Tres décadas de planteamiento, nudo y desenlace en el Gran Teatro
El Gran Teatro fue material de derribo durante unos años. Inaugurado en 1873, el principal centro cultural de la ciudad llegó a los años ochenta con la mitad del telón en la tumba. Pero los primeros Ayuntamientos de la Democracia lograron lo que parecía imposible: sacar al viejo escenario del listado de demoliciones e insuflarle nueva vida. Algo que se consiguió cuando en 1986 el Gran Teatro resucitó y colgó de nuevo el cartel de “No hay localidades libres” con motivo del Concurso Nacional de Flamenco.
Para recordar ese periplo con final feliz se presentó este miércoles un libro recordando en 160 instantáneas la incertidumbre, la recuperación y el bagaje de la danza, el teatro, la música y las personalidades del mundo artístico que han pisado las tablas. El acto estuvo amenizado con la actuación del pianista Alberto de Paz.
David Luque, concejal de Cultura y presidente del IMAE, hizo en el acto de presentación una analogía entre el primer trasplante de corazón de Córdoba, en 1986, y la remodelación y reactivación del Gran Teatro. Y deseó que en el futuro “siga siendo un faro de la cultura”.
En el mismo sentido, la alcaldesa, Isabel Ambrosio, se congratuló de que “la cultura siga viva” en la ciudad, pues “ese es uno de los mejores mensajes”. Ambrosio reconoció que “festejar tres décadas de la apertura del Gran Teatro es un regalo para esta corporación porque hablar del Gran Teatro es hacerlo de uno de los mayores privilegios de esta ciudad”.
Ambrosio insistió en el que “en el imaginario de esta ciudad tiene en el Gran Teatro la cumbre cultural. Nuestros artistas se consagran allí. El flamenco es también uno de sus templos como lo reconoció la reinauguracion de hace 30 años con el Concurso Nacional.
Tras agradecer el papel fundamental en recuperar el Gran Teatro que tuvieron Joaquín Martínez Bkorman y Miguel Salcedo Hierro -quienes, con Herminio Trigo, evitaron la demolición y propiciaron que se recuperara- Ambrosio dio las gracias al público que asiste a las actuaciones y representaciones. Para acabar, la alcaldesa deseó que “el teatro cumpla muchos años más y que lo haga con buena salud porque eso indicará el buen estado de salud de Córdoba”.
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