Un hombre se enfrenta a diez años de cárcel por abusar de dos niños a quienes hacía regalos para que no dijeran nada
Un hombre se enfrenta a diez años de cárcel por haber abusado sexualmente de dos niños de dos y cinco años, ambos hermanos. La petición de prisión de la acusación particular, ejercida por la madre de los menores y representada por la abogada María del Mar Jiménez, se eleva hasta los 11 años y medio.
Según el escrito de Fiscalía, “entre los meses de enero a junio de 2020, el acusado, aprovechando la relación de confianza que mantenía con la madre de los niños, cuidaba de los menores en la casa de ellos o en su propia vivienda”. “Movido por el ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos, estuvo realizando sucesivos tocamientos directos en la zona genital de los dos menores hasta que dicha situación cesó” después que el hermano mayor contara los hechos a su madre. Del mismo modo, “al tener el acusado llaves de la vivienda” de la casa de los niños, “entraba en ella cuando los menores quedaban a cargo de su hermana mayor, llevándoselos a su vivienda”. El acusado satisfacía a los menores con regalos para que no contaran nada de lo que sucedía.
Durante el juicio, celebrado esta semana en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba, el acusado negó los hechos y declararon una psicóloga y la doctora que atendió al mayor de los hermanos, ratificándose ambas en sus informes que revelan que había sido víctima de abusos sexuales. Dado que el menor de los hermanos solo tenía dos años, en el juicio se ha visualizado únicamente un vídeo en el que explicaba que le hacía el acusado.
Después de que uno de sus hijos diera a conocer los hechos, la madre interpuso una denuncia en junio de 2020, dictándose una orden de alejamiento de 150 metros respecto de los niños y de la madre. Sin embargo, la progenitora interpuso otra denuncia contra el acusado y un amigo de éste dado que el procesado vivía en la acera de enfrente a las víctimas, quienes experimentaban “temor” al verlo.
Por todo ello, madre e hijos se vieron obligados a mudarse a la capital en octubre de 2020. No obstante, la situación fue a más y, “dado que el acusado continuaba”, la progenitora pidió el traslado urgente en su trabajo a Huelva, donde está viviendo junto a sus hijos desde febrero de 2021.
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