ante el líder Osasuna

El Córdoba va por partes. Lo primero era cerrar el grifo atrás y lo está consiguiendo. Lleva tres jornadas sin encajar gol y ha sumado siete puntos, el último esta noche en El Sadar, un sitio que no es cualquiera en la categoría. Allí le esperaba el líder, que no había empatado hasta ahora y que terminó resoplando de alivio porque dominó -de esa manera rara que luego no se traduce en rentas- pero se asustó con las contras finales de los blanquiverdes. El Córdoba, con las piezas justas y bien atornilladas, ha logrado una notable solvencia en el aspecto defensivo. Teniendo en cuenta, ojo, que uno de sus baluartes a la hora de arroparse está en la punta y se llama Florin Andone. El rumano volvió a dar una lección de solidaridad y sacrificio en punta, atosigando a los adversarios para impedirles sacar el balón limpio de su área. Lo dicho: en defensa, bien. Ahora quedan asuntos que resolver principalmente en el centro del campo, donde el balón pasa como pasan los aviones, y en la vanguardia, donde cuesta definir las oportunidades. Que, francamente, no son demasiadas. Cuestión de afinar. De momento, los ceros del Córdoba son rentables. El punto de El Sadar debe interpretarse como un buen botín y un motivo para la esperanza.

Toda una semana hablando de intensidad, de ardor, de fuego en los ojos y de capacidad de sufrimiento debían tener su efecto. Martin y Oltra relativizaron la magnitud de sus rachas y recordaron a propios y ajenos que la Segunda División es una categoría singular. De eso saben mucho ambos técnicos, cuyos expedientes son de los más lucidos en la división de plata. Uno estaba como líder y otro en el puesto dieciseis, pero si éste ganaba le alcanzaba en su posición. Diganme en que campeonato nacional puede suceder algo así.

Oltra no agitó demasiado la coctelera de la alineación. Ni le apetecía hacerlo ni tampoco tenía ningún nuevo ingrediente. El valenciano dio la alternativa como titular en Liga a Rafa Gálvez, que cubrió el puesto del sancionado Luso Delgado, y no tocó nada más con respecto al equipo que llegaba de vencer consecutivamente a Zaragoza y Ponferradina sin recibir gol. Este Córdoba disciplinado y solidario, tan italiano, ha conseguido seducir por la vía de los hechos a una afición algo desconcertada por el turbio arranque del campeonato. El equipo necesita tiempo para cocerse, pero la paciencia no es una cualidad que se estile en el fútbol.

Salió combativo el Osasuna, como era de esperar de un conjunto que va el primero y actúa en un escenario de la magnitud de El Sadar. El Córdoba sufrió, especialmente por los flancos de la defensa. La velocidad de Alex Belenguer hizo estragos y Nino, a quien los elogios prepartido de Oltra inflarían el ego, fue un incordio para la defensa. Pese a todo, los agobios no alcanzaron niveles de pánico porque, en líneas generales, la gente de atrás no se complicó lo más mínimo la existencia. A la mínima insistencia rojilla, balonazo en largo o cesión a Razak, a quien cada día se ve más seguro. Osasuna lanzó tres córners en los primeros diez minutos, uno de ellos muy cerradito para asustar al meta internacional ghanés del Córdoba, que desvió el lanzamiento.

Raúl De Tomás tuvo la primera ocasión clara para los blanquiverdes. El punta cedido por el Real Madrid no conectó un disparo adecuado tras recibir de Florin Andone en el minuto 15. Apenas unos segundos más tarde, Razak desvió en una espectacular estirada un zapatazo lejano de Olavide. El pleito se fue equilibrando. Mucho tráfico en el centro del campo, poca fluidez y menos oportunidades en las áreas. Los de Oltra lograron irse al descanso con un notable balance: no recibieron gol, mantenían cierto control de la situación y Osasuna se marchaba con Flaño y Javier García, sus dos centrales, castigados con tarjeta amarilla.

Tras el intermedio, nueva puesta en escena plena de fogosidad del equipo navarro. A los siete minutos, Merino enganchó un latigazo al borde del área y Razak volvió a ganarse el sueldo con una estirada espectacular. Los blanquiverdes resistian. Arriba, poquita cosa. Oltra metió a López Silva por Nando y el onubense salió con tantas ganas que vio tarjeta en la primera acción en la que intervino. El Córdoba seguía a lo suyo, capeando el temporal y pasando cada vez mayores fatigas. El Osasuna, envalentonado y espoleado por un Sadar enfebrecido, volvió a tener una oportunidad en un centro de Roberto Torres que enganchó Pucko, aunque el tiro del esloveno fue muy forzado y lo detuvo Razak desde el suelo.

Florin puso un nudo en la garganta a los osasunistas en una acción en la que se escapó por velocidad y disparó en carrera ante la salida de Nauzet, en cuyo pecho se estrelló la pelota. El partido entró en una fase frenética. El Osasuna trató de aprovechar unos minutos de superioridad numérica cuando Domingo Cisma tuvo que ser retirado con una aparatosa brecha en la ceja. Mientras el sevillano era atendido, los locales acentuaron su acoso. El retorno al césped del zaguero, con la cabeza vendada, dio un aspecto épico a un escenario ya nítidamente definido. El Córdoba defendía sin miramientos, pero sin olvidar las contras. La salida de Fidel por un cansado De Tomás aportó más dinamismo y, sobre todo, intimidó a un Osasuna que ya empezaba a sopesar el valor de un posible empate. Florin, siempre atento, no daba tregua a la retaguardia navarra.

Osasuna se aferró a Nino, que lo intentó de todas las maneras. Disparó a puerta cada vez que vio ocasión y reclamó un penalti por una carga de Rafa Gálvez en las mismas narices del árbitro, que se quedó mirando al experto delantero osasunista con mala cara. El Córdoba mantuvo las filas prietas en el tramo final. Oltra sacó del campo a Florin Andone para meter a Pineda y el Córdoba se dispuso a padecer en los cinco minutos de añadido que decretó Cordero Vega. Se ganó a pulso el punto que se llevó y aún pudo tener mayor premio en una contra que llevó Pineda, pero el chileno se dejó caer en el forcejeo con Miguel Flaño cuando iba directo a puerta. Al final, todos se abrazaron con cierto alivio.

FICHA TÉCNICA

OSASUNA, 0: Nauzet, Javier Flaño, Miguel Flaño, Unai, David García, Oier (Milic, 83'), Roberto Torres, Merino, Nino, Berenguer (Pucko, 61') y Olavide (José García, 74').

CÓRDOBA, 0: Razak, Stankevicius, Héctor Rodas, Domingo Cisma, Markovic, Rafa Gálvez, Nando (López Silva, 55'), Pedro Ríos, Raúl De Tomás (Fidel, 77') y Florin Andone (Jean Paul Pineda, 88').

ÁRBITRO: Cordero Vega (Comité Cántabro). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Miguel Flaño, David García y Oier y a los visitantes Raúl De Tomás, Markovic y López Silva.

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la sexta jornada de campeonato de Liga Adelante, disputado en El Sadar ante unos 13.171 espectadores.

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