María Sánchez, escritora y veterinaria rural: “Habría que facilitar el acceso a una vivienda digna en los pueblos”
Como “un conjuro para la lluvia”. Así percibe en estos momentos María Sánchez su tercer poemario Fuego la sed. Y es que en una entrevista anterior con Cordópolis, la autora destacaba la falta de agua en aquellos momentos. Ahora, durante otra entrevista con este periódico, Sánchez bromea con que desde que ha publicado este nuevo libro, la lluvia ha vuelto a tener presencia en nuestras vidas.
Cinco años después de publicar Tierra de Mujeres, María Sánchez se halla en medio de un maremoto de presentaciones de su nueva obra Fuego la Sed. Un libro para el que la veterinaria y escritora ya tenía sus primeras ideas hace siete años, cuando escribía Cuaderno de campo. Y es que a la cordobesa le gusta viajar a otro ritmo por la poesía. “La poesía tiene otro tiempo de respirar, de hacerse. Me gusta pensar mucho en la poesía como los ritmos del campo, que no entienden de urgencias, inmediatez o de prisas”, señala.
Fuego la Sed es el tercer poemario de Sánchez, quien comenzó con Cuaderno de Campo, el libro que le cambió la vida “por completo”. Un libro del que nunca llegó a imaginar vender 10.000 ejemplares ni tener 20 ediciones cuando lo presentó en Córdoba rodeada de su familia y amigos. El mismo que le ha dado la oportunidad de viajar a lugares como Santiago de Chile o México. Precisamente de México viene el título de su última obra, de un verso de Rubén Bonifaz Nuño, un poeta mexicano de quien María leyó un verso que decía “Tigre la sed”. “Lo apunté en una libreta porque me encantó esa imagen de la sed y añadirle una palabra para darle fuerza. Fuego la Sed recoge la falta de agua, los árboles que se mueren, un río que desaparece... Me parecía muy potente meter el fuego ahí”, apunta la autora.
Ahora, se encuentra inmersa en las presentaciones de Fuego la Sed, con fechas por toda la geografía española hasta verano. En esta última obra la autora rompe con el rol de narrador antropocéntrico, “que es humano y que está en el centro analizando, describiendo y estudiando el resto de las cosas”. Ahora es un río, un árbol o los animales quienes hablan, para “cambiar la manera que tenemos de ver el mundo y relacionarnos”. Así se le da “el espacio a esas multitudes con las que vivimos y de las que formamos parte”.
Pero Fuego la Sed es diferente porque trata temas como “la memoria, el cómo nos relacionamos con el paisaje, con los animales, trata de romper la sola historia que nos han contado...”. Todos sus libros coinciden en su preocupación, en esa mirada por lo cercano; pero este, lo describe Sánchez también como “ecofeminista”. Y es que, según confiesa, “en las estadísticas sigue habiendo una diferencia muy grande entre mujeres y hombres en el campo”. Aunque reconoce que el relato ha cambiado, “por fin las escuchamos a ellas, las miramos a ellas, nos damos cuenta que han estado siempre ahí”.
Ante la vuelta de la población de las ciudades a los pueblos, señala la necesidad de facilitar las condiciones para el regreso. “Creo que deberíamos facilitar el acceso a una vivienda digna en los pueblos, y favorecer a las pequeñas empresas y proyectos familiares”, apunta Sánchez. Y es que, para la escritora, sin esta ayuda solo podrá irse al campo “quien tenga el capital económico suficiente y quien lo use como segunda residencia, teniendo acceso al médico y a los servicios básicos en la primera ciudad”. Por ello, ante el traslado de la población al mundo rural sugiere reflexionar sobre “qué hacen, quienes son o qué cosas tienen”.
María se ha encontrado con jóvenes que quieren trasladarse al campo para montar un proyecto agroecológico “pero que no pueden porque no tienen ni el capital, ni las tierras, ni una vivienda”. De ahí la necesidad de “fortalecer” los recursos que se tiene en los pueblos como los colegios, las carreteras, los hospitales o las bibliotecas. “Ojalá hubiera ayudas para tener acceso a pastorear terrenos públicos o para trabajar la tierra”, añade. Ahora, Sánchez viaja por la geografía española para presentar su último libro y remover conciencias.
0