El reconocimiento más cercano para Juan Romero, último superviviente español de Mauthausen: Hijo Predilecto de su pueblo
A Juan Romero Romero, el que fuera último superviviente español del campo de concentración nazi de Mauthausen, le homenajeó el Gobierno de España en vida y, poco después, cuando ya había fallecido a los 101 años en 2020, recibió a título póstumo el título de Hijo Predilecto de la provincia de Córdoba. Pero, al revés de como suele ocurrir, en esa escala de distinciones le faltaba la de su propio pueblo, Torrecampo. Este domingo, la localidad cordobesa saldará esa deuda con Juan Romero, otorgándole el título de Hijo Predilecto de la localidad que le vio nacer y de la que nunca se olvidó.
Como en reconocimientos anteriores, a Juan Romero se le va a a homenajear por su ejemplo, su vida, su memoria y su legado, ahora también en su pueblo natal, en una ceremonia en la que también recibirán el título de Hijo Predilecto otros cinco vecinos que estuvieron en campos de concentración.
Romero fue el último español superviviente de Mauthausen. Luchó desde los 17 años en la Guerra Civil y después de participar en varias batallas, cruzó la frontera hacia Francia, donde llegó a alistarse en la Legión Extranjera, combatiendo al fascismo. Allí fue hecho preso y enviado al campo de concentración, donde estuvo desde 1941 hasta su liberación en 1945. Desde entonces asentó su vida en la población francesa de Ay-Champagne, donde finalmente falleció.
Su pueblo natal ha organizado ahora unas jornadas de Memoria Histórica sobre 'Los olvidados', como Romero y los demás vecinos que fueron deportados a campos de concentración y que, durante su vida, no tuvieron el reconocimiento debido. En ese marco, en el que ahora se les otorgará el título de Hijo Predilecto de Torrecampo para que nunca más sean 'los olvidados', ya fueron reconocidos en el pasado mes de junio con la colocación de un 'stolpersteine' o piedra de la memoria en homenaje a cada uno de ellos. La de Juan Romero, aún con el cemento fresco, fue arrancada de cuajo.
Ahora, como colofón a esas jornadas en recuerdo de los represaliados, Torrecampo quiere “poner nombre y rendir homenaje a las víctimas de los campos nazis” -en palabras de la alcaldesa, Francisca Alamillo, para que queden ya grabadas en la memoria de su pueblo. Una conferencia, una exposición y las distinciones a los seis vecinos deportados a campos de concentración culminan el homenaje que Torrecampo le debía a Juan Romero y a los otros cinco vecinos distinguidos: Eusebio Crespo Díaz, Rufo López Romero, Juan Romero Arroyo, Casimiro Romero Estrella y Antonio Romero Rísquez.
“Yo creí que no salíamos de allí”
El testimonio del propio Juan Romero se pudo escuchar durante el acto de homenaje póstumo que celebró la Diputación de Córdoba a comienzos de 2021, con un documental que realizó el periodista Carlos Hernández y donde el superviviente de Mauthausen hablaba de su vida en el campo de concentración, del trabajo esclavo, del hambre... “Yo creí que no salíamos de allí”, contaba. Los recuerdos y las pesadillas de aquellas vivencias le acompañaron durante toda su vida. Pero también la imagen del día de la liberación del campo nazi, cuando vieron llegar a los tanques que acabarían por abrir las puertas a una nueva vida en libertad.
Juan Romero, que cumplió 101 años en agosto de 2020 y falleció en el mes de octubre, ha sido -ya para la Historia- el último español superviviente del campo de concentración de Mauthausen. Fue uno de los 9.300 españoles deportados a los campos de concentración, uno de los más de 1.600 andaluces y uno de los 345 cordobeses que sufrieron allí.
En su segunda patria, Francia -donde vivió tras la liberación del campo nazi-, recibió la Legión de Honor francesa en 2016; por parte del Gobierno de España, fue en el pasado verano cuando carmen Calvo le visitó para participar en un homenaje, entregándole una declaración de reparación y reconocimiento personal, que acreditaba su trayectoria en la lucha contra el franquismo y el fascismo en Europa.
Biografía: de luchar en la Guerra Civil a Mauthausen
Romero apenas tenía 17 años cuando estalló la Guerra Civil Española. Perteneció a la 33 brigada del XV Cuerpo de Ejército y luchó en la sierra de Guadarrama, Brunete, Guadalajara y Teruel. Especialmente dura para él fue la batalla de El Ebro, en la que tuvo que cruzar el río en una frágil barca, mientras los soldados franquistas le disparaban desde la orilla. Muchos compañeros murieron. Juan resultó herido pero, después de recuperarse en un hospital, regresó con su brigada. Tras la caída de Cataluña, en febrero de 1939, pasó la frontera francesa por Puigcerdà.
Ya allí, el cordobés no pudo refugiarse y las autoridades francesas le internaron en el campo de concentración de Vernet d’ Ariège. A pesar de ello, en abril se alistó a la Legión Extranjera para seguir combatiendo contra el fascismo. Cuando Alemania invadió Francia un año después, Romero cayó prisionero y lo trasladaron al Stalag III-A, un campo de prisioneros en Brandenburgo. Allí permaneció un año hasta que lo deportaron a Mauthausen, donde empezó trabajando en la cantera. 3.799. Ese fue el número que acompañó a Juan Romero durante sus cuatro años en el campo de concentración nazi.
Pasó al grupo de trabajo de la desinfección después de una pequeña estancia en la enfermería del campo de concentración tras un accidente. Su misión era la de recoger todas las pertenencias de los nuevos prisioneros y revisar sus ropas, consiguiendo en algunas ocasiones algo de comida que repartía con sus compañeros. Permaneció trabajando en la lavandería hasta su liberación.
Juan Romero guardaba muchos recuerdos y vivencias de esta criminal experiencia, como el de la mirada y la sonrisa de una niña pequeña que llegó con sus padres al campo de concentración. Iban directos a la cámara de gas. Y su imagen siguió viva en su mente hasta su muerte. Desde 1945, el superviviente cordobés vivió en la localidad de Ay-Champagne con el resto de su familia, hasta su muerte en octubre de 2020.
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