Fue en los prolegómenos de la manifestación histórica del 8 de marzo de 2018, la que abrió una brecha y disparó el impacto del feminismo en este país. Unos días antes, una entonces desconocida María José Llergo se subía al escenario de Palo Alto Market, en Barcelona. Aquel concierto lo había programado Laura Llamas, quien previamente había descubierto algo en la voz y las maneras de aquella chiquilla de Pozoblanco, que entonces sólo había publicado una canción: Niña de las dunas.
Aquel día, un domingo de marzo de hace cinco años, María encontró a Laura. Y Laura encontró a María. Nació entonces una relación platónica que los anglosajones, que tienen términos para todo, definen como un womance, y que suma un nuevo capítulo este viernes con la publicación de la canción Tencontré, un himno a la sororidad y al feminismo con el que la cantante cordobesa María José Llergo marca el nuevo camino hacia su segundo disco, que verá la luz en otoño.
La palabra “camino” se repetirá mucho en la charla que este periódico ha mantenido con Llergo (Córdoba, 1994) y Llamas (Valencia, 1979) con motivo del lanzamiento de este nuevo single, una de las escasas canciones laudatorias que existen en la historia de la música sobre una relación laboral entre una cantante y su mánager. “Yo no estaría haciendo las cosas que hago con el nivel de libertad que tengo si no tuviera una persona que cree en mí, apoya mi visión y que, para mí es familia. Eso es algo muy difícil de encontrar en esta industria”, explica la cantante sobre Llamas, a quien conoció cuando ambas eran una versión anterior de la mujer que son hoy.
El domingo 4 de marzo de 2018, una cantante que todavía estaba estudiando becada en el Liceu Barcelona da unos de sus primeros directos en la ciudad condal y cambia para siempre su vida y la de la persona que apostó por ella. Aquella estudiante era María José Llergo y la programadora era Laura Llamas, que entonces trabajaba en comunicación en Palo Alto Market.
Lo curioso es que aquel encuentro estuvo a punto de no producirse. Unos días antes del directo, Llamas ya le había conseguido la primera entrevista que dio la cantante. Fue en Mondosonoro. Hoy la recuerda con claridad: “En la entrevista ya me quedé flipada por su discurso. Tuve como un presentimiento. No me tocaba trabajar ese domingo y además tenía una boda de una íntima amiga el día anterior. Y recuerdo que me fui antes de la boda porque quería ir a ver a María José. Y bueno, cuando llegué, me rompió todo”, relata Llamas, esa mánager a la que, hace un año, Llergo le dedicó el Premio Goya que ganó por Te espera el mar.
Laura entendió que era una persona con cierto talento, y que si no se cuida a la persona, el talento puede que no salga nunca
Sigue Llergo: “Yo tenía entonces, ¿cuántas? ¿1.000 visualizaciones en el vídeo de Niña de las dunas? Fíjate. Y me habían tanteado otros mánager, pero ninguno me daba buen rollo. Todos eran del tipo: ”¿Quieres triunfar?“. Y yo era más bien: ”No, lo que quiero es ser feliz y cantar y enamorarme de lo que hago, no triunfar“.
María José se ríe recordando que, en un mundo tan enfocado al business, con Laura haya sido todo lo contrario: todo a la salud. “Ella entendió que era una persona con cierto talento, y que si no se cuida a la persona, el talento puede que no salga nunca”, dice la cantante, que reconoce que, si ha podido estos cinco años caminar por la industria a su manera y con “una perspectiva sostenible” ha sido, en parte, gracias al apoyo de Llamas.
La agente, que hoy dirige la agencia El Rayo (Big Menu, Odd Liquor y Alba Reche), también ha vivido su propio camino hasta llegar a este 10 de marzo. “Yo ya había trabajado antes en la música, pero nunca me había pasado lo que me ocurrió ese día. Recuerdo ese momento de impacto, de escribir a una amiga y decirle: ”Acabo de conocer a una niña como no he conocido antes, quiero trabajar con ella“.
Unos días después, se sentó delante de Llergo y se confesó: “Yo no he hecho nunca management, pero lo mucho o lo poco que sé, los muchos o pocos contactos que tenga, los quiero poner a tu disposición y hacer este camino contigo”. La risa de Laura rebota por teléfono mientras recuerda aquel momento inicial, previo al estallido de una de las voces más importantes de la música española del último lustro.
Mi papel ha sido estar a su lado y repetirle que tiene que hacer lo que ella quiera
Una explosión cuyos efectos han ido sorteando juntas. Los buenos y los malos. Lo cuenta Llergo: “A mí siempre hay una cosa que me ha traído problemas, que es la fama. A mí me gusta mucho la música, me gusta cantar y componer. La fama es un daño colateral de mi trabajo. No la puedo eludir ni ignorar. Pero llevarla cuesta mucho. Y Laura hace que llevar la fama haya sido mucho más fácil”.
