Vecinos de Majaneque denuncian la inestabilidad de su red eléctrica que los deja diariamente sin luz
Los vecinos de Majaneque (Córdoba) llevan desde hace años sufriendo subidas y bajadas de tensión diarias. “Vivo aquí desde 2006 y he tenido que cambiar el frigorífico cuatro veces”. Este es el testimonio de Ana, una de las vecinas afectadas por la inestabilidad de la red eléctrica.
En el caso de Ana y Juanma, concretamente, son 15 años los que llevan sufriendo esta situación, que según han contado a este periódico, se ha agravado en las últimas semanas. Cosas tan simples como encender el microondas supone un problema en su casa, “anoche para calentarme una manzanilla tuve que apagar el aparato del aire”, narra Ana, que asegura que en cuanto encienden más de dos cosas “ya se apagan las luces”.
A diario miden con un vatímetro la tensión que llega a su vivienda y han comprobado que oscilan “entre los 170 y los 290 W”, muy por debajo y también por encima de los 200W que tienen contratados. Estas variaciones, indican, que se han venido agravando en las últimas dos semanas y que “destrozan los electrodomésticos”. En su caso, Ana destaca haber tenido que cambiar ya cuatro veces de frigorífico, electrodoméstico indispensable en una vivienda.
Dependiendo del vecino y la instalación que tenga en su casa puede llegar a notar más o menos estas variaciones, sin embargo, la mayoría es consciente del problema ya que tienen una instalación monofásica. “Los que tienen trifásica pueden notarla menos porque se les va solo una fase y tienen otras dos, pero nosotros nos quedamos sin ninguna”, apunta.
Según expone desde la empresa no le dan solución, a pesar de que se han desplazado hasta la barriada para comprobar el problema. “El lunes vinieron, miraron los contadores, se fueron y nos cerraron la incidencia”, asegura la afectada. Pepi, otra vecina, indica haber llamado también esta semana, pero aún sigue sin haber recibido la visita del técnico.
Instalaciones eléctricas ardiendo
Pepi lleva 26 años viviendo en su casa en Majaneque, pero ha vivido toda su vida allí con su familia. Su madre sigue en el domicilio de siempre y ambas sufren los mismos problemas con el suministro eléctrico. Pepi, al igual que Ana y su marido, tuvo que cambiar también de frigorífico el año pasado, “no sabíamos que era de los altibajos hasta que nos lo dijo el técnico”, señala. Y también tiene que andar midiendo lo que enchufa, “si quiero cocinar y encender dos fuegos en la vitrocerámica, tengo que apagar el aire. O enchufo una cosa u otra”.
Sin embargo, su madre ha sido la que se ha llevado la peor parte en su familia. “El año pasado la instalación le salió ardiendo dos veces en el verano”, cuenta su hija. Debido a la antigüedad de la casa y de la instalación, no soportó las subidas y bajadas tan fuertes que tuvo. También a Ana le han ardido los cables de su segunda vivienda -también en Majaneque- por las subidas de tensión.
Por otra parte, Pepi señala que incluso las farolas de la calle se ven afectadas por el problema. “Algunas noches vuelvo del trabajo andando y las farolas se van apagando y encendiendo”, aclara. Una situación que los vecinos califican de “tercermundista”.
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