Siete detenidos por la estafa del 'hijo en apuros' con intermediarios en Córdoba y víctimas en toda España
Una operación conjunta entre la Ertzaintza y la Guardia Civil se ha saldado con la detención de siete personas por estafar a través de una red a centenares de víctimas en España a través del método del 'hijo en apuros'. La red tenía intermediarios en Córdoba -entre otras provincias-, que se encargaban de recibir el dinero de las víctimas y pasárselo a los cabecillas.
Mediante dicho método de ciberdelincuencia esta red consiguió llegar a enviar masivamente 8.000 textos diarios pidiendo ayuda para sus hijos en forma de ingresos puntuales.
Una denuncia puesta en Ávila por una estafa de 11.000 euros fue el origen de esta operación, que dio lugar después a la operación 'Rosbunk-Pool', entre ambos cuerpos.
La red ha estafado al menos 190.000 euros por todo el territorio nacional y en la operación se han incautado 350 módulos de telefonía, 800 tarjetas SIM, dispositivos inalámbricos de telecomunicación, ordenadores y discos duros.
La Guardia Civil y la Ertzaintza han informado este jueves de la detención de siete personas en el marco de una operación nacional conjunta entre ambos Cuerpos, por estafar a través de una red a centenares de víctimas por todo el país, a través de la ciberestafa.
Para ello utilizaban el engaño mediante la modalidad del 'hijo en apuros', según ha informado en rueda de prensa el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, para lo que utilizaban el envío masivo de SMS desde localizaciones en Madrid y Guadalajara.
Este sistema podía llegar a enviar 8000 mensajes de texto diarios, a destinatarios aleatorios.
De este modo, y a través de los envíos indiscriminados, las potenciales víctimas recibían los mensajes de números desconocidos en los que los estafadores, haciéndose pasar por su hijo, les daban a entender que se habían quedado sin teléfono y necesitaban dinero urgente para regresar a casa.
Las víctimas del engaño realizaban la transferencia y los pagos pertinentes vía telemática a los denominados mulas, que “son intermediarios que a cambio de una comisión se encargan de recibir el dinero por vía telemática y pasarlo a la vía física, convertirlo en metálico y trasladarlo a los cabecillas de la organización”.
Las mulas fueron localizadas en Valencia, Córdoba, Barcelona y Huesca. Por su parte, los cabecillas, para blanquear ese dinero eludiendo el control bancario, invertía gran parte de él en criptomonedas.
En este momento se ha detenido a siete personas y investigado a otras cuatro, aunque continúan abiertas las investigaciones. Cuatro de los detenidos, dos en Guadalajara y dos en Madrid, eran cabecillas de esta red.
Uno de los líderes, sin antecedentes, es “experto informático, con altos niveles de conocimiento de informática y de fabricación de dispositivos”, ha señalado Juan José Vallejo, jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial.
A los detenidos se les imputan delitos de Estafa, Blanqueo de Capitales, y Usurpación del estado civil y se les atribuye una estafa de 190.000 euros y centenares de víctimas en todo el territorio nacional.
Con esta operación se han incautado 45 mil euros en metálico y se han bloqueado cinco cuentas bancarias con más de 100 mil euros, 350 módulos de telefonía, 800 tarjetas SIM, dispositivos inalámbricos de telecomunicación, ordenadores y discos duros.
El origen
La investigación comenzó de manera paralela y por dos vías y estafas distintas. En el caso de Guipuzcoa, la primera estafa se dio en el mes de febrero, en Irún.
La modalidad fue “Man in the middle”, ha explicado el intendente Mikel Treku, jefe territorial de Guipuzcoa.
En este caso consiste en la interceptación del correo electrónico entre dos, “en este caso entre dos emrpesarios”, en el que uno de ellos manda una factura y un número de cuenta al cliente, e inmediatamente el empresario pagador recibe un segundo correo del estafador, sin saberlo, que le dice que ha habido un error en la primera, y le manda la misma factura con la cuenta de ingreso cambiada.
Ambos empresarios se dieron cuenta de esta estafa, que alcanzó los 48 mil euros. En julio, y de forma paralela en Ávila, se investigó otra estafa mediante el método “Hijo en apuros”, a través del cual los estafadores consiguieron llegar a enviar masivamente 8000 textos diarios pidiendo “ayuda” para sus hijos en forma de ingresos puntuales.
Una denuncia puesta en Ávila por una estafa de 11.000 euros fue el origen de esta operación.
A raíz de las denuncias e investigaciones paralelas de cada Cuerpo, ambos coincidieron en las pistas de los mismos sospechosos y decidieron unificar la investigación, que dio lugar después a la operación Rosbunk-Pool.
Todo ello se ha llevado de manera conjunta con éxito, como ha señalado Gustavo Dorda, teniente coronel jefe de la Comandancia de Ávila, que ha querido destacar el “maravilloso intercambio de técnicas policiales entre ambos cuerpos y el magnífico ambiente de trabajo generado”.
Ha sido este mes, en diciembre, cuando “se ha explotado esta operación” con las entradas, registro y operaciones, ha asegurado la Guardia Civil, por precaución ante la llegada de fechas navideñas, más proclives a asumir este tipo de estafas.
Desde la Guardia Civil y la Ertzaintza piden a los ciudadanos que estén alerta ante este tipo de estafas y ante cualquier mensaje “no habitual” que requiera de ingresos y dar números de cuenta, comprobando siempre la veracidad de los mismos y, ante la duda, contactar con los Cuerpos pertinentes.
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