Todos a una: la intensa aventura de ser asistente artístico en Flora

Para que todo trabajo artístico mostrado a público salga a la luz hay un equipo detrás. Esto ocurre también con Flora, el festival internacional que se celebra en Córdoba en el mes de octubre desde 2018. Para ayudar a los artistas que vienen a presentar sus innovadores proyectos están los asistentes artísticos, figuras que en cuerpo y alma se dedican durante cinco intensos días a que todo salga según lo previsto. Y que terminan creando una pequeña familia, a la que -cuando sabes que no la vas a volver a ver- cuesta despedir. Así de emotivo lo han contado con sus propias palabras a Cordópolis Mayca Ortega y David de Molina (Córdoba) y Fernando Luke (Fernán-Núñez), tres cordobeses que han participado como asistentes artísticos en varias de las ediciones del festival.

Los tres pertenecen a ramas distintas, Fernando Luke, titulado en Dirección y proyectos de obras de interiores y en Arquitectura efímera; Mayca en Jardinería y David, graduado en Jardinería y Diseño. “Todos diferentes pero con un denominador común, las flores”, en palabras de Fernando. Él comenzó por su perfil como arquitecto pero fue entrando también en el mundo de las flores; Mayca asegura que ahora que “Flora está interviniendo más en la botánica”, se siente “más incorporada”; y David vio cómo su “punto artístico” le podía hacer ser un buen candidato.

Todos destacan la intensidad de la experiencia porque “son muchas horas” y es “una auténtica locura”, pero en positivo. La adrenalina del trabajo impulsa a hacer cosas que nunca esperas, como a Fernando, que relata haber subido a gran altura para colocar un plástico de una estructura “teniendo un vértigo tremendo”. “Lo hice casi sin darme cuenta y luego pensé en cómo me había subido ahí con el vértigo que tengo”, narra. Pero la pasión por el trabajo y el compromiso para que salga adelante gana a los miedos.

Mayca cuenta cómo el año pasado, en el el último día de montaje de la instalación de Bornay -artistas catalanes con los que trabajaba- , la lluvia les obligó a suspenderlo y a retrasar el horario. “Todo era basado en soldar hierro, entonces paramos porque podíamos electrocutarnos. Y volvimos de madrugada porque teníamos que sacarlo adelante en horas”, cuenta. “Auténticas locuras”, añade Fernando. “Te involucras tanto que al final te crees que es tuyo”, confiesa David.

Otra de las partes que destacan los asistentes de esta “experiencia desgarradora”, como la describe Fernando, es el contacto que se crea con los artistas y el equipo. “Yo trabajé el año pasado con Bornay y todavía tenemos relación porque hay un vínculo tan grande con el artista que te despides de ellos y te quedas con sabor agridulce”, expresa Mayca. “Te despides pensando que aquí se queda una parte tuya”, añade Fernando. En su experiencia con el lituano Tadao Cern en 2023, cuenta que compartió momentos incluso “con sus hijos y su mujer porque se los trajo desde Lituania”. Por eso, “ cuando se van te queda como un vacío”, confiesa.

Pero, igualmente, resaltan el círculo de personas del sector que Flora les da la oportunidad de conocer, creando lazos tan grandes como el que han creado entre los tres. Y también surgen sinergias y proyectos laborales como el que le propusieron a David Inés Urquijo y Nuria Mora -aunque finalmente no saliera-. Aunque él agradece también a Flora ser jardinero del Palacio de Congresos. Además, los tres han tenido la oportunidad de asistir a los Latin Grammys de Sevilla el pasado año.

Ahora que Flora tiene abierto el plazo de inscripción para participar como asistente artístico en esta edición, los tres explican cómo “no es necesario ser florista como tal y que el asistente tiene que ser polivalente”. Previamente hay que realizar “mucho trabajo estructural y auxiliar”, aunque “los últimos días ya se hace de todo porque el tiempo está encima”, menciona Fernando. Es el artista el que crea y da sus pautas, “pero muchas veces sobre la marcha, proponemos y el artista quiere que se quede”, cuenta David. Esto les ofrece también más libertad creativa. “Nosotros estamos para hacerlo ganar”, afirma David.

El ser cordobeses les hace ser asistentes en todos los sentidos, ayudando como guías en la ciudad para indicar dónde están el resto de instalaciones; sabiendo cómo solucionar la falta de algún material, y hasta para llevar la comida. “Somos asistentes para todo”, bromea David.

En definitiva, los tres han mostrado de manera clara su satisfacción por trabajar con grandes artistas como Maurice Harris, Tadao Cern, Carly Rogers o Bornay. Por eso, el gusanillo de Flora y la familia que se crea esos días tan intensos les incita cada año a seguir mandando la solicitud para participar de nuevo. Los tres animan a los interesados a probar “una experiencia que hay que vivir para entender”.