Gómez Losada lleva su “ritual sobre el paso del tiempo” al CAC de Málaga
Cuenta el creador Miguel Gómez Losada (Córdoba, 1967) que después de un tiempo centrado en obras sin personajes, “el cuerpo me pedía pintar figuras humanas” y comenzó a pintarlas en nuevas creaciones en los años en que recaló en Málaga, entre 2013 y 2015. Ahora, parte de esa obra vuelve a donde fue creada y verá la luz en la exposición que inaugura el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de la capital de la Costa del Sol este viernes 7 de septiembre.
Hasta el 25 de noviembre, allí se podrán ver una treintena de obras del artista, en diferentes técnicas y formatos, en la que es su primera exposición en un museo. Romanza es el nombre que abraza a esta serie de obras y que, con su significado, le ha servido “de lazarillo”, como guía para pintar las creaciones que ahora se podrán ver.
“Viendo los cuadros, se puede decir que en ellos se plasma un ritual sobre el paso del tiempo, como una especie de obra de teatro donde los personajes son el centro” de su creación esta vez. “Es una fantasía romántica, donde los personajes con su expresión corporal expresan romanzas”, explica a este medio sobre el significado del hilo conductor de la exposición.
Comisariada por Fernando Francés, la exposición muestra su obra más reciente, donde la ficción artística es la auténtica realidad, un ejercicio de evocación y memoria. Y como si de un escenario teatral se tratase, el artista perpetra con su pincel una danza pictórica con predilección por lo rural y por las historias íntimas protagonizadas por personajes pensativos, ensimismados y contemplativos. La pureza de sus blancos, que dejan ver el propio soporte, la construcción de las formas a base de gruesas pinceladas y la frescura e intensidad de sus colores, consiguen un inconfundible resultado personal cargado de fuerza poética.
Instalado ahora en su estudio de Madrid y camino de Málaga para inaugurar la exposición este viernes, Gómez Losada pasa estos días por Córdoba para celebrar la muestra con los suyos y en su ciudad. Con la vista puesta en la capital malagueña -“un hervidero cultural”-, llega a esta muestra con la certeza del esfuerzo de “llevar toda la vida trabajando, con el espíritu de querer mejorar”, para que así sus obras se cuelguen en las paredes de centros como el CAC.
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