Córdoba CF

El Córdoba CF y un inicio que evoca un milagro

Durísimo arranque de temporada para el Córdoba CF, que, transcurrido poco más de un de mes de competición, ya ha podido sufrir en sus propias carnes la compleja temporada que se le avecina por delante. Nadie dijo que fuese fácil, en una campaña en la que la Primera RFEF (y en concreto el Grupo II) cuenta con clubes del nivel del Málaga CF, el Ibiza, el Castellón o el Recreativo de Huelva. Históricos que, desde el primer día, se impusieron objetivos tan ambiciosos como los blanquiverdes. Eso sí, a diferencia de estos, el inicio en clave califa está siendo realmente amargo. Bien es cierto que esto no va de cómo se empieza, sino más bien de mantener un tipo sólido durante todo el curso, y el ejemplo más cercano lo protagonizó el propio conjunto cordobesista la pasada campaña, cuando -también en la categoría de bronce- pasó de ser el mejor equipo a culminar una campaña con números de descenso. Sea como sea, este año ya ha recibido un aviso de que debe espabilar lo antes posible.

De la noche a la mañana se puede uno complicar la vida sobremanera. Y es que los de Iván Ania viajaban a Algeciras con la motivación al máximo tras dos victorias consecutivas y con la posibilidad, en caso de obtener una tercera, de acceder a puestos de play off. Sin embargo, la derrota en suelo gaditano ha hecho que los blanquiverdes caigan hasta siete posiciones en la tabla clasificatoria de una sola tacada, y se encuentran ahora más cerca del descenso que de los puestos de honor. La cara y la cruz, que, eso sí, también podría en un futuro resolverse igualmente de manera favorable en caso de obtener una dinámica positiva. Es lo que intentarán los califas a partir del próximo fin de semana, cuando regresan a El Arcángel para medirse a otro plantel herido como la AD Mérida.

El balance deja hasta la fecha cuatro derrotas en los siete primeros compromisos, además de tres victorias. No hay punto medio este año en el Córdoba CF. O todo o nada, algo que, de momento, evoca a la necesidad de un milagro. Así es, pocas veces ha iniciado un curso el conjunto califa de una manera tan irregular, y la última vez que ocurrió algo similar fue precisamente aquella en la que se vivió una temporada de absolutos altibajos como pocas veces se recuerdan. Para volver a ver de nuevo esa estadística de cuatro caídas y tres triunfos en las siete primeras jornadas, hay que remontarse a la campaña 2017-18, entonces aún con el equipo en Segunda División.

En aquel arranque de año, el técnico era Luis Carrión, quien comenzó la temporada con derrota ante el Cádiz, y posteriormente cedería también frente al Zaragoza, el Barça B y el Tenerife. Por contra, ganó durante ese primer tramo a Albacete, Lorca y Tenerife, aunque hay que matizar que los dos duelos frente a los canarios fueron de Copa del Rey. Sin contar ambos choques, el balance sería aún más negativo, con otras dos caídas frente a Granada y Valladolid. Unos números que acabaron con la estancia del preparador catalán en El Arcángel pocas semanas después y que mantendrían casi en todo momento al Córdoba CF en la zona baja de la tabla.

Allá por el mercado de invierno se produjo el aterrizaje en el club de Jesús León y Luis Oliver, quienes hicieron un trabajo intenso con una remodelación profunda de la plantilla, que sufrió una variación total. En el recuerdo de muchos aún figuran con intensidad jugadores como Reyes, Javi Galán, Aguado o Sergi Guardiola, protagonistas de un segundo tramo de temporada histórico y en el que el Córdoba CF sumó diez triunfos en los últimos quince encuentros para recuperar una desventaja de hasta 16 puntos con la permanencia y salvarse de manera absolutamente milagrosa. Luego ocurrió lo más trágico con los citados gestores y la entidad acabó donde sigue a día de hoy, es decir, fuera del fútbol profesional. Pero lo cierto es que está cogiendo un camino realmente complejo y que evoca a la necesidad de una hazaña casi única. Hay tiempo para reconducirlo.