El amor de unos jóvenes Danny Zuko y Sandy revive en el Gran Teatro
La lluvia que este jueves ha sorprendido a Córdoba no ha impedido que el Gran Teatro se llenase para ver sobre su escenario a las Pink Ladies y a los T-Birds. Dos de los míticos personajes de los 70, Sandy Olsson y Danny Zuko, se han subido sobre el escenario cordobés en un espectáculo creado por el 50 aniversario de Grease, un espectáculo cuyo elenco, aparte de por su talento, ha destacado por su juventud.
La obra comenzó con contrastes escenográficos que han perdurado durante toda la actuación. Para empezar, la joven pareja de estudiantes enamorados solos delante de la imagen de una playa, seguida de una imponente formación de tres filas de taquillas -una sobre otra- de las que han ido apareciendo las actrices y los actores.
La nueva producción del clásico del cine fue estrenada hace dos años en el Teatro Alcalá de Madrid para narrar, con un jovencísimo elenco, la historia que marcaría a toda una generación. En este tiempo ya ha recorrido teatros de toda la geografía española.
En la que ha sido la primera representación de las siete que tendrán en la ciudad, el público se ha volcado desde el primer minuto. Las carcajadas con la naturalidad y el desenfado de Danny Zuko, al que ha dado vida Quique González, se han escuchado por todo el espacio. También lo han hecho los aplausos desde que ha sonado la última nota de la primera canción.
Mia Lardner ha encarnado a una dulce e inocente Sandy que termina siendo una joven arrolladora que deja sin palabras a todos los chicos de los T-Birds. La fuerza de Rizzo la ha puesto Isabel Pera, que ha terminado también ganándose un fuerte aplauso del público junto a su compañero Kenickie, interpretado por Diego Rey. El más veterano ha sido, Víctor Massain como Vince Fontaine.
En un espectáculo de casi tres horas, los espectadores han podido recorrer casi todos los espacios que aparecen en el film original. Un oso gigante que se ha desinflado al acabar una escena, un curioso baño con más aspecto de frigorífico que de baño, decorado enteramente de rosa, o el famoso coche “ultramático”, han sido algunas de las escenografías más sobresalientes.
El nivel de las coreografías -trabajo de Toni Espinosa- que conservan el espíritu de los años 60 en los que se desarrolla la película y el del trabajo vocal de todos los artistas ha hecho ganarse el prolongado aplauso del público en cada una de las intervenciones musicales. Muchas de estas han conllevado además cambios de vestuario casi inmediatos, así como lo ha sido también el de los escenarios.
Summer Nights, una de las canciones que aún a día de hoy se recuerdan, ha sido la primera con la que casi ha sido imposible no mover, al menos, el pie. Y para finalizar, You're The One That I Want, en la que seguro ha habido quien no ha podido evitar, al menos, tararear. Al final, el amor de verano de Zuko y Sandy ha vuelto a triunfar como lo han hecho los jovencísimos intérpretes de la nueva adaptación de David Serrano.
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