Llamas apunta que el sector de la música es una industria complicada. “Este camino ha sido difícil, pero siempre hemos sido muy fieles a nuestra forma de ver las cosas. Hemos tomado decisiones que podrían haber hecho que el camino fuera más llano o más rápido y hemos optado por decir que no y construir un lugar más sólido”, señala la representante, que añade que, cinco años después, sigue viendo el management como un acompañamiento: “Los artistas son personas, con sus miedos, sus éxitos y sus bajones, mi papel ha sido estar a su lado y repetirle que tiene que hacer lo que ella quiera”, resume
Cinco años después de aquel 8M que cambió la forma en la que se miraba el feminismo en España y un día antes de la salida de su último single, María José Llergo enciende la tele y en el telediario matutino se suceden noticias que manchan de rabia la escaleta: una chica ha sido violada, un hombre ha intentado secuestrar a dos chicas y una mujer ha muerto a manos de su marido.
Es 9 de marzo y la cantante recurre al telediario para advertir de que hay mucho por hacer. “Cuando se cuestionan las manifestaciones, cuando se cuestiona el 8M, cuando se cuestiona el feminismo, yo me pregunto: ¿es que no ves el día a día que vivimos nosotras? Nosotras nos preguntamos unas a otras si hemos llegado a casa, porque volver a casa solas puede implicar que te hagan algo”, reflexiona. Llergo parece apostarlo todo a esa idea de Angela Davis de un feminismo aguerrido pero que vaya al tuétano de la sociedad.
“No sólo se trata de que aprendamos a defendernos, que ya lo estamos haciendo, sino de enseñar a los chiquitos desde niños a respetar a las mujeres. Si enseñas a tu hijo a respetar a las mujeres, no vas a tener que enseñar a tu hija a defenderse”, afirma sin morderse la lengua.
PREGUNTA. ¿Qué papel ha jugado el feminismo en la construcción de María José Llergo?
RESPUESTA. Todo. Luchar por una sociedad igualitaria no es una elección, es una obligación de todos como sociedad. Porque, si conseguimos una sociedad mejor, eso nos va a beneficiar a todos. Creo que las bases de mi persona se reflejan en mi música y el feminismo y la sororidad está en todo lo que hago. Y, además, en mi equipo estoy rodeada de mujeres, que es algo que me motiva y me gusta, porque no sólo quiero tener un discurso, sino que mis actos complementen a mis palabras. Trabajar con mujeres me refuerza y me hace sentir acompañada en un mundo en el que te puedes llegar a sentir muy sola a veces.
Llergo se define feminista desde siempre, desde antes de tener conciencia misma de lo que era el feminismo. Para ello usa un eufemismo. Se recuerda “peleona”. Así es como define su postura natural ante los hábitos machistas que imperan en la sociedad. “Siempre me ha gustado transgredir las normas que nos imponen y analizar el por qué. ¿Por qué una mujer que no se maquilla se tiene que ”arreglar“? Sólo se arregla lo que está roto y nadie está rota por no pintarse. ¿Por qué existen estas normas de conducta?”, se cuestiona la cantante, que defiende las formas de vida disidentes, que busca siempre rodearse de personas cuya postura ante la vida sea extravante, porque ser extravagante, dice, es una labor social y una llave para abrir mentes.
¿Es extravagante pasar del compás flamenco al afrobeat? Bueno, nadie duda de que este viernes se van a abrir un par de mentes. María José Llergo acaba de publicar su primer 4x4, a partir del compás del afrobeat, un género popularizado a nivel mundial por una figura tan icónica (y machirula) como Fela Kuti, pero en el que, signo del cambio de los tiempos, no faltan voces femeninas como Tiwa Savage, Yemi Alade, Angelique Kidjo o Asa.
También están quienes, como Llergo, se aproximan al afrobeat desde otros géneros, como puede ser el caso de la cantante londinense Little Simz o el grupo también londoner Sault. Llergo, curiosamente, se marchó a Londres para grabar este single, que abre una nueva brecha para la cantante, al aparcar el sonido de raigambre flamenca por el que se ha ganado el reconocimiento global.
“Me gusta mucho jugar. Me enriquece sacar los pies del tiesto y verme en sitios donde no me había imaginado nunca”, señala la artista sobre su experimentación con un ritmo que le ha descubierto una verdad “camaronera”. “Como decía Camarón, la pureza, cuando se lleva de verdad dentro, da igual lo que hagas, porque sale. Y da igual en qué ritmo te montes, que cuando tienes algo que decir, ese mensaje se acomoda al ritmo que sea y acaba saliendo algo bonito, si eso es lo que quieres”, señala Llergo, que reconoce que Tencontrao, producida en Londres por Knox Brown, un músico jamaicano que ha colaborado con Beyonce, Anderson Paak y Kojey Radical, entre otros, y el teclista George Moore (Kwabs, Stormzy), marca un “antes y después” en su carrera.
Una primera piedra de un nuevo camino. En este sentido, apunta a que ha madurado mucho en los últimos cinco años. “Sería un error plantearme ser la misma mujer que era entonces. Creo que hoy, tanto como persona como artista, tengo las cosas más claras”, asegura Llergo, que acaba de firmar un himno feminista moderno hablando de lo que mejor conoce: de ella misma y la forma en que ve el mundo.
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