Susto en la apertura de la cata por la explosión de una bombona
La deflagración, que se produjo de manera fortuita en las cocinas, obligó a desalojar durante algo más de media hora todas las instalaciones de la Diputación
Fue un susto, y poco más. Pero fue un susto que descompuso caras y que forzó el desalojo del Palacio de la Merced, la sede de la Diputación, a escasos minutos de que se inaugurara oficialmente la XXX edición de la Cata del Vino Montilla-Moriles. De forma fortuita, una bombona de gas butano estalló en las cocinas instaladas en el Patio Blanco del Palacio de la Merced. El fuerte olor a gas, una intensa humareda y los primeros gritos hizo que una pequeña avalancha de personas comenzara a salir a la carrera del Palacio de la Merced.
La explosión, que sucedió sobre las 12.40, no hirió a nadie (nadie estaba cerca de la bombona) y apenas provocó daños materiales. Sin embargo, y de manera preventiva, los bomberos de Córdoba ordenaron el desalojo de todo el edificio mientras, a su vez y ayudados por personal de la institución provincial, sacaban las bombonas de la cocina que se había instalado para atender a la Cata del Vino. En unos primeros momentos, se registraron pequeñas escenas de pánico que no fueron a más. En cuanto se supo que la explosión era de una bombona, que los bomberos lo tenían todo controlado y que el desalojo era por prevención se relajó el ambiente. En la puerta de la Diputación se juntaron trabajadores, público y autoridades.
Pocos minutos después, una media hora, los bomberos permitieron el regreso y la cata, por fin, pudo ser inaugurada con normalidad. Eso sí, mientras tanto, los bomberos seguían trabajando en la zona y la Policía Nacional investigaba los motivos de una explosión que fue más una anécdota que otra cosa.
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