El Gran Teatro estrena una ópera 'made in' Córdoba
El elixir de amor llega este fin de semana con producción y orquesta cordobesas además de las voces de intérpretes locales con carrera internacional
El elixir de amor “Este día lo he soñado muchas veces”. Son palabras del tenor cordobés Pablo García-López, que hace siete años pensó en poder cantar en su tierra como protagonista de una ópera y se lo propuso al Gran Teatro de Córdoba. Ahora, eso que “nació casi como sueño”, se hace realidad y el escenario será testigo este fin de semana del estreno de la ópera El elixir de amor con producción, orquesta y voces locales.
Esta ópera cómica de Gaetano Donizetti (siglo XIX) que cuenta un melodrama jocoso llega al Gran Teatro como coproducción propia junto al Teatro Villamarta de Jerez (Cádiz) y saldrá a escena los días 15 y 17 de abril con la escenografía del cordobés Francisco López, la música de la Orquesta de Córdoba y las voces cordobesas protagonistas del tenor Pablo García-López y la soprano Auxiliadora Toledano.
Con un centenar de personas implicadas en la producción de esta ópera -entre los que también se incluyen integrantes del Coro Ziryab y alumnos del Conservatorio de Arte Dramático de Córdoba- los intérpretes cantan por primera vez como protagonistas una ópera en su tierra. Una obra que “es una de las tres óperas cómicas más importantes del siglo XIX”, en palabras del director de la Orquesta de Córdoba, Lorenzo Ramos, quien defiende la apuesta de “poder montar una ópera con gente del lugar. Podríamos pensar que sólo se puede hacer en Alemania. Pero aquí también”.
Esta producción de El elixir de amor relata a modo de cuento la historia de amor entre Nemorino y Adina con un libreto que “gusta tanto a amantes de la ópera como a quien todavía no la ha descubierto”, explica el director de escenografía, Francisco López. Y con esa perspectiva, la obra que llega al Gran Teatro busca al público para “ir al corazón de niño que todos seguimos teniendo dentro, esa mirada de niño” y plantea la historia como un cuento para que el espectador “escuche cantar,escuche música y vea mucho teatro”.
La obra, que “está llena de luz, de color y requiere un gran desarrollo teatral”, fue escrita en apenas dos semanas por su autor en el siglo XIX, “el mismo tiempo que nosotros necesitamos para montarla”, apunta comparativamente Ramos para destacar “el esfuerzo máximo del equipo” que presenta en el Gran Teatro esta ópera “con un elenco prácticamente local”.
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