Cultura autoriza la rehabilitación del Torreón Sureste del Palacio de Orive
La Delegación de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico ha autorizado el proyecto básico y de ejecución de rehabilitación del Torreón Sureste del Palacio de Orive, a petición del Ayuntamiento de Córdoba y que ha sido informado favorablemente por la Comisión Provincial de Patrimonio.
La delegada de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva, ha explicado que “el objeto del proyecto es la rehabilitación de las dos plantas superiores del Torreón sureste actualmente sin uso, para acoger funciones administrativas”. Se trata de una crujía de unos 56 metros cuadrados de planta, ubicada en la esquina sureste del Palacio, con fachada al jardín. Tiene tres plantas de altura, la última abierta a modo de mirador. Posee estructura de muros de carga, con forjado de vigas metálicas y entrevigado cerámico curvo, cubierta de tejado a dos aguas sobre armaduras de madera que apoyan en zunchos de hormigón armado, pavimentos de baldosín cerámico, revestimientos interiores de guarnecido de yeso, con restos de alicatado en planta primera y carpinterías de madera.
La fachada sur al jardín tiene dos ventanas adinteladas en planta primera, con reja y guardapolvo de teja vidriada, y dos grupos de tres ventanas rematadas en arco de medio punto en la planta mirador, con recercado de azulejo. La fachada norte tiene dos huecos adintelados en planta primera, que daban paso a otras estancias demolidas con la rehabilitación del edificio, y repite los dos grupos de tres ventanas rematadas en arco en la planta mirador, una de ellas transformada en puerta de acceso a la azotea contigua. Esta crujía no forma parte del núcleo original del Palacio declarado Bien de Interés Cultural
El proyecto, que incide en un sector del Palacio que no forma parte del núcleo principal que se declaró Bien de Interés Cultural, plantea la redistribución del núcleo de aseos de la planta primera, creando un vestíbulo que permita acceder al extremo oriental de la crujía, y remodelación de la escalera, para unificar huellas y tabicas. Asimismo se diseña un mueble de madera en el desembarco de la escalera en la planta mirador, ampliando el hueco de acceso y se incluye una estantería de placa de yeso en la separación entre la escalera y la estancia de planta primera.
El proyecto contempla igualmente el acondicionamiento interior de los espacios, con nuevos revestimientos, carpinterías e instalaciones, mejora de la fachada en algunos puntos con aislamiento y trasdosado de placa de yeso, solería de mármol blanco en aseos y vestíbulo, tarima de madera en planta primera y escalera, encerado del pavimento cerámico de planta segunda, revestimientos interiores de enlucido de yeso sobre enfoscado de mortero bastardo en los muros existentes y acabado de pintura plástica, alicatado con azulejos similares a los existentes en aseos, climatización con consolas split, rehabilitación de la cubierta, incorporando impermeabilización y aislamiento, reparación del zuncho de hormigón y tratamiento de la madera contra agentes xilófagos y acabado de teja cerámica curva. Además se ciega uno de los huecos de planta primera en la fachada norte, se recupera la ventana de planta segunda que había sido transformada en puerta, revestimientos de mortero de cal, acabado de pintura al silicato y carpintería exterior de madera barnizada.
Como ha indicado la delegada, “se interviene en un sector del Palacio que no forma parte del núcleo principal que se declaró Bien de Interés Cultural. El proyecto contempla fundamentalmente obras interiores para mejorar la funcionalidad del edificio, sin afectar a su volumetría ni envolvente exterior por lo que se propone emitir informe favorable”. Para el mejor acabado de la intervención, se recomienda incluir la pintura exterior del torreón e incorporar una barandilla en la azotea aneja.
El edificio está situado en la Axerquía, en el eje San Pablo-Realejo, formando parte de la manzana de San Pablo. Se compone de un núcleo principal, un cuerpo dependiente y algunas pequeñas construcciones en el perímetro de un extenso huerto-jardín interior. En su origen debió ser una casa mudéjar en la que se realizó una actuación renacentista para configurar una casa palaciega al gusto de la época y en la que intervino Hernán Ruiz II
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