Primeros contactos para que vuelva a haber cine de verano en El Coliseo San Andrés
El Ayuntamiento de Córdoba ha iniciado contactos con los propietarios de El Coliseo de San Andrés para agilizar su reapertura como cine de verano a partir de junio.
Según ha podido saber este periódico por fuentes conocedoras de la operación, el consistorio se ha interesado por el estado del inmueble y las opciones que hay para que, a partir de este mismo año, se pudiera retomar su actividad como cine de verano.
El papel del ayuntamiento, según las fuentes, está por determinar. Y aún es pronto para ello. En caso de asumir directamente la gestión de la proyección de películas y la dinamización cultural del espacio solo caben dos opciones: con personal municipal o licitando a una empresa privada u organización que se encargue de ello.
El Coliseo San Andrés es el único cine de verano que no era propiedad de Esplendor Cinema, la empresa del fallecido Martín Cañuelo, que igualmente lo explotaba como sala de cine al aire libre en régimen de alquiler desde el año 1986.
Ahora, mientras se desenmaraña administrativamente la herencia de Cañuelo -cuyos herederos apuestan por traspasar los tres espacios de su propiedad, el Cine Fuenseca, el Cine Delicias y el Cine Olimpia-, el Ayuntamiento ha iniciado contactos para que, al menos, sea posible la apertura de El Coliseo San Andrés.
Uno de los más antiguos de España
El Coliseo de San Andrés es uno de los cines de verano más antiguos de España. Fue el gestor cultural Antonio Cabrera, madrileño aunque enamorado de Córdoba, quien levantó este cine-teatro que ha estado más de 80 años amenizando las calurosas noches de verano de Córdoba.
Tras su llegada a Córdoba, Cabrera dio a este edificio una clara arquitectura andaluza; un enorme patio donde las casas se levantaron a su alrededor, conformando así un perfecto círculo donde se ha concentrado la mejor oferta cultural. Ya en los años 60 se anunciaba como “el mejor local de la época” y su gerente no escatimaba en mensajes publicitarios para atraer al público cada noche.
Junto a este cine de verano, la familia Cabrera llegó a disponer de otros tres locales en 1947: El Rinconcito, El Duque de Rivas y Cinema España. Por estas fechas ya estaban también en funcionamiento el cine Delicias (1943) y el Fuenseca (1945). Tras el fallecimiento de Antonio Cabrera, la empresa pasó a manos de su hijo, quien, posteriormente, cedió el testigo a sus nietos hasta los años 80, momento en el que varias empresas se turnaron en la gestión de los cines. Todo se unificó en unas mismas manos con la llegada de Cañuelo en 1986.
El Coliseo de San Andrés es el único cine de verano insertado en un patio de vecinos, lo que le da un aspecto aún más singular. De las viviendas que rodean a este cine, sólo algunas están habitadas. De todos los cines de verano, es el único que tiene reconocido el uso cultural en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la máxima norma urbanística de la ciudad (en el resto se prioriza el uso deportivo).ç
Por su parte, en el Plan de Especial Protección del Casco Histórico (PEPCH) estos cuatro espacios tienen la misma calificación, al estar inscritos en el Catálogo de Bienes Protegidos: se les considera jardines públicos. En cuanto al uso cultural, el redactado del Plan de Especial Protección es un tanto ambiguo y dice textualmente que los cines de verano se califican “para albergar pistas polideportivas al aire libre, compatibles con su uso como espectáculo de temporada”.
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