'Madinat Qurtuba: ciudad y materia': un viaje a la Córdoba islámica
Cása Árabe acoge una exposición que retrata el universo omeya de Alándalus
La exposición Madinat Qurtuba: ciudad y materia, inaugurada ayer en Casa Árabe, recoge piezas que muestran una parte integrante de la colección del Museo Arqueológico de Córdoba. Entre ellas se incluye de una pieza muy singular, el cimacio con decoración de grifos del siglo X.
El argumento básico del discurso de la muestra se centra en las manifestaciones materiales que permiten visualizar el proceso de islamización de una ciudad clásica y cómo este proceso supuso una profunda transformación urbana que alcanza todos los ámbitos de su fisonomía y actividad: transformación del viario urbano heredado, urbanización de extensas áreas extramuros, configuración de una nueva arquitectura doméstica o ajuares domésticos distintos, como soporte de las actividades cotidianas básicas. Estos contenidos se articulan en cuatro grandes apartados.
En Una nueva arquitectura se aborda la eclosión urbanística y arquitectónica de Córdoba, ejemplificada, entre otras muchas cosas, por una producción de elementos arquitectónicos –capiteles, basas, cimacios- caracterizados por su talla a trépano, o simplemente lisos, que forman parte de suntuosos edificios oficiales y privados.
Por otro lado, El dinero escondido. Monedas, constituye un documento histórico excepcional por ser casi la única moneda emitida en época altomedieval en la Península Ibérica. Es el elemento material más amplio y numeroso que ha llegado de esa época, y aporta datos históricos concretos y amplios: incluye nombre de la ceca, fecha en que se acuñó, nombres de gobernantes, de prefectos de ceca, títulos, territorios, lemas religiosos... Todo ello se puede conocer mejor a través de los hallazgos de conjuntos numismáticos (los tesorillos) que nos muestran una imagen muy cercana de las monedas que circularon por Córdoba entre el siglo VIII y XIII después de Cristo.
En Los bordes de la ciudad: los cementerios, los textos históricos proporcionan el nombre de 21 cementerios cordobeses, la mayor parte de vida efímera, limitada al Califato. Los más antiguos, fundados durante el Emirato, fueron también los que tuvieron un uso más prolongado. Aparte de éstos, las excavaciones de Poniente y de la Ronda Oeste han documentado extensas necrópolis, de las cuales se desconoce el nombre. En los cementerios, las tumbas eran señalizadas mediante lápidas que eran testigos (sahid) del difunto, pues su inscripción identifica al individuo (nombre y fecha de su muerte) y da testimonio de su fe islámica.
Por último, Los contornos de la vida cotidiana: los ajuares domésticos comprende piezas pertenecientes, en su mayoría, a los ajuares domésticos recuperados en una serie de casas califales excavadas en el arrabal oriental de Córdoba. Constituyen un conjunto extraordinario que permite reconstruir la vajilla cerámica usada por una familia perteneciente a los estratos medios de la sociedad.
Sobresalen en el conjunto los ataifores califales decorados en “verde y manganeso”, cuya abundancia y gran calidad técnica y artística indican el alto nivel material de los ajuares domésticos, incluso en ámbitos residenciales relativamente modestos.
La exposición se enmarca en el convenio de colaboración suscrito entre la Consejería de Educación, Cultura y Deporte y Casa Árabe en materia de patrimonio cultural andalusí, para llevar a cabo actuaciones que contribuyan a su conocimiento, difusión y disfrute entre la ciudadanía.
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