El Obispado informa que ha suspendido al cura acusado de abusar de tres menores en la Subbética
El Obispado de Córdoba ha difundido un comunicado de prensa tras hacerse “pública la situación judicial de un sacerdote que ejercía el ministerio en una parroquia de la subbética cordobesa, acusado de presuntos delitos de abuso sexual contra menores”. Ante ello, la Diócesis ha asegurado que “desde septiembre de 2018”, está “cumpliendo escrupulosamente con el procedimiento previsto para estos casos por la disciplina canónica, imponiendo las medidas cautelares necesarias, que incluyen la suspensión del ejercicio público del ministerio, y protegiendo en todo momento a las posibles víctimas”.
En el comunicado, el Obispado asegura que “condena todo tipo de maltrato o abuso cometido contra los menores y las personas vulnerables, y seguirá estando comprometido decididamente con la prevención de este tipo de delitos y la actuación contra los mismos, a través de su Código Diocesano de Buenas Prácticas, el Protocolo Diocesano de Actuación, la Oficina Diocesana para la protección de los menores en la Iglesia y la aplicación de la normativa canónica”.
Aparte, ha anunciado que “seguirá colaborando con la justicia civil para favorecer el esclarecimiento de los hechos”.
La Fiscalía pide 42 años de prisión para un sacerdote acusado de abusar sexualmente de tres menores en una localidad cordobesa. El caso se encuentra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, pendiente de juicio.
Según recoge la calificación provisional de los hechos, a la que ha tenido acceso Europa Press después de adelantarla Diario Córdoba, el Ministerio Público acusa al presunto autor de la supuesta comisión de tres delitos continuados de abusos sexuales y otros tres delitos continuados de prostitución, explotación sexual y captación de menores.
Los hechos supuestamente ocurrieron entre 2016 y 2018, cuando el procesado presuntamente ofrecía regalos a las víctimas --todas ellas de edades inferiores a los 16 años-- a cambio de encuentros sexuales. Estos regalos iban desde móviles de alta gama, ropa y zapatillas deportivas hasta dinero en efectivo.
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