Blati y la oportunidad
¿De dónde salió este hombre? En las gradas de El Arcángel muchos se preguntaban por la procedencia de Ibrahim Blati Touré, que se enfundó por primera vez la blanquiverde en un partido oficial. Le salió un notable partido y el Córdoba eliminó al Nàstic en la Copa del Rey por 2-0. Una noche buena. Aparieció con el dorsal 22 como titular. Y no fue para pasar el rato. El mediocentro, nacido en Costa de Marfil y nacionalizado burkinés, ofreció un recital de fútbol fácil. Atento al corte, pasando con criterio, solidario y participativo, Blati se dejó el pellejo. El público se lo reconoció con una ovación cuando Sandoval le retiró del campo en la segunda parte. “Vi que había sufrido un encontronazo con un rival y decidí cambiarlo para evitar males mayores”, admitió en la sala de prensa el técnico blanquiverde, dejando entrever que el jugador va a contar -y mucho- en sus planes de futuro inmediato.
“El jugador siempre quiere jugar y yo estoy aquí para competir”, dijo en la zona mixta Blati Touré, que apenas unos días antes había disputado -titular y el partido completo- un encuentro con la selección de Burkina Faso ante Mauritania correspondiente a las clasificatorias para la Copa de África. Blati viene con hambre. Pasó por las canteras del Rayo Vallecano y el Recreativo de Huelva sin llegar a cruzar la barrera que separa a los meritorios de los profesionales. Ahora ha vuelto a España y ha encontrado un escenario ideal para sacar a relucir sus cualidades. “Hay que estar preparado para competir y demostrar lo que uno vale”, expresó el jugador.
“Le enseñas el capote y te hace dos verónicas”, relató muy gráficamente Sandoval sobre la actitud de Blati, uno de los debutantes en el Córdoba esta temporada junto al central malagueño Luis Muñoz, el lateral gallego Miguel Loureiro y el interior Sebas Moyano. El entrenador cordobesista elogió la disposición de Blati, que pese a venir de un partido con su selección realizó un despliegue físico importante. “Este hombre no ve el fin, va a todo”, manifestó el de Humanes a propósito de un futbolista que “trae ritmo de competición”.
Blati llegaba de Suecia, donde militaba en el Eskilstuna de la segunda división. “No se parece en nada a esto”, indicó el mediocentro sobre las diferencias con la competición española. “Además, aquí hace más calor”, ironizó ante los periodistas en un excelente castellano. El burkinés sabe que el escaparate de El Arcángel puede suponer su gran oportunidad. Tras forjarse en las divisiones base de Vallecas y Huelva se fue al fútbol francés, enrolándose en el Evian, para pasar después por el Omonia Nicosia, de la máxima categoría de Chipre. En la temporada se enroló en el Athletic Eskilstuna, del que salió disparado en cuanto se le planteó la opción de ir al Córdoba. No le importó que la situación en su nuevo destino fuera complicada en todos los aspectos. Blati ha llegado a jugársela. La afición ya sabe cómo se las gasta.
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